miércoles, 26 de diciembre de 2012

¿Una proposición indecente?( 28 )


Superenfermera se vuelve para echar un vistazo a Ana, aparentemente tan inofensiva como un mosquito con su vestidito blanco y sus bracitos delgados, y luego me dice:
"Quien lo iba a decir, cariño, cuando le vi en el hospital pensé que su vida social debía de ser tan interesante como la de mi periquito y sin embargo ya ve, me asombra como no dejan de salirle colgados por todos sitios."
"Hola. Soy Ana." dice la interfecta con su sonrisa de no haber roto un plato "La invito cordialmente a deponer las armas y abandonar la casa. Nadie intentará retenerla, todo lo que sucede aquí no la concierne en absoluto, y será bueno que así siga siendo."
Superenfermera gruñe de un modo que le hace temblar el labio superior, luego avanza hasta colocar su nariz a un centímetro escaso de la de Ana y ruge
"No la conozco, hijita, así que no venga a decirme qué cosa es asunto mío y qué cosa no lo es, ¿vale?..." luego arruga la nariz como si Ana no oliese muy bien y pregunta "¿se ha hecho algún análisis de sangre últimamente? Tiene cutis de anemia ferropénica, cielo"
JC ha logrado recolocarse el suspensorio ya que la situación causa el efecto de una contundente ducha fría sobre nuestros organismos, y se coloca detrás mío lo justo para sisearme
"¿esa flaca es otra amiga tuya?...la gorda tiene razón, tienes una vida muy chunga"
Entretanto Ana no tiene tiempo ni siquiera de molestarse en comentar el estado de sus niveles de hierro en sangre porque a su espalda aparecen dos tios con gafas de sol y un ajustado uniforme también blanco que sin preguntar colocan sendos pistolones en cada una de las orejas de Superenfermera.
Mi defensora aprieta los labios como conteniéndose de decir alguna barbaridad, luego tira el arma al suelo, levanta las manos y compone una sonrisa tirando a forzada.
"Como trataba de explicarle, nada de lo que sucede aquí la concierne en absoluto" vuelve a insistir Ana con esa voz suave e impersonal suya como de contestador automático "Ahora si no le molesta, visto que la sugerencia inicial no ha surtido efecto mis dos ayudantes van a inmovilizarla de manera eficiente pero sin que deje de sentirse cómoda en la postura en que la dejemos mientras aguarda que alguien lleguen a rescatarles. Como muestra de buena voluntad nosotros mismos enviaremos un mensaje anónimo a la policía avisando de una emergencia en este lugar, todas las víctimas inocentes serán liberadas y el propietario de la casa" y al decirlo extiende un dedo señalando a JeanClaude sin dirigirle ni siquiera la mirada "puesto a disposición de la justicia para que responda de todo de lo que ustedes pretendan acusarle. Somos gente justa. Aún así, él " y ahora me señala a mi " se viene con nosotros. No hay más condiciones, y tampoco se plantean alternativas. Esto va a hacerse así,, y no hay más que hablar."
Superenfermera tiembla de indignación pero los pistolones en las orejas la inducen a un prudente silencio. Entonces aparecen otros dos tipos de blanco que parecen clones de los anteriores y en menos de lo que se tarda en explicarlo atan a Superenfermera como a una morcilla y la dejan sentada en una silla. Algo en su mirada furiosa me dice que ha quedado mucho mejor atada de lo que lo hizo la rubia, pero tampoco puede expresar su estado de ánimo dado que también ahora la han tapado la boca con una ancha banda de cinta aislante. Ana la contempla un instante como estuviese viendo un cachorro de perro, la da un par de cachetes en un moflete que la hacen merecedora al instante de una muerte horrible a juzgar por la expresión de mi enfermera, y murmura
"Buena chica" después se levanta, contempla el resto de la escena con gesto desapasionado y señalando a JC ordena "Vosotros dos, dejadle inconsciente. Que parezca que ha abusado de todas las mujeres y luego ha quedado KO por una sobredosis de pastillas. Los otros, arrancadle la ropa a todas para dar credibilidad a la historia...empezando por ella." uno de los maromos parece romper su impasibilidad cuando se acerca a Superenfermera y esta lanza un gruñido sordo y amenazador, pero Ana permanece inflexible "vamos, no te estoy pidiendo que te la folles, solo que la dejes con el culo al aire...y tu, gordito, ¿vienes conmigo por las buenas o prefieres que te haga algo horrible para hacerte cambiar de opinión?"
No me hacen falta coacción, es mejor salir de ahí antes de ver el espectáculo de como le arrancan la braga a Superenfermera porque creo que todos los que estemos allí cuando eso ocurra estaremos condenados al exterminio si ella logra liberarse algún día, de manera que sigo a Ana sin mirar atrás ni meditar mucho lo que pueda pasar a continuación...

...ante el chalet de JeanClaude, en el mismo lugar donde la noche anterior dejamos el coche aparcado el Corneja y yo, hay un deportivo plateado con dos maromos más como conductor y copiloto, y otro que nos espera para abrirnos la puerta cuando llegamos hasta allí.
"Primero las damas" dice Ana en tono casi alegre y se cuela la primera, luego el matón me hace un gesto con un dedo y luego paso yo, quedando encajonado entre los dos sin posibilidades de fuga.
"Vamos a casa, chicos" dice Ana con voz suave y el cochazo arranza como un cohete sin hacer apenas ruido.
Casa...la palabra casa me hace pensar con nostalgia en mi vetusto piso lleno de imperfecciones, y hasta en el canalla de Mr. Jones del cual me alegro esté compartiendo piso y lecho con la gata de Gafitas. No han transcurrido ni 48 horas desde que ingresé en "los Feos también follan" echando pestes sobre mi vida cotidiana y ahora me veo echándola de menos. Quien diseñó a los humanos para estar permanentemente echando en falta todo lo que no tienen aunque sea algo que tenían el mismo día anterior, tenía muy mala idea.
Cuando el deportivo arranca en silencio como una nave espacial deslizándose sobre un colchón de aire, tengo que ponerme a gimotear y hipar porque me veo rumbo a lo irremediable.
"¿pero que hecho yoooo, donde me lleeevaaaa? porfavornomehagadañooooooo"
Ana se desliza un caramelo mentolado en la boca y aún contempla la carretera durante unos larguísimos segundos, como para darme tiempo a avergonzarme de mi actitud llorona, antes de responder:
"Como te dije, pertenezco al departamento de atención al cliente. Soy tu asesora personal." luego me mira un segundo de reojo y continua "No te creas que es porque me caigas especialmente bien, la asignación de asesores para cada abonado es un proceso estrictamente aleatorio, y yo me encontraría haciendo exactamente lo mismo si fueses otra persona. Con esto pretendo dejarte claro que no siento por ti ni la menor simpatía, de hecho me estás resultando...muy molesto, no me esperaba encontrar el numerito de las mujeres maniatadas en la casa y todo lo demás. Se han  generado situaciones de dudosa legalidad que en otras ocasiones hubieran conllevado tu eliminación inmediata de nuestra lista de abonados y dejarte a disposición de las autoridades competentes para que hiciesen contigo lo que tuviesen que hacer. Pero, has tenido suerte conmigo "y me dedica una sonrisita de chica tímida que no sé si espera despertar mi simpatía pero desde luego no lo consigue" Me gustan los retos, me gusta planteármelos y luego llevármelos por delante"
"Yo no soy ningún abonado. Ni siquiera me preguntó nadie si quería o no entrar en nómina para el club de los feos, de manera que para lo único que la necesito es para saber como-cojones-salgo-de-esta-mierda."
"Vamos, querido. Hasta hace menos de cuarenta y ocho horas era lo que se considera un paria de la sociedad, se refugiaba en el alcohol para olvidar sus frustraciones, estaba atrapado dentro de un trabajo que no le satisfacía y para colmo su vida sexual era un desastre. Si nosotros no hubiésemos aparecido habría seguido así durante otros veinte años hasta que algo en su organismo fallase por causa de los excesos y le encontrarían muerto como una cucaracha sin familia, sin amigos y sin nadie a quien le preocupase si enterraban su cadaver o si acababa tirado en una cuneta para alimento de perros callejeros. Creo que cualquier opción por mala que ahora le pueda parecer iba a ser mejor que eso. ¿O tiene otro punto de vista que darme para rebatir mi posición?...venga, no se puede quejar, mi actitud es dialogante" ahora rie como una mujer de mundo mirando brevemente el techo del vehículo "Expóngame en cuatro palabras porqué su vida iba a ser más prometedora sin la intervención de nuestra organización y ahora mismo le dejaré en la puerta de su casa y no volverá a saber de nosotros...¿qué me dice?..."
Abro la boca dos o tres veces invocando las palabras para que vengan a mis labios y poder demostrarle a esa zorra el millar de razones por las cuales no necesito que nadie me ponga la vida patas arriba para mejorarla...
...pero termino por no encontrar nada. Vuelvo la vista atrás a la noche ( ¡a anteanoche!, aunque parezca increíble que haya transcurrido tan poco tiempo ) en que con mucho alcohol de más entré en la página de los  Feos y...y puede que sea cierto, puede que haya sentido más en las últimas cuarenta y ocho horas que durante los veinte años anteriores de mi vida. De pronto, si las opciones son "los-feos-también-follan" o quedarme como estaba, me doy cuenta que me quedo con "los feos".
Para ser francos, Ana no aprovecha su victoria moral sobre mi para regodearse, continua con la mirada en el frente y si está esperando a que yo diga algo no da muestras de hacerlo. Tan solo cuando el coche empieza a disminuir la velocidad se vuelve a mi con sus enormes ojos oscuros rebosantes de felicidad y me dice:
"Hemos llegado...Bienvenido a nuestra sede central de Los Feos Tambien Follan..."

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