sábado, 24 de noviembre de 2012

Vuelta al trabajo ( 20 )



"ABRE EL OJO, MARICÓN...¿O ES QUE QUIERES LLEGAR TARDE, QUE TE PONGAN EN LA PUTA CALLE Y NO HAYA SERVIDO DE NADA LA SESIÓN DE SEXO HARDCORE QUE PADECISTE CON TU JEFE?"
"...abueli...¿eres tu?..."
...cuando abro los ojos mi ectoplasma guardián se ha difuminado pero compruebo que ya está amaneciendo y según el despertador tengo todavía treinta y cinco minutos para llegar al trabajo a la hora.
"¡Trabajo!" me digo escandalizado. Todo el infernal día de ayer constituiría por si solo motivo más que suficiente como para pillarse un mes de baja psicológica por estrés y depresión, pero supongo que la abuelita tiene razón, no debo tirar por la borda todo el hercúleo esfuerzo que hizo mi esfinter anal ayer no yendo a trabajar hoy. Además tampoco tengo demasiadas ganas de llevarme una bronca de Gafitas si me encuentra roncando en su sofá a las diez de la mañana, prefiero salir de puntillas y desaparecer para que pueda creer que fui nada más una pesadilla y en realidad no estuvo a punto de ponerle los cuernos a su camionero con un  gordo poco agraciado y alérgico a los chochos como yo.
No me queda otra que salir en uniforme de tenista porque no traje nada más que lo puesto y el transportin de gatos...¡lo cual me recuerda a Mr.Jones!...¿le podrá su amor por mi y se lanzará a mis brazos nada más que le bisbisee un poco o se quedará en los brazos de Princesa?...
No tengo que preguntar, veo asomar su cabeza en lo alto del armario mostrando un gesto de suficiencia como de irse a echar un cigarrito tras una sesión sexual intensa, y comprendo que es en este punto en el que nuestros caminos se separan. El bicho no solo no se debate en la encrucijada de decidir si vuelve conmigo, su amo, o quedarse con la chica, sino  que además bosteza un poco, se lame una pata y desaparece de mi vista allá en las alturas.
"Pues que te den pol culo, piojoso", gruño y me largo de allí rápido y silencioso como un espía de los buenos...

...la ciudad luce tan irritante y vital como todos los días a esas horas: un tráfico del copón, montones de niñitos camino del colegio, amas de casa yendo a hacer la compra y ejecutivos de pacotilla con sus trajes de chaqueta corriendo a dar el callo a una oficina. Normalmente me dedico a puntuar a los tíos con corbata que se me cruzan a esas horas, me vuelvo a mirarles el culo y si tienen un notable alto los incorporo a mis fantasías sexuales cochinas para la hora del bocadillo. Pero hoy no tengo humor para tíos buenos, ayer tuve empacho y hoy me gustaría disfrutar de una jornada normalita y apacible, supongo que fregando retretes a no ser que la sesión sado-maso con el jefe haya logrado que me levanten el castigo y pueda seguir meneando cajas en el almacén. Además agradeceré al Corneja su disponibilidad, ayer le tuve todo el día al cien por cien conmigo, ha ascendido un montón de puntos en mi escala de valores...que carajo, tanto estrés me hace reconciliarme no sólo con él, sino en general con toda mi habitual rutina triste y vacía. La sensación es como la del que se marcha de viaje seis meses y luego llega al hogar, se descalza y se pone sus zapatillas de estar en casa. Tal y como suele ocurrir, no hace falta más que un pequeño revolcón del destino para mirar la anodina vida de uno con ojos de amor y de deseo.
Lo que ya es mucho pedir es que me de tiempo a pasar por casa a darme una ducha y a quitarme el traje de tenista, con lo cual debo entrar tal cual como mi organismo terminó tras la noche anterior.
El primer rollo chungo es encontrarme en la puerta de empleados a la rubia que ayer estuvo primero a punto de agredirme sexualmente en los servicios y que luego estaba en casa de JeanClaude cuando volví con el Corneja. Lleva unos pantalones oscuros holgados, una cazadora vaquera y el pelo con pinta de estar un poco sucio recogido en una coleta. Cuando se quita las gafas de sol y veo que luce un ojo a la funerala ya me huelo que no está allí por cualquier cosa.
Al verme se acerca al trote y me muestra que cojea ligeramente de una pierna.
"¡Eres tu!"
"Oh,si, soy yo, el tío al que tu novio loco estuvo tratando de cargarse durante toda la tarde-noche de ayer"
Hago ademán de seguir andando pero me sujeta por el codo y tira de mi para lograr que me agache dejando la oreja a su altura.
"...no es él,está como poseido" me susurra en tono espectral permitiendo que hasta mi sensible nariz llegue un aliento tirando a ácido "...las tiene a todas en el sótano: a su hermana, a la vecina vieja de al lado con esa puta mejicana que entró en el mejor momento a joderlo todo...y si no me equivoco ahora mismo estará atando como a un chorizo a tu amiga de las gafas para juntarla con las otras."la rubia se carcajea un poco como si se le hubiese perdido un tornillo mientras recibía la manada de tortas que le han sacudido y añade "te ha dado de tiempo hasta las doce de esta noche. Si no apareces, va a organizar una barbacoa gigantesca ahí arriba, jijiji...pero yo que tu no esperaría tanto, porque seguro que va a buscar formas de entretenerse hasta entonces y eso no va a gustarle nada a tus amiguitas"
Yo la contemplo con incredulidad y tengo que preguntar
"¿y todo esto es porque tu novio te puso los cuernos con un tío? ¿tanto se te ha ido la olla?"
"¡No!...¡Todo esto es por tu culpa!...¡todo es porque...!"
De pronto se detiene mirando algo que tengo a mi espalda, me doy la vuelta y...
...es ella, la asesora que anoche me enviaron los feos-tambien-follan y que tan mal rollo me dio.
Lleva el mismo vestido recto blanco sin mangas y el mismo aspecto de acabar de salir de la fábrica de muñecas articuladas. Creo que con un hercúleo esfuerzo logra que las comisuras de sus labios se levanten un poquito en un amago de sonrisa y me tiende la mano de un modo lánguido.
"Encantada de volver a verte. Anoche no tuvimos tiempo de hablar tranquilamente, espero que puedas dedicarme unos minutos porque puede ser importante para......."
......
...el tiempo se inmoviliza un segundo porque tras el hombro de la zorra robótica veo el bar de enfrente, el del Deivid, y ahí está el interfecto con vaqueros y camiseta de tirantes apoyado de forma indolente contra la pared y hablando...¡con Charly, mi jefe inmediato, mi bestia negra!...
...
"...seleccionado por tus cualidades únicas que hasta este momento han permanecido dormidas y solo nosotros hemos sabido desp..."
...
...están riendose, me es dificil reconocer a Charly con esa brillante sonrisa en vez de la expresión que me suele dedicar, similar a la que uno compone cuando se mira la suela del zapato tras haber pisado una caca de perro...
...
..."...ahora, pero pronto descubrirás lo que llevas dentro y hay que despertar, eres el adalid de una empresa BRILLANTE que hemos de acometer pero que es impracticable sin tu..."
...
...me quedo con la boca abierta cuando Charly hace amago de despedirse pero el Deivid le retiene, le pone una mano en el culo para aproximársele y le introduce un par de dedos de lengua en el morro sin pensar en quien pueda estar presenciando el espectáculo.
¡Mi jefe y el camarero del bar de enfrente liados! Eso echa por tierra la teoría de que las personas con gustos comunes tienen una afinidad, porque a Charly y a mi al parecer nos pone el Deivid y sin embargo él no puede verme a mi y yo tampoco puedo verlo a él la mayor parte del tiempo. Sigo sin dar crédito cuando Charly se separa aún reteniendo la mano del Deivid entre los dedos sin duda con la idea de entrar a trabajar, y en como este último aún tiene tiempo de susurrarle algo al oido, a buen seguro una obscenidad que hace reir a Charly pero a la vez también le obliga a reacomodarse el paquete dentro de sus  ajustados vaqueros como si  lo sugerido le hubiese puesto un poco palote.
...
..."...pero¿has escuchado una sola palabra de lo que te estoy diciendo?"
...
...creo que al verme a la puerta de Mercachorbo al Charly se le baja la semierección al momento porque compone la expresión que me dedica habitualmente y al llegar hasta a mi masculla
"Ya sé que tengo que aguantarte hasta fin de mes. Creo que sería buena idea que te fueses cambiando ya y yéndote a los servicios."
"¿Otra vez?" gruño
"Otra vez. Durante toda esta semana vas a seguir allí. "me dedica una sonrisa de hijoputa antes de seguir hablando "puedes cabrearte y despedirte, claro, pero sería tirar por la ventana todo el tiempo que tuviste que estarle comiendo ayer la polla al jefe, ¿verdad?"
Tiemblo de ira y no soy capaz de responder nada porque no sé si será mejor algo sucio y ofensivo o si por el contrario funcionaría mejor algo pelota y arrastrado, con lo cual se ríe suavemente como el que lleva la sartén por el mango y desaparece dentro del edificio.
Tardo unos segundos en ordenar mi cabeza y reparar en que las dos mujeres siguen ahí contemplándome con cara de estupefacción.
"¡No te has enterado de nada!" se maravilla Ana "Eres todavía peor de lo que me había imaginado..."
"No sé que rollito os traeis tu, la trastornada esta y todos los demás" tengo que decirle a la friki esa al fin "pero no voy a tragar. No habeis funcionado, no me he comido una rosca desde que he empezado a aguantar vuestro acoso de pesadilla y por tanto, no voy a mover un dedo en la dirección en que me indicais ninguna de las dos. No, a no ser que..."pienso algo grotesco de puro improbable y añado"...a no ser que me haya podido follar a ese tío que acaba de entrar antes de que finalice mi turno de trabajo...¿capisci?...¿entendido?...¡pues a tomar pol culo las dos!"
Me quedo satisfecho porque ninguna encuentra palabras apropiadas para darme una respuesta condundente, y me vuelvo para iniciar la jornada de trabajo...

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Una velada romántica ( 19 )



Gafitas vive muy cerca de "La Gallina Rosa", en el ático de un vetusto edificio de cuatro plantas sin ascensor, así que no tardamos ni cinco minutos en caminar hasta el portal  sin decir palabra. Supongo que ella pensando si está haciendo bien o no, y yo preguntándome si no será una situación demasiado embarazosa para ambos el tenerme allí, sin pijama y con el traje de tenista que tan gentilmente me cedió el Corneja oliendo a pis de gato y otras cosas peores. Cuando saca la llave y abre la puerta, me echa un rápido vistazo y dice
"Ahora toca subir escaleras..."y luego como si fuese eso lo que en realidad tenía previsto decir, añade casi sin pausa intermedia "...me está pareciendo todo una locura, pero no sé, esa tía que se presentó en la puerta del local me dio tan mal rollo y tu parecías tan asustado...de todos modos el piso de abajo está ocupado por tres tíos que son bomberos y saben que si me oyen gritar tienen que subir al momento para moler a palos al tío que me esté molestando."
"No era necesaria la advertencia. Voy a estar aquí calculo que no más de tres o cuatro horas, luego tengo que presentarme de nuevo en el trabajo. Antes de que te des cuenta ya me habré largado..."
"Ya lo sé, ya lo sé, pero mientras ibas y volvías Marga ha estado comiéndome la cabeza sobre lo peligroso que es meter en casa al primer tío que llega por ahí pidiendo ayuda, y he terminado un poco asustada, eso es todo. Venga, vamos, nos tomamos una copa de vino y luego te estiro el sofá cama para que duermas ahí abrazado a tu minino."
Más vino. Recuerdo fugazmente la apasionada cena con la familia del Corneja, el tempestuoso final y me dan ganas de tirarme de los pelos. Por haberme dejado influenciar por mi complejo de inferioridad, mi temor de herir los sentimientos de mi amigo y no haber echado un polvo salvaje con el Gaetano, basicamente. No me extraña que "los feos tambien follan" me hayan mandado una asistente porque no se explica que con la banda de potros con la que me cruzado hoy y todos dispuestos a tener sexo conmigo, no me haya comido un colín en toda la jornada. Se puede decir que sigo en mi línea habitual de padecer todos los inconvenientes y ninguna de las ventajas de la situación...
...el piso de Gafitas es pequeño y encima está abarrotado de trastos, pero a cambio tiene una hermosa terraza desde la que se divisa un mar de azoteas y antenas de televisión bajo la luz de la luna. A recibirnos sale una gatita blanca con manchas de color café con leche que ronronea al ver a su dueña pero eriza un poco el lomo al verme a mi trayendo nunca mejor dicho gato encerrado.
"No seas tonta, Princesa, estos amiguitos vienen a hacernos una visita y vamos a tener que comportarnos como chicas bien educadas, ¿vale?" dice Gafitas en ese tono que adoptan los amantes de los animales y que se supone debe parecernos entrañable al resto de la humanidad. A mi más bien me induce a pensar que Gafitas es una chica solitaria y necesita algo más que un gato para llenar sus espacios vacíos, pero me lo callo, abro el transportin de Mr.Jones y empleando el mismo tono de memo canturreo:
"Ya puedes salir, chatongo, saluda a tu amiguita."
"Chatongo" sale del transportín como un diablo de tasmania, bufando y arrasando a su paso todo lo que pilla para perplejidad de Gafitas y de Princesa, que le mira no sé si con cara de "pero qué degenerado me han metido en casa" o de "que chico tan divertido". Al no tener más posibilidades de fuga termina encaramado en lo alto de un armario emitiendo un maullido de esos que dan mal rollo e inspiran temor en los que están cerca para escucharlo.
"Pobrecito" dice Gafitas "estará asustado, claro. Vamos a dejarle que se relaje un poco y cuando esté más tranquilo y le ponga la cena a Princesa seguro que baja también a picar algo."
Que lástima, si el ventanal que da a la terraza hubiese estado abierto quizás Mr. Jones habría salido por ahí como una centella, pegado un salto y abandonado el mundo de los gatos como una estrella del puenting, pero Gafitas no hace amago de abrir y yo me dejo caer en el hueco que encuentro en un sofá lleno de papeles y libros escritos en un idioma indescriptible.
"Perdona, son los apuntes de alemán...ahora lo despejo todo, ¿vale?"
Mientras Gafitas recoge por ahí un poco y se va a la cocina a por el vino, Princesa se sube a una mesa cercana y sentada sobre su trasero se dedica a observarme fijamente como si yo no fuese trigo limpio...¿pero qué se han creido estos bichos?...agarro un librito que aún queda a mi lado con la gran mentira en la portada de "EL ALEMÁN ES FÁCIL" y se lo lanzo, con tan buen puntería que le acierto en la cocorota. Princesa abandona su atalaya con un maullido vengativo y sospecho que he sellado lo que va a ser nuestra relación de ahora en adelante pero qué diablos, no voy a hacerme novio de Gafitas ni voy a quedarme a vivir allí ni nada por el estilo, de hecho estoy barajando la posibilidad de que ya que la chica no sabe nada de mi, por la mañana largarme de puntillas y dejarle de regalo el marronazo de Mr.Jones. La idea me hace sonreir un poquito y al volver ella y encontrarme con esa cara de estúpida felicidad sonríe también.
"Vaya, estás más relajado...me alegro" dice tendiéndome una copa y sentándose a mi lado "cuando apareciste por el bar tenías cara de haber pasado un día duro." Luego pasa un ratito forcejeando para sacar el corcho mirando con el ceño fruncido alrededor como si se preguntase donde está su gatita. Pienso en decirle que se metió corriendo al baño, pero no quiero hacer ver que me he prestado más atención al gato de la que merece y nada más sigo con la sonrisa estúpida dejando vagar la mirada por el salón. En una estantería localizo una foto de ella con un macho de primera, enfundado en una camisa que parece a punto de reventar bajo todo el montón de carne prieta que hay debajo, pelo y barba oscuros y ojos claros.
"Caray, ¿ese es tu novio?" pregunto mordiéndome el labio inferior contemplando ese pedazo de potro que sonríe a la cámara mientras la abraza por la cintura "menudo...tio", describo escuetamente para no resultar obsceno ni escatológico.
"Ajá" dice ella llenando mi copa y a continuación la suya "¿a qué es guapo?"
"Uff. Tiene que ser duro tenerle tanto tiempo por ahí con el camión."
"Lo es" responde con el tono de quien está cansado de darle vueltas a una cuestión. Se levanta para poner en marcha el reproductor de música y empieza a sonar una música suavecita e irreconocible de rollo cultureta que desde luego no es nada que yo haya oido nunca en "los cuarenta principales "Pero esto es lo que hay, y por ahora me valen más las ventajas de lo que me pesan los inconvenientes, ¿sabes?"
No, no lo sé, porque mi vida está ausente de inútiles ideas románticas y de cosas que me hagan dar vueltas la cabeza sin ton ni son. Mis vinculos afectivos con otros seres humanos se limitan al sexo en zonas de cruising y sesiones masturbatorias a través de la webcam,por lo cual todo eso de las ventajas y tal se me escapa un poco. Seguramente esa idea promiscua de las relaciones personales me hará entrar en la categoría de "pequeño degenerado", pero no impide que no sepa camuflar mi auténtico pelaje y aparecer ante la gente como Gafitas con una fachada politicamente correcta. De ahíi que no me cueste nada sonreir con fingida ternura y canturrear
"Que bonito es el amor..."
Gafitas agradece la empatía con una sonrisa y vuelve a dejarse caer en el sofá a mi lado, haciendo uso y abuso de mi buen rollo para empezar a contarme una historia interminable de como conoció al camionero y todo lo que vino a continuación. Yo sonrío con los ojos brillantes como si estuviese escuchando sin perderme ripio de todo pero mi cabeza se encuentra a varios kilómetros de altura, dándole vueltas al día anómalo que acabo de tener a consecuencia de "los feos también follan": mi casi expulsión del trabajo, Jean Claude, Frankie, el loco de la capucha y luego Gaetano...un 50% de personas con evidencias graves de trastornos mentales, si vas a ver. Aún así dejo vagar la imaginación planteando un trio virtual con Frankie y Gaetano que me hace incluso salivar un poco más de la cuenta...
...no sé cuanto tiempo llevamos así, ella bebiendo copa tras copa de vino y yo traspasando todas las fronteras éticas y morales dentro de mi cerebro -que para eso están las fantasías-, cuando de repente me contempla con el entrecejo un poco fruncido como si la costase visualizarme con claridad y farfulla
"oh Dios, me voy a arrepentir pero creo que voy a besarte..."
Esto me devuelve a la realidad en un instante, pego un bote como un conejo y exclamo
"¡pero que dices, mujer!...antes de ir más allá debes saber, si no lo sabias ya, que nunca me he hecho un chochito, y por el momento tampoco tengo intenciones de..."
"¿QUÉ?" exclama ella poniéndose también en pie de un brinco y a continuación me vacía lo que le queda de la copa sobre la cara con un gesto violento. Después se lleva la mano a la boca como si no diese crédito a lo que acaba de hacer mientras yo me retiro el vino de los ojos con ayuda del borde de mi camiseta de tenista, se va corriendo a su habitación y desde allí gimotea
"¡tienes que irte mañana!...eres nefasto, sacas lo peor de cada persona...no te quiero aquí cuando despierte."
Aún así tiene un instante de debilidad que dura lo bastante como para tirarme una manta y una almohada con las que pasar lo poco que queda de noche, luego cierra de un portazo y me deja solo en su salón con la musiquilla cultureta y los dos felinos, Princesa y Mr.Jones, intimando en lo alto del armario.
Me pregunto si será verdad, si todo lo que va ocurriendo en el día de hoy no es por culpa de ningun complot  ajeno a mi sino a causa de una facultad innata de mi persona para despertar el caos.
Me da tiempo a preguntarme, además, si Mr. Jones estaría capado cuando aquel jilipollas me lo dejó en casa, y si no es así, lo que puede hacerle a Princesa mientras todos dormimos.
Luego, por fin, me duermo y el mundo se desvanece en un segundo como si alguien apagase la luz.

sábado, 17 de noviembre de 2012

How you met Mr. Jones? ( 18 )



La puerta de mi casa chirría como si se tratase del acceso a las mazmorras, pero sin encender la luz me meto como si fuese un ladrón en mi propio domicilio y digo en voz baja:
"¿Mr. Jones?...¿estás ahí, minino bonito?"
Me jode encender las luces porque es una manera de dar señales de mi presencia allí y en mi cabeza ya hay todo un complot de mafia internacional armado en torno a mi y preparado para cazarme, un complot en el que podría estar mi vecina de arriba y hasta los del camión de recogida de la basura. Así que dejo que mi vista se acostumbre durante unos segundos a la penumbra y después miro a mi alrededor.
El reloj de manillas luminosas que está encima de la tele marca las 03:20 y me entra una repentina angustia por si siendo día de entresemana "La Gallina Rosa" cierra pronto, Gafitas se marchará a casa y yo me veré de nuevo en esa parte desconocida de la ciudad con el transportin de gatos en una mano y un pañuelo en la otra para secarme las lágrimas de desesperación. En realidad siguiendo las indicaciones de mi nueva amiga, no me ha sido tan dificil ni tan largo llegar a mi casa, pero no sé si podré hacerlo igual de rápido en dirección contraria...
...el tiempo de convivencia me hace conocer a Mr. Jones mejor que a mi mismo, y no me cuesta nada encontrarle a la primera espatarrado en la cama con gesto de máxima satisfacción por no tener que compartirla con nadie. Al sentir movimiento abre un ojo sin mover el resto de su organismo para ver qué se cuece en los contornos, pero al comprobar que soy yo emite un suspiro felino de aburrimiento y parece concentrarse de nuevo en su sueño.
"...gatito..." susurro en voz baja con tono que espero le resulte entrañable porque necesito su colaboración "...gatito tenemos que irnos ahora mismo...vas a tener que levantarte y meterte en tu transportin, esto ha dejado de ser zona segura para gatos, ¿entiendes de qué va esto, amigo?"
Si entiende no da señales de hacerlo porque sigue tumbado como si acabase de caer de un avión y hubiese suspendido todas sus funciones vitales. ¿Debo interpretar yo esa actitud autista como un "haz conmigo lo que quieras pero acaba rápido"? ¿O se trata solo de la calma que precede a la tempestad?
Una vez localizado el bicho no me lleva más que un minuto joderme las pantorrilas contra todos los obstáculos que encuentro por la casa en la penumbra hasta localizar el transportin y volver a la habitación, un poco temeroso, hay que decirlo. La última vez que lo he visto está muy reciente, de hecho yo no la he olvidado pensando que mañana todos esos arañazos estarán infectados y supurando pus como solo saben hacerlo los arañazos de los gatos. Cuento nada más con la esperanza de que él no se espere que insista tan pronto después del duro castigo al que me sometió hace solamente unas horas.
"...bueno, ya estoy aquí...¿estás preparado, tienes que coger algo que te apetezca llevarte?..."digo tratando de ser correcto e incluso tierno "¿quieres que nos llevemos tu ratón de peluche?"
Eso es un insulto a la inteligencia de Mr.Jones, pues lo primero que hizo con aquel ratón cuando se lo traje
-esperando que se olvidase de la tapicería de mis sofás y la emprendiera con otra cosa- fue hacerse pis encima y arrastrarlo bajo de una cómoda con el gesto de quien barre algo de su vista esperando no volver a verlo nunca más. Sea como sea la mención del ratón tampoco hace efecto en él pues sigue ahí estirado como una longaniza al parecer en la versión del mundo de los sueños para gatos. Quizás sea cierto que se encuentra tan dormido que no percibe tan siquiera lo que ocurre en su entorno...este pensamiento me hace envalentonarme y aproximarme a la bestia con el transportin abierto esperando que antes de que pueda reaccionar se encuentre con su apestoso culo peludo metido dentro y sin posibilidad de escapatoria.
Cuando estoy frente a él sus ojos se abren de pronto con una mirada salvaje y solo puedo lanzar un gritito antes de empezar la lucha...
...a las 03:45 salgo a la calle con media docena de arañazos nuevos, el uniforme de tenista manchado de sangre y un chorro de pestilente orina gatuna decorando mi pechera. Maltrecho pero victorioso, mientras Mr. Jones encerrado en el transportin demuestra su desesperación con unos espantosos maullidos engolados que deben estar haciendo removerse a los muertos en sus tumbas. Tanto es así que en un momento dado me planto, agarro la jaula para ponerla frente a mi cara y le siseo:
"Como no te calles ahora mismo me acerco al proximo puente y te tiro al rio dentro de tu transportin. Y si crees que voy a lamentar algo aciertas, porque lo que lamentaré será no colocar una webcam dentro de tu jaula para presenciar en directo como te ahogas y luego eres pasto de los peces."
No sé si Mr.Jones entiende el idioma humano pero lo cierto es que se calla y no vuelve a decir ni pio hasta que llegamos los dos ante "La Gallina Rosa". Como yo me temía el sitio está a punto de cerrar, las últimas parejas de chicas están abandonando el local y allí solo queda la mastodonte de la puerta y Gafitas poniéndose una chaqueta sobre el uniforme de cheerleader que le hacen calzarse en su puesto de trabajo.
Cuando me ve llegar el armario empotrado con atributos femeninos lanza un resoplido.
"pero de verdad vas a llevarte a este tio a casa solo porque viene con la jaula del gato. Lo más probable es que haya entrado en un piso a robárselo a una anciana y lo traiga anestesiado para que pensemos que es suyo, ¿a que sí, gatito?" la mastodonte mete un dedo a través de los barrotes y no puedo evitar una sonrisa de satisfacción cuando lo retira al momento protestando "¡Me ha mordido!"
"Ese es mi chico", pienso, pero en su lugar me vuelvo a Gafitas, que parece pensativa como si estuviese un poco arrepentida de su arrebato de generosidad, y le digo
"Bueno, aquí estamos yo y mi gato. ¿Sigues pensando en darnos asilo político o vas a echarte para atrás?"
"No, claro. Es solo que de pronto me parece todo un poco disparatado..."
"SI" irrumpe la mastodonte "porque ya que te fuiste a casa a por el gato, ¿porqué no te quedaste a dormir allí?"
Me cuesta un buen esfuerzo expresarme y sobre todo darle la sensación a esa vacaburra de que por un momento estoy prestando atención a lo que está diciendo. Pero logro encararme con Gafitas y la digo:
"Es verdad, es una tontería. No tengo ninguna razón justificada para no volver a mi casa, solo estoy acojonao pensando en esa especie de secta que me persigue y la tía de antes observándome con los ojos como platos y diciendo que todo lo que iba a hacer iba a ser por mi bien..Quiero pensar que son todo paranoias mías, pero si esta noche no estuviese en un sitio donde pudiesen localizarme, me sentiría más tranquilo. Por mi y por mi pequeño gatito al que tanto amo"
Mr.Jones responde a esta declaración de amor con un maullido amenazador lo cual confirma mi teoría de que a ratos sabe lo que estoy diciendo y puede que eso de que los gatos son alienígenas infiltrados entre nosotros preparando la invasión a gran escala sea cierto también. Pero por ahora tengo bastante con "los-feos-también-follan", así que me encojo de hombros y concluyo
"Si no te convence la idea, nos volvemos a casa y ya está."
Gafitas se muerde el labio inferior, se pasa una mano por el pelo y por fin responde
"Vale, te llevo a mi casa. Solo por esta noche, ¿vale?..."
Hago mi famosa imitación de cachorro alborozado logrando que ella sonría y la mastodonte componga el gesto de ir a vomitar la cena sobre sus zapatos.
"No molestaré nada. De hecho ni siquiera sacaré a Mr.Jones del transportín para que no se afile las uñas en tus puertas" digo "
"¡De eso nada! Tendrá que conocer a Princesa, quizás hagan buenas migas"
"Y también tendrás que conocer a SU NOVIO" gruñe la mastodonte "espero que él esté en casa para poneros a ti y a tu cochino gato de patitas en la calle ya que no puedo hacerlo yo"
"No le hagas caso" me dice Gafitas sonriendo con dulzura "Es conductor de camiones y ahora mismo debe andar por algún lugar perdido de la Europa del Este conduciendo un trailer. Por eso tengo a Princesa, para no sentirme sola en la casa durante esos interminables viajes."
Por un instante visualizo a su novio matando la ausencia con prostitutas polacas de pechos enormes mientras ella suspira y mira a su gato, pero me guardo muy mucho de decir nada porque mastodonte está resoplando y echando humo por las narices como un toro en los toriles. No quiero darle la ocasión de sacudirme un guantazo para luego decirme "oh lo siento" porque presiento que va a conllevar una factura del dentista del copón, solo sonrio comprensivo, abrazo el transportín como si el pellejo malévolo que llevo dentro fuese lo que más quiero en este mundo y espero a que entre las dos apaguen las luces y cierren el chiringuito.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

La Gallina Rosa ( 17 )



El aire nocturno cargado de injustificados efluvios veraniegos y los porros que me he fumado con las hermanas del Corneja me tienen un poco en las nubes, por eso no me doy cuenta de que a mi espalda se escucha el run-run de un vehículo circulando a baja velocidad. Casi a la vez el teléfono móvil lanza un agónico pitido en mi bolsillo y me temo que se ha despertado un instante nada más para mostrarme algún guapo que me pueda interesar.
...cuando me vuelvo a echar un vistazo, me parece reconocer la furgoneta de Frankie y me pregunto como cojones me ha podido localizar, supongo que la puta aplicación telefónica posee algo parecido a un GPS donde los "guapos" puedan localizar a sus feos si les pierden la pista un rato.
Pero no, amigo, no.
Frankie es un macho espectacular y en otras circunstancias diferentes estaría encantado de hacer el perrito y lamerle los tobillos, pero NO puedo olvidar que, dejando a un lado el día superchungo que he tenido, el muy hijoputa me dejó tirado y semiamordazado en la guarida de un psicópata trastornado que al despertarse podría haberme torturado durante una semana en aquel agujero de alguna forma horripilante y liquidarme después. Me llena de ira la forma en que me dejó ahí tirado mientras hablaba con su mujer como si yo fuese un cartón de leche olvidado en el supermercado, y todo eso unido a la cantidad de mala baba acumulada durante la jornada me insuflan un poco de chulería.
- YA TE ESTAS DANDO MEDIA VUELTA POR DONDE HAS VENIDO, JILIPOLLAS. ¿O TE HAS CREIDO QUE DESPUÉS DE DEJARME TIRADO CON ESE TRASTORNAO AHORA VAMOS A ECHAR UN POLVO DE BUEN ROLLO?
En mi proyector de imágenes futuras personal Frankie se baja con su camisa de mangas recortadas a la altura de la axila desabrochada lo justo como para mostrar pecho peludillo y sus vaqueros viejos marcando paquete, se arrodilla ante mi para pedirme disculpas y luego aprovechando la oscuridad relativa del callejón me baja mis pantalones de tenista hasta las rodillas y se lía a chuparme la polla hasta que yo, con el rostro arrebolado por el placer, me acuclillo para devolverle ahora el favor hasta que...
...mi vista se acostumbra a la escasa luz y descubro que no era la furgo de Frankie si no algo de más categoría, puede que un todoterreno o algo parecido, y quien baja del asiento del conductor vestido con un sencillo chandal es...¡el hijo puta de JeanClaude!...
"Vaya, seguro que ya me habías dado por perdido, ¿a que si?" pregunta, creo que sonriendo aunque no puedo distinguir del todo su expresión en la oscuridad "...pero cuando me encapricho de algo, no puedo parar hasta conseguirlo, ¿qué te parece?...¿será cosa de la mala educación?"
No me detengo ni un segundo, salgo corriendo como hacía décadas que no corría, pero antes agarro el teléfono móvil fuente de todas mis desgracias y se lo lanzo con todas mis fuerzas impactando según creo en algún lugar entre su bien delineada nariz y su sensual boca.
"Que te jodan", alcanzo a decirle y luego corro, corro y corro,pasando de una calle a otra vacías y apenas iluminadas por antiguas farolas, hasta que en el siguiente giro veo parpadear la luz rosa y verde de un garito nocturno y me tiro hacia allá de cabeza.
El sitio se llama "La Gallina Rosa" y a la puerta hay una tía más alta que yo vestida de camisa a cuadros y pantalonazos de lona, con unos brazos más anchos que mi cabeza, el pelo corto a lo manolo y cara de muy mala hostia. Intercepta mi entrada a toda velocidad poniendo contra mi pecho una de sus manazas, lo cual consigue que, a pesar de que yo con la inercia y mi peso sea un proyectil dificil de detener, rebote contra la palma de su mano y caiga de culo a la puerta del local.
"Solo chicas" acierta a vocalizar escuetamente tras ese placaje que me ha brindado.
"¿cocococo-como que solo chicas?" chillo indignado mirando de vez en cuando para ver si aparece JC con una navaja barbera en cada mano "¡necesito ayuda, no vengo a buscar plan, cojones!"
"Solo chicas" repite el mastodonte en tono monocorde haciéndome pensar que se trata de una grabación.
"¿Solo chicas? ¿así que esta es la cara amable con la que las lesbianas tratan de mostrarse al mundo? pues mira cuando mañana salga una foto mía destripado a la puerta de tu chiringuito, escribiré en la pared usando mi sangre y un dedo todo lo ocurrido y vendrán a apedrearos"
"Y qué escribirás, una crónica completa o emplearás monosílabos" dice la tía y empieza a carcajearse lanzando una especie de ladridos como de macho morsa llamando a la hembra.
Por suerte una chica de gafas y pelo lacio ataviada con un vestido que podría ser de animadora de futbol americano pero que resulta ser el uniforme de encargada del guardarropa se asoma a la puerta, me echa un rápido vistazo y le dice a la mole:
"Déjale pasar, Marga, ya me encargo yo de él"
La susodicha encorva los brazos ante el pecho como La Masa antes de reventar una de sus camisas y por fin se hace a un lado, no sin rugir
"Si te da algún problema me lo dices, va a encantarme romperle los huevos"
La sensibilidad femenina, ahí la tienes.
La gafitas me levanta del suelo, me sacude la porquería que se me ha pegado al traje de tenista y después de mirarme bien frunce la nariz
"¿No es un poco tarde para echar un partido?"
"Ha sido un día complicado" le contesto porque es mucho mas sencillo eso que empezar desde el principio.
"Ya lo veo" responde y se le dibuja una leve sonrisa que la hace parecer más guapa "Te dejo pasar para que llames a la poli o a quien quieras llamar, pero luego tienes que irte porque si las jefas ven un tío dentro del local, nos vamos a la calle Marga y yo."
Estos tiempos laboralmente turbulentos me hacen reconciliarme un nanosegundo con el mamut de la puerta pues justifica su actitud, pero al ver la cara de pocos amigos que me muestra correteo tras la gafitas sin pararme a darle las gracias por su colaboración.
Aunque más allá se oye el "bum-bum" habitual de un sitio con la música muy alta, en el pasillo de entrada reina una relativa calma y Gafitas se mete tras el mostrador del guardarropa con una sonrisita.
"Bien, ya estoy en mi puesto. ¿A quien quieres llamar? ¿cual es el problema?
Tengo que pensarlo.
En realidad nada me impide llamar a la policía, contarles lo que me ha ocurrido, darles la dirección de JeanClaude y esperar que cuando lleguen a registrar su casa encuentren el sótano lleno de cadáveres de feos desmembrados que han pasado por sus fauces. Pero hay una sensación de locura e irrealidad tan grande en todo esto que me temo que al final todo esto esté resultando una horrible broma que alguien me esta gastando y que la guinda será llamar a la policía para quedar como un capullo cuando todo el mundo ( JC, Frankie, el loco de la capucha y hasta el Corneja ) aparezca para cantarme cumpleaños feliz o qué-sé-yo y me sienta como un auténtico jilipollas por haberme tragado toda la película.
El problema es que yo ¡no tengo amigos"...¿quien iba a montarme un berenjenal parecido para nada?
La Gafitas hace por cruzarse en mi campo visual e insiste
"¿Estás aquí?"
"¡Oh!...¡oh!...perdona...no...estoy bien,solo es que un tío ha empezado a perseguirme y me he asustado, nada más..."
Eso la hace sonreir otra vez con relativa dulzura
"Hombre, igual no quería hacerte daño sino todo lo contrario...pero está bien, quédate aquí un momento, te traigo una infusión y si luego estás más tranquilo te vas, o llamamos un taxi o hasta llamamos a la policia si no te sientes seguro, ¿vale?"
"Vale" murmuro tragando saliva como un pollo ante la guillotina.
La de la puerta frunce el labio enseñando colmillo para demostrar que no piense que puedo contar con ella para nada y me quedo allí con los brazos cruzados y resoplando haciendo como que no siento sus miradas de desprecio.
En esto que la puerta del local se abre despacio, yo ahogo un gritito pensando que será JeanClaude con una katana y que lo siguiente que veré será la cabeza de la mastodonte rodando hasta mis pies, pero no. En su lugar aparece una chica morena con el pelo muy corto, unos encantadores y enormes ojos castaños como de cervatillo y una leve sonrisa en la boca. Lleva un vestidito blanco recto sin mangas ni el menor adorno y los brazos desnudos dejados caer a los lados del cuerpo con una elegancia que resulta natural y no impostada. Ignora al mastodonte babeante de la puerta y llega hasta mi sin descomponer un momento su sonrisa. Me tiende una mano y dice en un tono delicioso:
"Hola. Yo soy Ana."
La marcha del día me hace recular escamado, como es normal, y gruñir
"No conozco ninguna Ana, y tampoco te conozco a ti"
Eso hace gruñir a la mastodonte de la puerta que vuelve a adoptar la pose de Increible Hulk y me ladra "EH, SÉ EDUCADO CON LA SEÑORITA" pero la chica se vuelve un instante, la sonrie dedicándole un rápido parpadeo y la mole se limita a desenrollar un palmo de lengua y menear el trasero.
Tan solo Gafitas, que no sé si será o no lesbi pero parece un poco más inmune a los encantos de la visitante, adopta un tono en cierto modo maternal y me pone un brazo sobre los hombros diciendo
"Creo que si él no da muestras de conocerte deberías explicarle quien eres y porqué le has seguido hasta aquí, ha tenido un día complicado y no se fia de nadie, ¿verdad?"
Cuando dice "¿verdad?" me mira y yo asiento rapidamente, conteniéndome las ganas de sentarme en el suelo y agarrarme a su pantorrilla.
La chica no descompone un instante su sonrisa, me mira un momento y luego mira a Gafitas, con el mismo tono cordial pero me parece apreciar una nota de reto en su voz.
"Lo entendemos. El primer día siempre suele resultar conflictivo para nuestros asociados, pero esa es la razón de que esté yo aquí, para dar asesoramiento y responder todas las dudas que puedan surgir." Luego se vuelve hacia mi con esos enormes ojos que podrían ser de la madre de Bambi y continua "Soy tu asesora personal. Hemos detectado que no has conseguido finalizar con éxito ninguno de tus encuentros de hoy, y es una responsabilidad para nuestro departamento de calidad poner fin a esta...discordancia...lo antes posible."
Por toda respuesta aprieto mi flanco contra el de Gafitas y no digo nada, lo que hace que mi eventual defensora carraspee y pregunte con tono irónico
"¿que tipo de compañía es esta que antes de que soliciten la ayuda aparecen para ofrecerla? Ojalá mi compañía de seguros funcionase igual"
La chica hace de nuevo como que repara de pronto en la presencia de Gafitas de la forma en que alguien repara en una mosca molesta que anda zumbando en torno a su oreja. Cruza los brazos ante el pecho y ni corta ni perezosa le contesta
"Por ahora estamos introducidos en ese campo, pero puede que la próxima vez que vayan a revisarte la caldera te lleves una sorpresa" sonrie resplandeciente pero hasta a mi, que estoy centrado en controlar mis esfínteres, me ha sonado a amenaza. Después la dedica un pestañeo largo y concluye "por favor, de no ser la nueva elección copulatoria de nuestro abonado, te rogaría que me permitieses realizar mi trabajo-"
Gafitas se da la vuelta haciéndome girar también a mi y me cuchichea en el oido
"pero que cosa es esta en la que estás metido"
"te juro que no me he metido en nada, llevo todo el día igual y no entiendo lo que pasa"
"¿de verdad no has hecho nada chungo y por eso te están siguiendo? ¿me lo prometes?"
No sé si la respuesta correcta es "sí" o "no" porque a fin de cuentas fui yo quien entro en la página de los feos y supongo que ese primer paso bastó para desencadenar todo lo que vino después. Y qué diablos, si todo no hubiese salido tan desastrosamente mal me hubiera follado a un equipo de natación, a Jean Claude, a Frankie y hasta al bello Gaetano, pero todo lo que ha surgido ha venido marcado por una extraña fatalidad que no sé si también es intrínseca a "Los feos también follan" o no. Si debo ser honesto con Gafitas no sé qué debo decirle que sea breve para solventar este embarazoso momento, y ella capta que por ahora la única realidad es que no deseo contar con Ana como mi asesora para nada, por lo cual le hace un movimiento a Marga con la cabeza y dice
"La señorita ya se va. Mi amigo agradece su buena disposición pero por el momento no precisa de sus servicios así que, hasta la vista."
La aludida mantiene la sonrisa congelada de un modo inquietante mientras en esos grandes ojos se conjuran tremendas amenazas. La mastodonte hace ademán de tocarle el hombro para empujarla hacia la salida -con gesto de pesar porque sin duda preferiría ponerme a mi de patitas en calle- pero la chica se revuelve como una serpiente y pone una mano frente a la cara de la gran Marga para detenerla
"Ni me toques. No voy a insistir."
La mastodonte parece abrumada porque su evidente deseo no es discutir con la chica sino llevársela al huerto, y se apoya contra la pared para abrirle la puerta de salida. Ana se vuelve para salir pero antes nos lanza  una breve mirada a todos y sonriendo como siempre se despide diciendo
"Seguiremos todos en contacto. No nos gusta dejar cabos sueltos. La tarea bien hecha es la tarea terminada, ya lo sabeis."
Y sin un "hasta luego" desaparece por la puerta.
Creo que los tres dejamos escapar de golpe el aire que teníamos contenido en los pulmones, y es Gafitas la primera en exclamar
"¿Pero quien era esa zorra?"
Voy a contestar pero se me adelanta Marga resoplando como una locomotora
"No, la pregunta es, ¿porqué largamos del local a una tia como esa y en cambio seguimos manteniendo aquí dentro a este gordo?...estaba buenísima, joder...y este antro es de chicas, estamos haciéndolo al revés..."
"Esa chica tenía algo chungo, no sé lo que era" murmura Gafitas pensativa. Luego me mira y pregunta "¿Me puedes explicar despacio de qué va todo esto?"
Remontarme al principio supondría explicarle qué hacía yo la noche anterior buscando páginas sucias de contactos en plan "macho salido busca otro tanto", el amago de apuntarme a "los feos también follan" y luego la manera en que ese suceso ha distorsionado mi realidad hasta encontrarme en el punto en que estoy ahora, esto es, vestido de tenista a la puerta de un club de lesbianas y sin saber donde voy a ir a continuación.
Ese nivel de confusión es el que me hace decir
"...no puedo volver a casa...pero ¿qué será de mi gato?"
Gafitas sonrie con aire maternal
"¿tienes un gatito? ¿y como se llama?"
"Mr. Jones" gimoteo, no porque tenga ninguna preocupación por el susodicho sino porque cada paso que doy en cualquier dirección es un paso que me parece conducir a un terrible abismo.
"Que bonito nombre. Bueno, pues si me demuestras que Mr.Jones no es un producto de tu imaginación, esta noche podrás quedarte en mi casa. Yo tengo una gatita que se llama Princesa, estoy segura de que van a hacer buenas migas."
"Qué me estás diciendo. Que si traigo el gato vas a darme asilo político"
"Algo así. Si una tontería como lo del gato es verdad, voy a poder creerme todo el resto. Pero trae el gato aquí para que yo lo vea, y luego decidimos."
Mientras Marga explica a Gafitas la infinidad de razonables motivos por los que no debería meterme en su casa, yo me paro a pensar si de verdad lo que procede ahora es seguir metido en esta puta locura, irme con el gato a casa de Gafitas y dejarme arrastrar por la corriente o si no será mejor irme a la mia, meterme a la cama, dormir lo que pueda y mañana volver al trabajo con tranquilidad y tratando de olvidar. La parte aterrada de mi mismo expone sus argumentos atropelladamente y casi sin respirar:
"¿Y si esa tia con pinta extraterrestre va a buscarte a casa? ¿Y si en vez de ella va Jean Claude o el pirado de la capucha que te localiza con el teléfono como hizo el otro? ¿Qué vas a hacer entonces?"
Me doy tres segundos para decidir y luego procedo en consecuencia.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Mambo italiano -2- ( 16 )




La tasca de don Bernardo, que al parecer es pariente de la familia y también debió venir desde Italia con todos los demás llevado por quien sabe que estúpido impulso, es un antro que reúne todas las condiciones para ser clausurado de inmediato por el servicio de sanidad. A pesar de eso dentro no hay apenas sitio y otra señora gorda ( la mujer de don Bernardo y creo que la tía del Corneja ) nos prepara una mesa en la calle con unos aceptables manteles a cuadros; luego saca dos botellas de vino tinto sin etiqueta, dos tortillas de patatas, unos tomates troceados, unas aceitunas y termina por sentarse al lado de la mamma del Corneja para charlotear en italiano. La noche continua siendo mucho más calurosa de lo habitual en esta época del año y a pesar de la relativa marginalidad ambiental, me siento bien y tranquilo creo que por primera vez en todo ese largo día. Le echo una mirada de soslayo al teléfono móvil cuando nadie me mira y para mi alegría descubro que por fin la bendita batería terminó, solo veo una pantalla oscura que me da una tremenda paz espiritual. No tengo que temer que cualquier colgado pase por ahí, le pite el cacharro a la vez que a mi y me vea metido en un follón como el de esta tarde. No tengo más que estar allí sentado y contemplar a ese maravilloso macho mediterráneo que es el amigo Gaetano, mientras el Corneja se abstrae de la reunión, chupa aceitunas y mira a las estrellas.
"Bueno, amigo, y como va el trabajo en esa tienda" me dice el chulazo agarrándome el hombro con peligrosa efusividad "...es solo para hombres, ¿verdad, hermano?" le pregunta al Corneja que asiente confuso como si las palabras le llegasen de la dimensión desconocida "...¿per omosessuali, es correcto?"
La mamma se vuelve un instante para contemplar a su apolíneo hijo, luego menea ligeramente el ceño hacia la señora del bar con gesto de "no-te-vayas-del-pico-que-esta-todo-lo-casca" y Gaetano se rie suavemente, de un modo que me hace pensar en telas de raso suave resbalando sobre mi piel, para decir luego en voz más baja "...ya me entiendes, ¿si?"
"Es así" susurro casi atragantado con un trozo de tortilla "tendrías que pasarte por ahí, para un tío con tu planta hay montones de cosas, y de hecho hasta conseguirías un trabajo si echas la solicitud, con ese porte tuyo, uff..."
"¿Ché cosa vuoi dire "planta" y "porte"?" me pregunta con su sonrisa habitual no sé si haciéndose el tonto o porque de verdad no entiende todo lo que le digo.
"Corneja, explícale tú lo que quiero decir, hombre, que me pongo colorado" digo tras vaciar mi vaso de vino de un trago, lo que hace que Gaetano también vacie el suyo y los rellene los dos con una carcajada.
Creo que tras los breves instantes de calma estoy a punto de perder los papeles otra vez, y el Corneja no está haciendo nada por moderar la situación...
...¿qué es lo que viene ahora?

...todavía no ha llegado la medianoche cuando las mujeres se levantan y la mamma nos señala con un dedo y anuncia:
"Tutta la famiglia debe levantarse pronto, no os entretengais mucho aquí ni hagais mucho ruido al llegar, ¿capito?" luego se vuelve hacia mi con gesto de relativa consternación y añade "espero que se encuentre cómodo, no puedo hacer más por usted"
"Estaré estupendamente" digo sonriente porque el morapio ya está empezando a aligerarme la cabeza y contemplo el mundo con una insospechada alegría. 
Gaetano comparte mi buen humor, lanza una risotada y me da un par de palmadas en un muslo, dejando la mano ahí encima a continuación. Le miro, me mira, se sonríe, saca un telefono del bolsillo y hace un gesto de complicidad apuntándome con él.
"Eras tu...en cuanto me asome y te vi supe que eras tu" me susurra en la oreja con esa media lengua suya que me provoca escalofríos pre-orgásmicos sin haberme tocado todavía un solo pelo.
"no, por favor" gimoteo bajito "no me digas que tu también estás metido en lo de los feos...y yo que creí que te había seducido nada más con la ayuda de mis encantos..."
Luego me vuelvo a dar un codazo furioso al Corneja, que continúa navegando mentalmente por el hiperespacio y le digo
"¡pero no te da vergüenza!...¡tu hermano también tiene la porquería esa de los feos!...¿porqué te hiciste el loco cuando te hablé de ello esta mañana?" mi amigo pone cara de estar escuchando hablar en un idioma extranjero y tengo que meterle un poco de presión para ver si reacciona "si te quedas así de tranquilo esta noche vas a tenernos follando a Gaetano y a mi en el mismo colchón en donde tu tratas de conciliar el sueño...¿qué te parece eso?"
El Corneja me desconcierta empezando a lloriquear, lo cual hace resoplar a su apuesto hermano.
"Él es tan...sensibili..." agarra la media botella de vino que aún queda y se levanta ordenando "vamos, todo el mundo a casa. Es hora de meterse a la cama" y me guiña un ojo con un gesto que me inspira una erección instantánea.
Todavía rie y habla a gritos en italiano un rato con el dueño del bar y su esposa antes de despedirse y echar a andar con nosotros de vuelta a la casa. Me ha colocado una mano sobre el hombro mientras andamos, y con el otro brazo lleva al Corneja arrastrando como si en vez de a su hogar lo llevase frente al pelotón de ejecución.
"Ahora, silenzio...las chicas estarán dormidas y tienen muy mal humor si se las despierta" nos susurra cuando entramos a la casa en medio de una total oscuridad.
No veo ni jurar, solo percibo mucho calor y olor a comida, a salsa de tomate y a especias como supongo es preceptivo en la casa de una familia italiana. Creo que el Corneja pasa por delante de mi hacia donde creo que está la escalera para subir al piso de arriba, yo le sigo poniendo una mano en su espalda y al momento Gaetano se pega a mi espalda, logrando que algo duro y caliente que de momento esconde su pantalón se pegue a mi trasero.
"Que hospitalarios sois los italianos" susurro y eso le hace reir en voz baja un rato.
En la habitación las ventanas siguen abiertas de par en par y eso hace que pueda ver algo más gracias a la leve claridad que llega de las farolas y la luna de fuera. El Corneja desaparece me supongo que en dirección al servicio y Gaetano tras dedicarme una sonrisa pícara se despoja en un momento de los pantalones y la camisa, quedando frente a mi nada más que con los tradicionales calzoncillos blancos. El vello oscuro que se riza en su pecho y luego dibuja una línea en su abdomen más abajo de su ombligo, rumbo a regiones ignotas, me hace lanzar un ligero gañido de excitación.
El gran artefacto que de momento a duras penas logra contener la ropa interior, me causa un ligero mareo. ¿Tendré al final que agradecerle a "Los Feos También Follan" las interesantes mejoras que están introduciendo en mi vida sexual?
Seguimos así, uno frente al otro calibrándonos con la mirada y sospecho que tratando de adivinar lo que estamos pensando cuando el Corneja vuelve embutido en un entrañable pijama a rayas, se tumba en una orilla de la cama y vuelto de cara a la pared, trata de ignorar lo que está sucediendo a sus espaldas.
...no sé, tengo que preocuparme un microsegundo por los sentimientos de mi compañero de trabajo: ¿Será politicamente incorrecto que después de haberme dado asilo político en su casa yo agarre y me folle a su hermano, o deje que su hermano me folle a mi?
"Vamos, ¿no vas a quitarte la ropa?...¿o vas a dormir con el traje de tenista puesto?" susurra Gaetano.
El comentario me hace recobrar conciencia de mi propio organismo, porque tanto macho perfecto suspirando por mi me ha hecho creer erroneamente que soy el doble del mísmísimo George Clooney pero sin cerdo vietnamita como mascota, y pensar en desnudarme ante Gaetano dando rienda suelta a barriga, flacideces, polla pequeña y demás imperfecciones me provoca un acceso de pánico.
¿En qué estaba pensando? ¿Quien me he creido por un momento que soy?...
"Si me disculpais, ahora voy a ser yo quien ocupe el excusado" cacareo y me lanzo al trote en busca del  retrete, por darme un poco de tiempo y pensar si el siguiente plan será dejarme follar por Gaetano y bajo qué condiciones ( porque parece que una característica de la que no se informa a los propios "feos" es aquello de que van a "hacer de todo" ), o si me escurriré a la oscuridad exterior, regresaré a mi casa y pensaré qué hacer con mi vida en un futuro inmediato.
Cuando por fin doy con el servicio me encuentro con que allí están en camisón Annunziata y Concetta, las hermanas pequeñas, fumándose algo que por el olorcillo no puede ser otra cosa que un porro.
Al verme aparecer primero componen la pertinente cara de susto y luego se echan a reir.
"¿quieres probar?" me dice una de ellas y me pasa aquello para que le de una calada.
Me parece de mala educación no aceptar, pego una trompada y aquello me va directo al cerebro como si algo invisible me hubiese metido un puñetazo en el mismo centro de mis sesos.
"¡Joder!" exclamo dejándome caer junto a la bañera al lado de las chicas mientras ellas rien alborozadas"¿no teneis que ir al colegio mañana?...porque fumando esto no vais a estar para nada..."
"No hay colegio, es vierrrrnes" susurra una y vuelven a estallar en resoplidos y risitas que intentan silenciar supongo que para que su madre no aparezca a poner orden en el asunto. Luego, recuperando el aliento, me susurra "...tu trabajas tambien en esa tienda..."
"...la de omosessuali..." se carcajea la otra y tardan un poco en volver a estar operativas hasta que me añade al fin "¿tu también lo eres?"
"¿yo?" hago como que me sorprendo con las orejas coloradas "¿como se te ocurre eso?"
"mi hermano dice que todos los que trabajan allí lo son" apunta una muy seria
"¿qué hermano?...¿el Cor...?" tengo que detenerme en seco porque me doy cuenta de que me he metido por el morro en casa del Corneja y la verdad es que no sé como cojones se llama, así que termino por preguntar "...bueno, ¿él lo es?"
"Oh, no lo sabemos...él no habla mucho de nada, ya sabes" dice la que parece más mayor tras dar una larguísima calada y echar el humo por la nariz con gesto draconiano
"Pero Gaetano sí, ¿eh?...ese sí es omosesuale, ¿no?" las pincho, y vuelven a morirse de la risa.
"Gaetano nooo sabe qué quiere" dice al fin una de ellas "él tuvo una novia, una puttana spagnola, nadie era demasiado bueno para ella, ¿verdad Concetta?" la aludida está liando otro porro y asiente con severidad mientras sigue concentrada en la tarea "pero a ella le gustaba Gaetano, le gustaba...fare l'amore todo el tiempo con él y a cambio le compraba ropa cara, perfumes, tu sabes, ¿no?...él era un poco su puto...pero mi hermano, esa testa di cazzo no tuvo mejor idea que ¡meterse en la cama con el marido de la puttana!...¿imaginas?...ella se presentó aquí y ese dia fue ¡la guerra!..."
Yo, que tras la inhalación de marihuana he perdido un poco el norte, ya he dejado de sentir el culo frío y solo acierto a pedir que me pasen el porro esperando a que Annunziatta termine la historia, pero en ese momento, claro, irrumpe en el servicio Gaetano, aún resplandeciente en calzoncillos pero con cara de mala hostia.
"¿Que pasa? ¿Que haceis las dos aquí?¿Quereis que despierte a la mamma?
"¡Vai a fare darte nel culo, Gaetano!" bufa Annunziatta demostrando que conserva los conocimientos más profundos del italiano básico "stiamo parlando, che cosa ti succede?"
El bello Gaetano lanza un gruñido, luego se vuelve hacia mi, me tiende una mano y ordena
"Andiamo a letto!"
"Quiere decir que os vayais a la cama" traduce Concetta burlona "Cuando está muy cachondo se le olvidan el idioma y las convenciones sociales"
En el cuarto de baño se desencadena sin más ni más una bronca increíble, no tarda en llegar la mamma y toda la familia se lía a dar gritos allí a excepción claro está del Corneja, a quien encuentro tapado hasta arriba como si quisiese ausentarse física y espiritualmente de lo que le rodea.
"...eh...me voy a marchar, ¿vale?" le digo en voz baja tratando de parecer sensible y logro que saque un ojo de debajo de la colcha para mirarme interrogante "...te agradezco tu hospitalidad pero empiezo a sentirme el puto señor del caos, allá donde voy se desencadena una movida, así que creo que donde mejor voy a estar es en mi casa o sentado en el banco de algún parque esperando que se haga de día...
El Corneja menea la cabeza negativamente, no sé si pretendiendo decir que no me vaya o que lamenta que todo haya sucedido así, pero tampoco hace amago de levantarse cuando me pongo en pie y me largo de allí
Mientras cruzo el camino de entrada, algo de porcelana, al parecer el vaso de los cepillos de dientes, pasa a un centimetro de mi oreja izquierda y se estrella contra mis pies. Me vuelvo incrédulo y veo a Concetta con el rostro sofocado asomarse un momento y exclamar un "Scusi!" antes de meterse de nuevo en la refriega...
Por increíble que nos parezca la realidad, esta siempre llega un paso más allá para dejarnos con los ojos como platos...
La noche es plácida, las estrellas son mucho más visibles de lo normal y cuando empiezo a vagabundear tan solo los gatos callejeros se cruzan conmigo lanzando roncos maullidos...

La imagen de cabecera de hoy es de una artista llamada Lisa Prisk ( cuando existe posibilidad trato de no olvidar mencionar la fuente ).
La banda sonora para este mediterráneo capítulo, Connie Francis.
Los desvaríos, un servidor, jajaja...

lunes, 5 de noviembre de 2012

Mambo italiano -1- ( 15 )





Conduzco carretera abajo de vuelta a la ciudad que conocemos en un absoluto silencio roto nada más por los pequeños hipos del Corneja recién recuperado de una crisis de llanto.
"Macho...esto es una puta realidad virtual...esta mañana llegaba al trabajo hecho una mierda como siempre pensando que iba a ser otro día más como el resto de los días y de pronto, ¡zas!, han pasado doce horas y estamos en una ciudad que parece una ciudad distinta, y el mundo se me ha puesto patas arriba. Bueno, patas arriba a mi pero también a ti, ¿eh?..." le echo un vistazo a mi amigo, parece que ha dejado de hiperventilar y ahora tiene los ojos cerrados pero bajo los párpados veo moverse sus globos oculares a gran velocidad como si estuviese teniendo unos sueños-REM muy chungos "...no sé, con todo esto me parece que lo mejor será que me instale en tu casa una temporada, ¿qué te parece?"
Eso le hace reaccionar, pega un gran brinco y empieza a menear la cabeza negativamente diciendo "n-n-n-n-n". Me preocupa, quizás el Corneja haya perdido la lengua en algún momento de su existencia por causas que no logro imaginar y resulta que si no se expresa no es por ser el bicho raro que es en realidad, sino porque le faltan las piezas necesarias para la vocalización correcta.
"¿Qué me quieres decir?...¿que no quieres que vaya a tu casa?...porqué, ¿te esperan allí una mujer y siete pequeños cornejitas y no quieres que sepan donde trabajas?...venga hombre, cuando quiero puedo ser un tío superpoliticamente correcto, no te voy a hacer sentir vergüenza, en serio. Sea una leal esposa o una madre dominante, van a estar encantadas conmigo...oh, pero por el camino deberíamos pasar por mi casa para recoger a Mr.Jones...no hay que dejarse engañar por su rollo de autosuficiencia, en el fondo es un gato terriblemente dependiente, ¿sabes?"...la luz de horror que veo encenderse en los ojos de mi amigo me indigna un poco porque a fin de cuentas, acabo de salvarle el cuello, me he jugado la vida con la marimacho mexicana para sacarle las castañas del fuego y no esperaba una reacción tan miserable. Por fortuna soy el que conduce y aunque me cuesta un rato llegar a la parte de la ciudad que reconozco, no tardo ni veinte minutos en parar delante de mi portal.
"Espérame aquí, no tardo nada" le digo, luego mordiéndome el labio inferior como si de verdad me doliese, saco las llaves del contacto y añado "...¿has visto en que triste lugar se encuentra nuestra confianza mutua ahora mismo?...cree que me duele este gesto, pero en este momento no puedo confiar en ti, de verdad".
Luego salgo zumbando y entro en mi casa pensando en coger unos calzoncillos limpios, el cepillo de dientes y a Mr. Jones metido en la jaula transporta-gatos.
Cuando el interfecto ve el aparato y mi sonrisa meliflua deja de lamerse la pata y me contempla con un gesto fijo que no soy capaz de interpretar.
"¡hola gatito!" digo tratando de sonar festivo y jovial "¡tengo una gran sorpresa!: vamos a irnos unos días de vacaciones a casa de un amiguito, ¿qué te parece?...le encantan los gatos y practicamente me ha suplicado que te lleve conmigo para disfrutar juntos de tu compañía...¿a que es todo precioso?"
Felinos, ¿quien los entiende?
Diez minutos después me voy de mi casa dejando al puto Mr.Jones encaramado en un armario y maullando como si le hubiese metido el mango de un paraguas por el culo, cuando soy yo el que sale con unos cuantos espeluznantes arañazos en las manos y uno muy feo que va desde mi sien izquierda a la mitad de la mejilla del mismo lado.
El Corneja me contempla con una expresión que raya en el horror mientras me limpio la herida de la cara con un pañuelo y le ladro
"VALE¿ESTÁS CONTENTO? ¡NO HAY GATO, A TOMAR POL CULO EL GATO! ¿ES ESO LO QUE QUERÍAS? PUES YA LO TIENES, ¡MIERDA!"
Vale, es verdad, a veces soy un tío muy jodido de aguantar, pero es que he tenido un día malo de narices, ¿ o no ?
...el Corneja, ahora al mando de su seiscientos,  se interna en una parte de la ciudad poco recomendable que siempre he considerado repleta de chulos, camellos y fulanas, pero al cabo de dar muchas vueltas terminamos en una calle con casitas adosadas a una lado y a otro provistas de un minúsculo jardín en la parte delantera, viejos faroles que sin duda fueron colocados allí en la época de la postguerra y un montón de gente sentada en bancos en la calle, buscando sin duda alivio del calor.
"Coño, que pintoresco" digo por decir algo pues en realidad no sé si aquel lugar me inspira sentimientos de curioso costumbrismo o de degradación social. Por segunda vez en el mismo día transito por partes de la ciudad por las que nunca había andado y que me hacen pensar en lo aferrados que estamos a nuestras rutinas y nuestros caminos diarios,tanto que cuando me aparto de mi sendero habitual me siento como si transitase por un lugar en el que nunca he estado. La calle no es muy larga y el Corneja termina por aparcar de cualquier manera más o menos hacia la mitad frente a una casa que en ese momento tiene todas las ventanas abiertas y todas las luces encendidas. Justo en ese momento una robusta muchacha morena con una ceñida camiseta negra y unos vaqueros sale por la puerta también abierta con cara de ir echando chispas y detrás una mujer madura, más entrada en carnes aún y con el pelo recogido en un penoso moño vocifera
"SI TE VAS A LA CALLE AHORA VAS A DORMIR AL SERENO ESTA NOCHE, ANTONIETTA"
"VAAALE YA ENCONTRARÉ ALGUIEN QUE ME META EN SU CAMA, MAMMA, ¿ESTÁS MÁS CONTENTA ASÍ?"
"¡PUTTANA! SI TU PADRE LEVANTASE LA CABEZA NO ME RESPONDERÍAS ASÍ"
"QUIERES DECIR SI MI PADRE LEVANTASE LA CABEZA DE LA ALMOHADA DE LA ZORRA CON LA QUE SE FUE A VIVIR, ¿VERDAD MAMMA?"
La mamma, que sujeta hasta ese momento un cazo en una mano, se lo lanza a la morena la cual lo esquiva con agilidad dejando que impacte contra el capó de nuestro seiscientos. Al oir el "clonc" parece vernos por primera vez, sonríe agitando los dedos y dice en tono cantarín
"¡buenas noches, hermanito!"
Luego sale corriendo dejándonos con la vigorosa mamma soltando lo que supongo son palabras horribles en italiano a un par de metros de nosotros.
"...eh...¿esa señora es tu mamá?" le susurro al Corneja que contempla la situación con su gesto habitual de estar dentro de algo que le está superando "...pero no me habías dicho que tenías ascendencia mediterránea, hombre..."
La mamma repara al fin en el coche, le pega una patada a la puerta del conductor y grita
"¿Y TU DONDE HAS ESTADO TODO ESTE TIEMPO? ¡TENIAS QUE HABERME LLEVADO AL SUPERMERCADO! AHORA TENDRÁS QUE CENAR PAN DURO Y LECHE AGRIA, ¿QUÉ TE PARECE ESO?"
Me parece el momento oportuno para salir y hacer gala de mi don de gentes, con lo cual me apeo del vehículo, sonrío espero que seductoramente y digo
"Buenas noches, señora...soy un amigo de su hijo, me ha ofrecido generosamente quedarme a dormir esta noche con ustedes mientras terminan de hacerme unas cositas en casa...encantado de conocerla"
La mujer pone los brazos en jarras como si no diese crédito a lo que está escuchando, luego se agacha para ponerse a la altura de la ventanilla del conductor y vocifera
"¿PERO EN QUÉ ESTÁS PENSANDO? ¿EN QUÉ MOMENTO OLVIDASTE QUE NO DISPONEMOS DE HABITACIÓN DE INVITADOS? ¿VAS A METERLE A COMPARTIR LA CAMA CONTIGO Y CON TU HERMANO GAETANO? ¿O LE DEJARÁS DORMIR CON TUS TRES HERMANAS?"
Estoy pensando en retirar mi autoinvitación y buscarme una pensión económica aunque solo sea por hoy dada la situación de overbooking que parecen padecer en el hogar del Corneja. Pero en ese momento un chulazo de revista con el pelo engominado hacia atrás y vestido nada más con una camiseta blanca de tirantes y unos tradicionales calzoncillos del mismo color se sienta en el marco de una de las ventanas de arriba, me hace un saludo militar con tres dedos y luciendo una resplandeciente dentadura me dice
Buona notte!...ese Gaetano soy yo, piacere di conoscerti..."
Me vuelvo a mirar al Corneja con ojos desorbitados por el pozo de sorpresas que está resultando ser mi anodino compañero.
"¿ese pedazo de tio es tu hermano?" le siseo en la oreja "¿pero como has esperado tanto tiempo en presentarme a la familia?"
Por la otra ventana asoman dos sonrientes jovencitas también morenas que le dicen algo en italiano a Gaetano, este las contesta rápido y todos se echan a reir, incluida la mamma.
"Bueno no piense que soy una incivilizada, puede usted pasar y ya veremos como nos apañamos, siendo todos chicos no les importará dormir juntos ¿verdad?"
"Pero antes les llevaré al bar a cenar algo, no creo que le apetezca mucho tu pan duro y tu leche cortada" dice Gaetano desde ahí arriba logrando que todos rían menos la mamma
"¡NO ME PONGAS A PRUEBA, LAS MUJERES DE MI FAMILIA PODEMOS IMPROVISAR UNA COMIDA A PARTIR DE PRACTICAMENTE NADA!" le grita a ese sueño de hombre que no creo comparta ni un diez por ciento de patrimonio genético con el Corneja "...pero está bien, id al bar y si de paso ves a la zorra de tu hermana tráela agarrada de una oreja, ¿va bene, cielo?...estoy muy mayor ya para todo esto..."
El Corneja sale del seiscientos con gesto de ir a asistir a su propio funeral mientras su madre se vuelve a meter en la casa y Gaetano desaparece de un ágil salto sin duda para ponerse algo de ropa. Yo tengo que chasquear la lengua y darle una pequeña colleja a mi amigo.
"Vamos hombre, no voy a dejarte en feo, soy una persona politicamente correcta y puedo presentarme en cualquier sitio sin avergonzar a nadie...qué familia tan interesante tienes...¿quien iba a decir que tenías ascendencia italiana?..."
El Corneja se deja caer contra el coche con gesto exhausto y por un cruel instante estoy deseando que me diga que se queda a dormir y que me vaya yo con Gaetano a practicar sexo salvaje donde nos apetezca hasta que salga el sol. Pero no, resiste, y aguanta el tipo ahí hasta que sale Gaetano con una camisa blanca y unos vaqueros turbadoramente ajustados al frente de sus dos hermanas y al final también la mamma, todas con vestidos floreados y enlazadas por el brazo.
"Esta es mama como sin duda ya sabrás, y estas son Annunziata y Concetta, las hermanas pequeñas" me presenta Gaetano con esa sonrisa que hace rato ya ha roto el elástico de mis calzoncillos "Vamos a ver si don Bernardo nos prepara algo de picar, ¿okey?"

...creo que no recuerdo ningún día de mi vida tan largo...

sábado, 3 de noviembre de 2012

María ( 14 )



Momento de humillante confesión: vuelvo al coche intentando arrancar y largarme de allí ignorando a la abuelita, pero como era de esperar no están las llaves y echar a correr como una rata carretera abajo solo es justificable esgrimiendo una absoluta falta de principios que ande poniendo por delante mi afán de supervivencia. Entonces...
...¿entonces qué? ¿qué oportunidades tiene un gordo blanducho y con la fortaleza física de un bizcocho caducado contra un bestia como JeanClaude? Sonaba ruin pero la opción de bajar y avisar a la poli era la más razonable porque si me meto yo también ahí a rescatar al Corneja no vamos a salir ninguno de los dos. ¿Qué hacer?...
...de no muy lejos, flotando en el cálido aire nocturno, me llega una musiquilla muy retro que alguien está escuchando en la siguiente propiedad aledaña a la de JC.
Zas. La solución intermedia.
Voy a casa del vecino, llamo a la poli y luego le convenzo para que coja un arma ( la peña que vive por aquí arriba SIEMPRE tiene armas en casa porque quien si no se atreve a vivir ahí arriba sin nadie cerca que pueda oir tus gritos si la cosa se pone chunga ) y volvemos a salvar al Corneja, metiendo de paso al trullo a JC por secuestro o qué-sé-yo-qué-indebido.
"Ese muchacho tenía la cara de color morado...¿no podrías mover un poco tu gordo culo y trotar un poco?" murmura Abuelita, y aunque siento ganas de llevarle la contraria corro, sobre todo porque es cuesta abajo y si me descuido puedo hasta dejarme rodar.
Tardo más de la cuenta en llegar a la puerta del siguiente jardín, el silencio de esta parte de la ciudad roto nada más por el canto de los grillos hace que las cosas suenen pareciendo estar más cerca de lo que están en realidad, pero a cambio encuentro el camino de entrada libre y con las puertas abiertas, no tengo que negociar mi acceso lo cual ya es un punto positivo.
Esta casa también es de una sola planta, hay grandes ventanales entreabiertos aunque no se ve ninguna luz y ahora escucho más claramente la música...
"¡Eeeh!...¡Necesito ayuda!...¿hay alguien ahí?" grito a una distancia prudencial porque he visto las suficentes películas de terror como para sopesar la posibilidad de que algún terrible virus se haya infiltrado en la conciencia colectiva mientras yo yacía en aquel sótano y ahora la humanidad entera esté transformada en una raza de asesinos psicópatas.
En lugar de un loco con careta de futbol americano y una motosierra, aparece una ancianita con camisón rosa y una linternita en una mano. Si no fuese porque esta tiene cara de buena persona, podría haber sido mi mismísima Abuelita...
"¿Qué le ocurre, joven? ¿Puedo ayudarle?"
La tía lleva en brazos un perrito blanco pequeño de esos que te joden las defensas y te hacen pensar que   son ellos los que necesitan protección y no al revés. ¿Porqué no ha salido un gordo con cara hijoputa y un bate de beisbol en la mano dispuesto a reventarme la cabeza?
"Hummm...nada...no pasa nada, señora...¿está usted sola? ¿vive con alguien alto y fuerte que sepa manejar armas de fuego?"
"Oh, cielos, no. Mi asistenta mexicana es bastante grande y fuerte pero ahora está dormida y no me gustaría despertarla..."
"Bueno, entonces nada, perdone que la moleste" empiezo a decir pero luego puede más la nenaza que hay en mi y me arranco "...HIII, LA VERDAD ES QUE TODO ES HORRIBLE, ESE HOMBRE VECINO SUYO TIENE PRISIONERO A MI AMIGO Y NOS HA AMENAZADO CON HACERNOS ALGO HORRIBLE, TIENE QUE AYUDARMEEEE..."
"¡Pobrecito!...¡pero tranquilícese, verá como algo podemos hacer!...¿está diciendo mi vecino?...¿ese joven tan guapo y encantador?"
Estoy en un tris de lanzarme a sus brazos a gimotear cuando escucho el sonido de un arma al amartillarse, me vuelvo y veo a una razonable doble de Salma Hayek pero treinta centímetros más alta y con veinte kilos más de peso, también en camisón y enarbolando una escopeta con la que está apuntando a mi cabezota.
"¿Puedo ayudarla, señora? ¿Esta intentando algo con usted ese pervertido?"
 Avanza hasta colocar la boca del cañón en la entrepierna de mis pantalones de tenista y gruñe
"¿No es un poco tarde para jugar al tenis? ¿Se te ha perdido la pelota?"
La viejecita resopla como si estuviese avergonzada, le tira de un flanco del camisón a la mujerona y murmura
"Maria, tenemos que hablar..."luego me sonrie como si estuviésemos en una reunión social "¿nos disculpa un minuto?"
Las dos mujeres se alejan a deliberar entre ellas con apasionados cuchicheos mientras yo sopeso la idea de empezar a caminar dando pasos hacia atrás hasta estar lo bastante lejos como para que ellas se enteren y echar a correr carretera abajo, hacia la ciudad.
Sí, dejando al Corneja ahí arriba. Porque él al menos morirá como un héroe por rescatarme pero yo, ¿en qué lugar voy a quedar yo muriendo a manos de JC antes o después de que le maten también a él?...
No tengo tiempo ni siquiera de empezar a recular porque la ancianita se acerca con una sonrisa y me dice
"Bien, María se ofrece a acompañarle a casa del vecino para ver que está sucediendo...seguro que tiene que tratarse de un malentendido, pero por si acaso Maria llevará su escopeta, ¿qué le parece?"
"...oh...hum...estoy abrumado por su confianza y su generosidad, señora..." digo y puedo escuchar claramente a Maria mascullar "vaya pico tiene el tio" pero la abuelita no la oye y rie poniendo los ojos en blanco
"No se preocupe...me recuerda usted tanto a mi nieto...ojalá él se animase a subir a verme de vez en cuando"
Mientras montamos a un flamante todoterreno encañonado todo el rato por María, acierto a susurrar
"¿Y donde está ese nieto descastado?...que vergüenza tener olvidada a una señora tan encantadora..."
"Trabajando de chapero en un tugurio de la costa...no me extraña que se le recuerdes, está casi tan gordo como tu, aunque creo que no es ni la mitad de feo" contesta Maria sentándose de copiloto y poniéndome el cañón de la escopeta en la oreja "ahora arranca y conduce despacito hasta la casa de arriba. No me extrañaría que ese hijo de la chingada esté metido en alguna mierda, al revés que mi señora conozco perfectamente al vecindario y no me dejo engatusar por la cara de bobo que pone ese tío las pocas veces que nos hemos saludado..."
Esta  mínima conversación me deja claro que al menos en ella, si no un aliado, tengo una mujer armada con la que hago frente común. Si pillamos a JC por sorpresa es bastante fácil que salgamos victoriosos...
Quedo asombrado ante las dotes interpretativas de mi compañera pues cuando aprieta el botón del interfono abandona el tono de perra que ha utilizado conmigo hasta ahora pasando a un tono "mexicanita-desvalida" que me enternece hasta a mi.
"Discuuuulpe, señooooor...soy la chica que trabaja para su vecinaaa...¿podría darme unas aspirinas?...la señora esta malita y no puede pegar ojooo..."
Apenas escuchamos el zumbido de la puerta al abrirse mi acompañante vuelve a adoptar su actitud de Terminator femenino, carga la escopeta y entra a grandes zancadas por el camino de entrada, con la melena oscura al viento y una mirada en los ojos como de estar poseída por un demonio azteca.
Cuando JC abre la puerta con una sonrisa de jilipollas se queda de piedra al ver primero a mi aliada circunstancial apuntándole a los huevos, y después al descubrirme a mi con gesto de sencilla superioridad saludándole con los deditos.
"BIEN, TIENES DIEZ SEGUNDOS PARA SACAR AL COLEGA DE ESTE TONTO DEL CULO DE TU CASA Y DEJARLE MARCHAR O TE VUELO LOS HUEVOS Y A PARTIR DE HOY TENDRÁS QUE FOLLARTE A TU PUTITA RUBIA CON UN CACHARRO DE GOMA"
La putita rubia, que en ese momento daba saltitos en sostén sobre un sofá todavía con el disco de Madonna, se queda congelada al vernos llegar como si fuésemos el advenimiento de una plaga.
JC tarda una eternidad en reaccionar, luego simplemente abre la puerta del todo, agarra algo y nos tira al Corneja maniatado a nuestros pies.
"Todavía no habíamos tenido oportunidad de conversar, vecina" le dice a mi acompañante con sonrisa de caimán "pero bueno, ahora que nos conocemos ya pasaré alguna noche a charlar los dos a solas..."
Maria interpreta eso como un comentario de mal rollo porque avanza como un trolebus, golpea a JC en los morros con la boca del arma y grita
"¿ME ESTÁS AMENAZANDO, BLANQUITO?¿ESTÁS INTENTANDO CONSEGUIR QUE VIVA ACOJONADA PENSANDO QUE VAS A PONER TU SUCIO CULO PALIDO EN LA CASA DE MI SEÑORA PARA HACER TRIUNFAR EL PODERÍO DEL HOMBRE BLANCO? PORQUE SI ES ASÍ ME PREGUNTO QUÉ ME DETIENE PARA VOLARTE LA CABEZA AHORA MISMO Y AHORRARME TONTERÍAS"
Compruebo con satisfacción que JC se hace un poco de pis en los pantalones mientras la rubia chilla y corre de un lado a otro del salón. Yo desato al Corneja, lo desamordazo y susurro
"Ves como soy un colega...otro cualquiera te hubiese dejado aquí tirao, pero yo soy un tío de principios, te lo he dicho..."
El Corneja continua haciendo aspavientos como si tuviese en la epiglotis algo muy gordo que tragar y acierta a menear los dedos simulando el meter una llave en algo. Mi prodigioso intelecto no tarda en captar la indirecta y susurro a mi terrible protectora
"...necesitamos las llaves de nuestro coche...este tío las cogió cuando secuestró a mi amigo..."
Maria levanta una poblada ceja en gesto interrogante y JC de inmediato se mete la mano al bolsillo y me tiende las llaves del seiscientos.
"E-e-era solo una broma entre amigos" le acierta a decir a Maria con la escopeta rozándole el morro "no hacía falta todo esto, en serio"
Ese comentario parece despertar la imaginación de mi protectora porque se vuelve hacia la rubia contemplándola como si tuviese algo feo y verde asomando por la nariz y ordena
"TU, LELA. VE A BUSCAR ALGO PARA ATAR A TU AMIGUITO."
"¡p-p-p-pero yo soy una mujer maltratada, no tengo porqué sufrir esto!" cacarea. Aún así algo en la férrea expresion de Maria la hace vacilar y por fin salir trotando para buscar algo con lo que maniatar a JC. Debemos conformarnos con un par de cinturones con los que inmoviliza sus muñecas y sus tobillos, y una vez ha terminado, María la empuja a golpecitos de cañón hasta un armario ropero en el dormitorio de JC donde la encierra, da vuelta a la llave y tira la susodicha a la piscina. Solo entonces se vuelve hacia mi y el Corneja, y gruñe
"Ahora largo. Si vuelvo a veros cerca de la casa de mi señora, primero os volaré los huevos y luego llamaré a la policía, ¿entendido?"
No nos hace falta más recomendacion, montamos en el coche del Corneja, yo al volante pues le percibo alterado por la situación vivida, y salimos zumbando de ahí, dejando a María con la escopeta una mano y un inquietante rictus en el rostro que me hace pensar si no terminará por prender fuego a la casa de JC dejando que él y la rubia se achicharren ahí dentro para eliminar testigos...