lunes, 31 de diciembre de 2012

¿Es el final? ( 33 )


A decir verdad, tras todo ese movidón, todo va fatal.
Ignorando quejas, súplicas y berrinches de mi abuela fantasma, me encierro en casa con la escalofriante compañía de una caja de doce tetrabriks de vino tinto chungalí, veinticuatro paquetes de salchichas de frankfurt, tres botes de ketchup y cuatro bolsas de panecillos. La idea es hacer un retiro espiritual depurando  cuerpo y espíritu a base de una dieta espartana de tinto peleón y perritos calientes. He calculado que a seis perritos y tres cartones de vino diarios puedo soportar las condiciones de aislamiento durante cuatro días, cuatro días que me den tiempo a reflexionar y pensar que es lo siguiente que quiero hacer con mi vida.
La experiencia con "los feos..." no ha sido precisamente un placer, he pasado dos días de un puteo a otro, sin comerme un colín y encima he terminado sintiéndome peor con mi vida de lo que me sentía al empezar, quizás por el sentimiento de haber estado a punto de alcanzar un cambio que al final se ha quedado en agua de borrajas.
En parte echo un poco en falta a Mr. Jones porque aunque los aislamientos son justo para eso, para aislarse, pues nunca está de más tener un organismo vivo al que tirarle la zapatilla cuando se cruza por delante o si uno se ve muy mal, al que darle conversación. Lo echo en falta porque temo el desenlace, sé que tras cuatro días encerrado sin ducharme ni salir sustentado a base de alcohol y preparados cárnicos de baja categoría lo más probable es que la última noche sienta deseos de subir a la azotea y pegar un salto para poner una distancia de un montón de pisos entre el mundo y yo, y si tuviese a Mr.Jones siempre me retendría la idea de que alguien le encontrase famélico, pulgoso y desquiciado y perdiese ambos ojos al abrir la puerta de mi domicilio para rescatar mis efectos personales. Ahora que no tengo que temer por terceras personas y el puto gato está alimentado y practicando sexo diario con una congénere, nada me impide cortar con todo y saltar por los aires gordo como una garrapata, y seguro que cuando impacte contra el pavimento el charco a mi alrededor no será de sangre sino de tinto cutre.
"Adios, mundo" le digo al descansillo de la escalera antes de enclaustrarme.
Al segundo se abre la puerta de mi vecina de descansillo que se asoma con los rulos puestos como debe ser y una bata rosa guateada.
"Perdone, ¿ha dicho "adios Facundo"?
Le lanzo una mirada que espero le resulte desquiciada y le anime a retroceder, pero solo cierra un poco más y me dice a través de la rendija
"Es que mi abuelo se llamaba Facundo y pensé que quizás estuviesemos teniendo una experiencia ultrasensorial conjunta, ¿me entiende?" luego como yo no reacciono, porque no sé si me está vacilando con lo del facundo y porque hay ciertas cosas que le pillan a uno con la guardia baja y no sabe qué decir, añade "es que le he escuchao hablar a menudo con su abuela y me consta que ahí dentro no tiene ninguna abuela, solo ese gato que nos deja sordos aullando cuando se queda solo en casa, ¿me entiende?...entonces no sé si usted también se ha sentido en una realidad ultrasensorial y ha visto...cosas, ¿entiende?"
La fugaz imagen de Mr. Jones aullando en soledad me causa cierto desasosiego, sea por la razón alto improbable de que me echase en falta cuando no estaba en casa o la mucho más posible de largarme dos días dejándole con sus pocillos de comida vacíos. No he sido buena persona, y también debo reflexionar sobre eso durante mi retiro...aún así tengo un instante de humor para decirle a la cotilla
"...¿usted tambien ultrasensorializa?...cielos entonces debería tener cerrada la puerta...he conseguido echar a Facundo de aquí pero si se ha metido en su casa...oooh, rezaré por usted, amiga mía, rezaré por su alma inmortal..."
La vecina compone gesto de alarma, hace unos cuernecillos con los dedos y susurra
"¿estamos hablando de...?"
Asiento fúnebre
"Ajá. No del cabecilla, pero le va a traer de cabeza, se lo aseguro."
Vecina-Cotilla cierra de un portazo y la oigo chillar
"¡AHORA MISMO VOY A DEMANDARLE AL AYUNTAMIENTO POR CONTAMINAR LAS VIVIENDAS DEL EDIFICIO CON SUS ESPÍRITUS INSALUBRES! JODER, ¿DONDE TENGO LAS ESTAMPITAS DE LA SANTA Y EL AGUA CONSAGRADA?"
El cariz de la conversación ha animado a mi abuela ectoplasmática a materializarse en el descansillo con una cara bastante más chunga que la última vez que la vi.
"Lo siento abuela, pero esto tengo que arreglarlo solo. Pásate por casa de la vecina, dile que eres una virgen o algo así  aunque no haya quien se lo crea y que vas a mantener su casa limpia..que no quiero más marrones sobre mi conciencia..."
Abuela me enseña el dedo corazón con un corte de manga muy poco adecuado para una mujer de su edad y se desvanece en una nubecilla de humo sin dejarme una sola palabra de aliento.
Por tanto, me encierro, echo los trancos de la puerta, desenchufo los teléfonos, bajo las persianas y escondo todos los relojes debajo del fregadero tras el cubo de basura, para olvidarme del día en el que estoy y que el mundo se olvide también de mi. Además arranco el cable de la antena de la tele para que el aislamiento sea perfecto, nada más dejo el video operativo para ver mientras me intoxico la colección de todas las temporadas de Star Trek y Doctor Who.
Me quedo en pelotas con una refrescante sensación de libertad, abro el primer tetrabrik de vino y dejo que el tiempo fluya...
...
...
...
...en un indeterminado momento del espacio-tiempo parpadeo con rapidez en medio de no-sé-qué aventura del Doctor, pego un brinco y solo consigo llegar al cuarto de baño por los pelos para regurgitar una poco apetecible mezcla de tinto, ketchup y salchicha masticada.
El último cartón de vino acaba de extinguirse, por lo cual calculo que debemos haber superado ya el cuarto día de clausura. Es más, me ha dado la sensación de pasarme horas con el vaso medio vacío en la mano ultimamente, lo cual habrá prolongado la duración de mi reserva alcohólica y quizás me tenga sin saberlo yo en un estado de postración física...¿me estaré excediendo?...¿estaré haciendo demasiados equilibrios en la fina barrera que separa la vida de la muerte?...
...gateo a cuatro patas hasta la ventana, subo la persiana y debe ser por la mañana, a juzgar por la intensidad y cualidad de la luz del día. Emito un gañido perruno al sentir la luz solar penetrar como un cuchillo hasta mis retinas, luego paro el video, enchufo el teletexto y veo el día y la hora:
Las diez de la mañana. Y solamente 36 horas despues de mi bajada de persianas...
...pensar que en ese tiempo me he ventilado los doce cartones de vino y todo ese montón de salchichas baratas me hace gatear hasta el baño de nuevo para terminar de vaciar el estómago...luego ¡Si!, luego esa sensación de haber echado todas las toxinas retrete abajo me hace sentir un poco renovado, tanto es así que  primero recojo la montaña de porquería que he organizado junto al sofá, después paso la escoba, la fregona y a continuación me meto en la ducha con el agua hirviendo durante casi un cuarto de hora seguido...
Ahí fuera me aguarda Abuela haciendo calceta sentada en una butaca invisible que flota a un metro del suelo.
Al verme salir con mi albornoz y la cara lavada compone un gesto de conmiseración y suspira.
"HIJO MIO, HIJO MIO, QUE VOY A HACER CONTIGO....TIENES PREDISPOSICIÓN GENÉTICA PARA CONVERTIRTE EN UN SACO DE MIERDA Y VEO QUE NO VAS A PARAR HASTA CONSEGUIRLO, Y VEO TAMBIÉN QUE YO VOY A TENER QUE ESTAR AQUÍ SENTADA CONTEMPLANDO EL ESPECTÁCULO HASTA QUE EL BUEN DIOS TENGA A BIEN LLEVARME A SU VERA PARA GOZAR DEL ETERNO DESCANSO Y LOS AÑOS SIN FIN DE DICHA...¡Y CONSTE QUE HE DICHO "BUEN" POR DECIR ALGO, PORQUE ESTO NO SE LO HACE UNA BUENA PERSONA A UNA MUJER DIFUNTA Y JUBILADA!, SUPONGO QUE ESTE PURGATORIO SE DEBE A  HABERME ALEGRADO DE LA MUERTE DE TU ABUELO DESPUÉS DE QUE SE FUNDIESE SU PATRIMONIO Y EL MIO INVITANDO A GÜISKIS A TODAS LAS PUTAS DE LOS CONTORNOS Y PAGANDO SUS SERVICIOS PARA QUE LE HICIESEN COSAS QUE NI SIQUIERA UNA MUJER CATÓLICA PERO LIBERADA COMO YO ESTABA DISPUESTA A HACER"
Mi reciente catarsis me tiene las emociones a flor de piel y supongo que es por eso por lo que todas estas tremendas revelaciones me hacen ponerme a lloriquear como una nena y sentarme bajo mi abuela levitante mientras gimoteo
"¿y que voy a hacer ahora?...seguro que a estas alturas me he quedado sin trabajo, sin amigos y la única alternativa va a ser lo de subir a la azotea y..."
"POR FORTUNA EL SEÑOR CUIDA DE TODAS SUS CRIATURAS, INCLUSO DE LOS JILIPOLLAS COMO TU, Y CREO QUE TE VA A CONCEDER UN DON" dice Abuela mirando interrogante al techo "...SI DE ESTA NO SALES BIEN ME TRANSFORMARÉ EN POLTERGEIST, ME METERÉ EN LA CALDERA DEL GAS Y HARÉ ESTALLAR LA CASA CONTIGO DENTRO, ASÍ ACABAMOS DE UNA VEZ POR TODAS Y DESCANSAMOS TODOS: DIOS, TU Y YO, ¿CAPISCI?"
Apenas tengo tiempo de articular palabra porque acto seguido empiezan a golpear la puerta de mi casa con violencia y una voz de machote grita:
"¡Policía!...¿Hay alguien ahí?...¡Abra o echaremos la puerta abajo!"
Cuando uno ve las películas no es capaz de adivinar los sentimientos turbulentos que recorren el cuerpo del protagonista cuando oye estas palabras desde dentro. Yo solo pienso en lo que me va a costar arreglar la puerta si ese animal me la jode con un par de patadones y me apresuro a chillar
"¡Ya voy, ya voy!"
...no estoy preparado interiormente para escuchar la siguiente voz ahí fuera que suspira:
"¡Joder!...¡entonces está vivo!"
Pues sí. Cuando descorro los cerrojos y abro la puerta, me encuentro a dos descomunales policías de ajustados uniformes azules y cara de pocos amigos, y tras ellos...¡el Charly, mi jefe!...
Parece ciencia-ficción cuando se escurre entre los dos y pega un resoplido como si estuviese aliviado de verme antes de decir
"...perdona toda esta movida, es que estaba convencido de que las habías palmado aquí dentro y como tenía  idea de que vivías solo pues ufff, no podía dejar de darle vueltas a la cabeza..."
Yo estoy, como se puede suponer, estupefacto. Charly lleva los vaqueros viejos habituales y una camisa blanca un poco desabotonada dejando ver los pelillos de su pechera. En sus ojos, que lucen una extraña luz entre verde y azul, no adivino ni cólera ni la habitual expresión de trastornos gastrointestinales que compone al verme aparecer, al contrario, parece aliviado y...y raro!
"Y-y-yo no me he encontrado muy bien estos dos días, por eso me he quedado en casa" acierto a responder "Lamento todo este follón por mi culpa..."
Charly se vuelve hacia los agentes del orden con una seductora sonrisa que les obliga a descomponer un poco el ceño.
"Les agradezco muchísimo su ayuda, de verdad. No sé como compensarles..." luego se hurga en el bolsillo trasero y saca dos papelitos dorados y le tiende uno a cada uno explicando "...son dos bonos para 50 euros de compra gratuita en nuestras instalaciones de Mercachorbo. Seguro que encuentran algo que les gusta."
"Oh, no podemos" dice el uno pero el otro coge los dos billetes y ataja "...le estamos muy agradecidos...si no lo quieres tu ya haré yo buen uso de ellos...¿no has oido de los slips "Invisible-Estimulation"?...mi mujer me regaló unos por nuestro aniversario y cada vez que me los pongo..."por fin repara en que seguimos allí y se lleva a su compañero a rastras gritando "...ha sido un placer, para eso estamos, caballero, y muchas gracias por el detalle"
Charly no se va con la policía, no, de hecho se queda ahí y sigue mirándome como si yo fuese el protagonista en calzoncillos de un anuncio de Jean Paul Gaultier. Como no me expreso, termina preguntando
"¿Puedo pasar?"
Oh, no, no puede pasar. ¿Qué se ha creído?
"Tu compañero también estaba preocupado por ti. Deberías llamarle para decirle que estás bien" dice un poco confuso porque sin duda esperaba que le flanquease el paso a la primera.
"Oh, lo haré, claro que lo haré...cuando vuelva a verle, claro. Supongo que habré perdido ya mi puesto de trabajo, ¿no?"
"¡Ni hablar!" contesta dando un par de pasos al frente que me hacen recular y gracias a lo cual consigue meterse en mi casa "Me he asegurado personalmente de que te hagan un contrato por seis meses a prueba, he tenido que pelear un poco con el jefe de personal pero tampoco mucho, en cierto modo te tiene aprecio, jeje, ya sabes."
"Esto no me cuadra. Hace dos días estabas suspirando por sacarme de allí y ahora ¿intercedes por mi?...¿qué es lo que ha pasado? ¿qué ha cambiado?"
Charly me agarra por las solapas del albornoz y me atrae hacia él permitiéndome aspirar su fragancia habitual y por debajo el perfume más cálido de su cuerpo.
"...que desde lo que pasó el otro día en el almacén, cuando ese loco nos interrumpió, no he podido parar de pensar en ti...yo también recuerdo lo que te decía hace dos días, pero ahora...no sé, me has vuelto loco..."
Su boca jadeando ligeramente a escasos milímetros de la mía me nubla el raciocinio y no soy capaz de decir lo que de verdad pienso, pero por mi cabeza cruzan como rayos las imágenes de Ana echándole aquella cosa en la cara, y su promesa de que iba a cumplir lo que me había dicho que iba a ocurrir...
Las opciones son dos: resistirme, mantener el polvo en el aire para asegurar la tensión dramática, mi puesto de trabajo y esa deliciosa sensación de tener un pedazo de tio como Charly babeando por mi...o echar un polvo ( El Polvo, para ser exactos ), y arriesgarme a que después se rompa el hechizo y todo vuelva a ser como era hace cuarenta y ocho horas...pero por otro lado ¿y si aguanto, se rompe el hechizo igualmente y me quedo sin polvo y sin curro? 
"AVE QUE VUELA, A LA CAZUELA" apunta mi abuela desde un lugar invisible, y estoy de acuerdo con ella...
Aprieto mi pelvis contra la de Charly, que ahora tiene las dos palmas de sus manos sobre mi trasero y murmuro
"...tu también me tienes loco a mi..."
... el resto, ciencia-ficción...

...a una indeterminada hora de la noche, unos insistentes aullidos me sacan de un profundo sueño. 
Charly duerme a mi lado, ¡en mi cama!, y la suave luz de la luna que ilumina su rostro revela una ligera sonrisa de felicidad en su expresión.
Todo es demasiado maravilloso para ser cierto, y esos terrible sonidos son un preludio de que poco a poco vamos aterrizando de nuevo en la realidad.
Cuando abro la puerta de la casa, encuentro un transportín para gatos que se menea como si tuviese un demonio de Tasmania dentro, y una nota encima que sin duda es de Gafitas con las palabras:
"A CADA UNO LO SUYO"...
...Mr. Jones...

Definitivamente, estamos de vuelta...

FIN

¡Muy feliz año a tod@s!

domingo, 30 de diciembre de 2012

A toda pastilla ( 32 )



Como no, la primera en entrar es Superenfermera, embutida en un descomunal traje de camuflaje que supongo estará sacado directamente de las pesadillas de Chuck Norris. .
Le gotea un poco la comisura de los labios cuando ruge llena de rabia:
"Vamos a ver...nos habíamos quedado en no-hace-falta-que-te-la-folles-basta-con-dejarla-con-el-culo-al-aire. Querida, creo que si alguien hubiese empleado tiempo y dinero en buscar una frase con la que anular todos mis sentimientos humanitarios y despertar mi cólera, no habría encontrado nada tan efectivo como eso."
Ana palidece sensiblemente al ver semejante tanque ataviado de guerrillero apuntando en su dirección y por un momento da muestras de haber perdido esa educada locuacidad que la caracteriza. Da media vuelta y echa a correr hasta detrás de la mesa de su despacho, desconcertándonos a mi y a Superenfermera porque ambos habíamos pensado que iba a plantarnos un poco más de cara. Sin embargo una vez allí compone su cara de monjita vendiendo pastas y dice con una sonrisilla:
"Perder una batalla no es perder la guerra. Además creo que esto voy a dejarlo en "empates" por decirlo de algún modo... Un saludo, amigos"
Superenfermera me mira un instante con evidente embarazo y me susurra
"Lo siento conejito pero me temo que voy a ser un poco brusca, esa muchachita saca lo peor de mi cada vez que abre el pico...lo comprendes, ¿verdad?"
No sé qué decir y tampoco tengo tiempo para ello, porque Superenfermera se lía a tiros contra el despacho y toda la impresionante mesa se va desmantelando poco a poco a medida que va recibiendo balas a una velocidad que calculo de ciento ochenta por minuto. Sin embargo creo que el ataque comienza una milésima de segundo demasiado tarde porque antes de que la primera bala salga del arma de mi rescatadora, un cilindro de luz azul ha envuelto a Ana y se ha volatilizado delante de nuestros ojos.
El resto de las chicas llegan un momento después y Gafitas, casi atractiva en su modelo de guerrilla, grita
"¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ? ¿PORQUÉ TODO EL MUNDO SE ESTÁ LARGANDO CAGANDO LECHES?"
Junto a ella está la asistenta mexicana montón de chunga que ya tuve ocasión de conocer, sumamente inquieta mientras la rubia y la hermana de JC montan guardia en la puerta mirando hacia todos lados.
"ESTA PASANDO ALGO, LA BLANCUCHA FLACA NOS VA A JODER, TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ AHORA"
Superenfermera me mira a mi como si yo tuviese una explicación al respecto y no me da tiempo a encogerme de hombros porque la voz femenina impersonal y sin inflexiones de Ana anuncia:
"...atención, atención..."Destruction-Mode" activado...amiguitos, espero que tengan tiempo para poner el culo fuera de nuestras instalaciones y poner distancia suficiente entre sus organismos y el edificio porque de lo contrario este mensaje que de momento solo es un "hasta la vista" tendría que ser un "adios" definitivo..." apenas se han oido las palabras destruction-mode Superenfermera me agarra por el pescuezo y echa a correr arrastrándome sin esfuerzo bajo su robusto antebrazo mientras el mensaje sigue sonando por los pasillos...ahora todo está oscuro salvo una luz roja intermitente que parpadea sobre las puertas y los accesos a las escaleras "...me gustaría disfrutar de su fallecimiento de un modo más íntimo y cercano que no sea a través de una simple explosión, por eso les rogaría a todos que se diesen la mayor prisa posible porque en menos de...oh, solo dos minutos y cuarenta y cinco segundos ya...tras ese plazo que sigue disminuyendo según estamos hablando, unos dispositivos explosivos ingeniosamente dispuestos por mi equipo de seguridad estallarán y el edificio se hará polvo sobre si mismo en una demolición controlada...claro que a pesar de garantizar con nuestro esfuerzo que se minimizarán los daños hacia el ambiente circundante, es descartable la supervivencia de cualquier organismo vivo que se encuentre en este momento en el interior..."
Se me ocurren cosas que decir pero estoy siendo arrastrado de la manera ya mencionada y en mi tráquea presionada queda el espacio justo para aspirar limitadas cantidades de oxígeno Superenfermera corre a una sorprendente e inquietante velocidad dadas sus dimensiones físicas, y no se entretiene en dejar escapar mas que un par "que te jodan" mientras Ana sigue su perorata desde quien sabe donde
"...en cuanto a ti, muchacho, ¡lamento tanto que no hayas podido dar ese paso decisivo para abandonar la vida de mediocridad en la que estás atrapado!...vi en tus ojos que estabas dispuesto, has estado a un paso, a un milímetro de poder cortar con tu vieja y ruinosa vida para comenzar una nueva experiencia junto a nosotros...eso es lo que tendrás que agradecerle a tus amiguitas si lograis salir a tiempo de mis instalaciones..." ...no sé cuanto nos queda pero lo cierto es que tras un descenso demencial a saltos por la escalera, estamos en el vestíbulo y Superenfermera sigue tirando de mi cuello como si yo fuese su conejo de peluche y no un organismo viviente con necesidad de respirar, de hecho creo que ha olvidado que lleva una persona bajo el sobaco dada su manera de moverse...pero la puerta ya está ahí, sí..."...de todos modos quiero dejarte un mensaje de esperanza: como te dije antes, esto solo es una batalla, la guerra no está perdida, y quien sabe si en un futuro no muy lejano tu y yo podemos seguir nuestras negociaciones en el punto en que las habíamos dejado, ¿recuerdas?...¿recuerdas?..."
No hay tiempo para más, ya estamos corriendo por el camino de entrada, yo aún estrangulado bajo el brazo de Superenfermera, Gafitas y la rubia arrastrando a un JC totalmente zombi y la mexicana mascullando maldiciones espeluznantes al frente de todos nosotros y gritando "VAMOS-VAMOS-VAMOS"...
...una especie de suave temblor sacude la tierra, se escuchan una serie de pequeños estallidos mucho menos estruendosos de lo que yo me esperaba y el impresionante edificio de "Los Feos También Follan" empieza a caer sobre si mismo, levantando una nube de polvo que en un segundo nos nubla la visión dejándonos sin ningún tipo de referencia...
Yo, a pesar del estrés de la carrera, del susto y de la demolición, solo puedo pensar en las últimas palabras de Ana...en que todo ha terminado abruptamente y yo vuelvo a quedar en el punto en donde estaba cuando todo esto empezó, es decir: a punto de que me pongan en la calle en el trabajo, con nulo éxito profesional, sentimental y personal, ni rastros de masajista particular al que humillar ni encantadora esteticista quitándome los pelos de la nariz con una sonrisa, nada del apartamento con todos los gastos pagados en el que iba a revolcarme a placer con los tíos más impresionantes de la ciudad...
...todo eso al garete...
Quizás por eso cuando Superenfermera por fin me suelta el gaznate y pregunta lo de "¿está usted bien, cachorrito?" doy una patada al suelo, suelto un par de tacos y me marcho de allí, cubierto de polvo, de vuelta mi vida...
...mi mediocre vida...

sábado, 29 de diciembre de 2012

I'd be surprisingly good for you - ( tentación ) ( 31 )



Las chicas están empezando a amartillar sus armas y JC está llorando como un cachorro asustado porque se ve como víctima a inmolar en el sacrificio. Creo que incluso los guardias están empezando a poner cara de preocupación y cuchichean unos con otros dejando un poco en entredicho el poder de Ana en todo este asunto. Puedo ver dilatarse una vena entre sus cejas producto sin duda de la furia mientras su cerebro parece trabajar a toda velocidad pensando cual será su siguiente jugada.
"¿De verdad van a asesinar a esos hombres y demoler un edificio nada más por no poder llevarse a esta miseria de individuo?" dice por fin haciéndome levantar una ceja, porque no seré tanta miseria cuando ella misma ha organizado este tinglado para tenerme justo donde estoy ahora, ¿no?.
"No será tanta miseria si se ha montado todo este follón para tenerlo en este sitio" dice Gafitas demostrando que, además de tener los dos un gato, compartimos transmisión de pensamiento.
Ana ríe secamente.
"Tonterías. No sabeis cuantos como este tengo ya circulando por ahí,ni cuantos me quedan aún por descubrir. Es prescindible, no tengo necesidad de sacrificar ni mi personal ni mis instalaciones por algo tan insignificante. Mantengan la calma y en unos minutos estaremos abajo él y yo."
Las chicas dan muestras de júbilo pensando estarse saliendo con la suya pero Ana, me supongo que con la voz en off, se vuelve hacia el guardia que aún sigue en la puerta y dice con voz alegre y cantarina:
"Bloquead los accesos y aislad el vestíbulo. Después ejecutad el plan de emergencia número cinco."
"Sí, señora" dice el cagueta y sale corriendo mientras yo chillo más que pregunto
"¿Cual es ese plan de emergencia? ¿No sería más sencillo devolverme con ellas, ya que resulto tan insignificante?"
Ana sonríe resplandeciente
"Estamos jugando, querido, No conviene que ellas sepan el poder de las cartas que tengo en la mano, como por ejemplo tú. Ese argumento las ha convencido, ahora creen que tienen la sartén por el mango como decís vosotros, y cuando uno se confía se vuelve vulnerable. Cuando les caiga el primer golpe no van a saber de donde viene."
"¿Qué es el plan número cinco?" insisto temeroso de lo que pueda ocurrir a continuación.
"Liberaremos un gas en el vestíbulo, un gas de defensa. No es letal pero provoca parálisis temporal e incapacidad de comunicación con el entorno. Como verás soy más pacífica que tus amigas, no voy a cargarme a nadie, solo voy a neutralizarlas, y después todos juntos dediciremos cual será el siguiente paso a seguir. ¿Qué te parece?"
No digo ni pío porque Ana se ha vuelto hacia mi para contarme todas esas monsergas y no está viendo lo que veo yo. Algo no ha convencido a Superenfermera porque ha visto salir zumbando del vestíbulo a todos los guardias, está gritando y de pronto todas las chicas están echando a correr desapareciendo del plano de la cámara y dejando nada más al pobre y bello JC con cara de estar chillando como un ratón al verse abandonado....
"Ahora te ofrezco una copa de mi mejor oporto mientras discutimos los términos de nuestra relación, ¿qué me dices?" continúa diciendo Ana de vuelta a su mesa  y poniéndose a rebuscar en un armarito que parece un mueble-bar "Yo no bebo pero creo que a ti puede encantarte..."
Yo no la estoy prestando mucha atención, totalmente absorbido por la película que se está desarrollando ahí abajo: ahora, mientras el vestíbulo se llena de una neblina blanca, JC ha empezado a boquear como un bacalao fuera del agua y se ha contorsionado un poco para quedar luego como si las hubiese palmado pero con unos inquietantes ojos desorbitados. De las chicas no hay ni rastro...¿habrán salido a tiempo de ahí abajo?
"¿Qué te parecen unos cacahuetes?" sigue Ana haciendo como que todo está ya solucionado "...vamos, no te tortures a ti mismo viendo el espectáculo, como te digo el gas no es letal pero los efectos secundarios pueden ser desagradables a la vista. Si te sirve de algo te diré que mañana estarán todas perfectamente y con la única secuela de haber olvidado todo lo ocurrido las últimas cuarentayocho horas...¿ves? No somos tan mala gente como tu piensas..."
La densidad de la niebla en la pantalla termina por hacer imposible distinguir nada ahí abajo, y es en ese momento cuando Ana vuelve hacia mi sosteniendo dos copitas con una enorme sonrisa de victoria.
"Es algo aparatoso, pero en menos de una hora el propio gas se neutralizará en combinación con el oxígeno atmosférico y apenas quedará algo de humedad en el suelo y las paredes. Vamos, no me hagas este desprecio...un brindis por el comienzo de una fructífera relación."
Me vuelvo a cogerle la copita y la choco con la suya, tembloroso porque no soy capaz de imaginar la magnitud del chocho que se puede llegar a liar.
"Venga no pongas esa cara" ríe divertida devolvíéndome un rápido chin-chin "En estos tiempos que corren para tu país este trabajo que te ofrezco es un regalo: practicar sexo con los hombres más atractivos que puedas encontrarte a través de nuestra red, una fabulosa dieta personal para que puedas cubrir todos los gastos que te ocasione el rol social que tu labor requerírá, todo un equipo de esteticistas, entrenadores y estilistas para hacerte sentir bien contigo mismo en la medida justa que tu mismo quieras, y si lo deseas, un apartamento dentro de esta misma torre con todas las comodidades y todo pagado durante el tiempo que dure nuestra relación contractual. ¿Qué me dices?"
"Que me parece mucho por no hacer más que poner el culo" respondo tras vaciar mi oporto de un trago "¿donde está la letra pequeña del asunto?"
Ana sonrie y vuelve al bar a por la botella de oporto para echarme otro traguito.
"No hay letra pequeña. Nosotros te ofreceremos los perfiles con los que nos interesa que interactues y tu procedes en consecuencia. Ni siquiera estarás obligado a decir siempre que sí, los estudios nos demuestran que el resultado es mucho mejor si el sujeto, en este caso tú, procede con libertad y sin presiones....vamos, ¿qué más quieres?"
"Hummmm...¿acostarme contigo?" digo malicioso nada más por ponerla a prueba.
Ella se monda de la risa olvidada del cotarro que tiene preparado por ahí. Me da un afectuoso apretón en un brazo como si fuésemos dos viejos amigos y responde
"Vamos, sé que no ibas a pedirme eso ni aún cuando yo estuviese dispuesta a eso. Pero..."ahora se inclina sobre mi y sus labios rozan los pelillos de mi oreja haciéndome estremecer al responder"...si te gustó el masajista, me basta apretar un botón para convertirle en tu perro y lograr que haga todo lo que se te antoje por sucio o perverso que sea. Y eso vale para él o para cualquier empleado de este edificio...¿qué me dices?...¿ya estás imaginando algo?"
...por mi mente cruzan terribles imágenes en las que me siento sobre la cara del masajista separándome al mismo tiempo los cachetes del trasero mientras con una pequeña fusta castigo su miembro erecto...luego parpadeo con rapidez para volver a la realidad y veo el rostro de Ana casi sobre el mío con una sonrisa cómplice.
"...así me gusta, que fantasees sobre tus posibilidades y luego te convenzas a ti mismo de que no son solo eso, sino que puedes llevarlas a la práctica...¿qué me dices?...¿hablamos de negocios?"
Joder.
Ya sé que en apariencia esta tía es marciana o algo parecido y que con mi ayuda parece que pueden crear una especie de fragilidad o desequilibrio que va a ayudarla a sus planes auténticos, sean cuales sean...pero ¿cuando se me ha presentado a mi una oportunidad así?...
Yo, el eterno perdedor, el que nunca destacó en nada y ni siquiera fue lo bastante malo en nada como para llamar la atención sobre su persona. 
Yo el invisible del que la gente se olvida cuando está delante, el fracasado social, el hombre sin futuro ni expectativas, el tio sin amigos que siempre pensó que era mejor estar solo que mal acompañado porque no había ni Dios que aguantase a su lado. 
Yo, el paria, el desheredado, el olvidado, el tío tan cutre y anodino que es demasiado gris hasta para dar pena. 
¿Porqué iba a tener que devolverle a la Humanidad nada cuando la Humanidad lo único que parece agradecer a propósito de mi persona es que sea maricón y de esta manera mis mediocres genes no se perpetuen? ¿Porqué no voy a aceptar esta oferta y vivir aunque sea un tiempo limitado como el triunfador que nunca he podido ser?...¿QUE LE DEBO YO A NADIE?...
Me devora el deseo de venganza, el ansia de pisotear, humillar y ningunear como yo he sido pisoteado, humillado y ninguneado. Descubro que aunque no me ofreciesen ni el apartamento de luxe ni la esteticien, desearía hacerlo igual solo para hacer sentir a todos mis semejantes al menos por un día todo lo que yo he sentido en mis carnes durante toda mi triste existencia. Y si luego el mundo revienta y ardemos todos en llamas o somos convertidos en cubitos de caldo para sopas instantáneas alienígenas, seré el primero en felicitarme por el éxito de la misión.
Así que tras esos segundos de ausencia vuelvo a fijar la vista en Ana y pregunto:
"¿Donde hay que firmar?"
Ella sonríe resplandeciente, me rellena mi copa, yo la sonrío, me la llevo a los labios...
...y de pronto la puerta se abre de un empellón a nuestra espalda, y mis planes de exterminio y aniquilación se van en un segundo a tomar por el culo...

viernes, 28 de diciembre de 2012

Propuesta de reclutamiento ( 30 )



Roberta toca un botón y dos graníticos mozos enfundados en sendos uniformes blancos que se les ajustan como una segunda piel vienen a buscarme para acompañarme al despacho de la jefa. Después de la ducha, el masajito y el calentón no resuelto con el Mario, estoy inundado de fantasías húmedas con aquellos dos prietos traseros que me flanquean a lo largo de pasillos blancos hasta que por fin llegamos a una puerta doble de madera bastante grandilocuente. Al llegar allí los dos maromos echan un paso al lado y me dejan que sea yo quien haga los honores de abrir la puerta y entrar por  mi mismo. Esto parece una película mala de ciencia ficción de los años 50, y lo que encuentro al abrir no me saca de esa impresión: estoy al frente de una habitación de no-sé-cuantos metros de larga y, al final de la alfombra roja que hay bajo mis pies y detrás de un monumental escritorio de madera labrada sostenido por cuatro fieros perros de roble en vez de por las tradicionales y obsoletas cuatro patas, se encuentra Ana marujeando con sus papeles y componiendo una mueca de fingida sorpresa al verme aparecer.
"Oh, entonces ya has terminado tu mis-en-place" dice rodeando ese pedazo de mesa y echando a andar hacia mi.
Si hubiese venido corriendo habría llegado sudorosa y jadeante dada la distancia, pero con su jovial paso elástico alcanza mi temerosa posición sin que se le haya movido un pelo.
"Por favor, vamos a sentarnos. Estás estupendo...¿qué te han parecido mi masajista y mi esteticista? Están seleccionados entre los mejores."
"En general bien" contesto chasqueando la lengua "el tio ha intentado meterme mano durante la sesión pero supongo que eso es algo inevitable con este gancho mio natural, ¿verdad?"
Ana mantiene una impávida sonrisita durante unos largos instantes como sopesando si la estoy tomando el pelo o si en realidad el guaperas se ha saltado las normas.
"Tu siempre tan irónico" concluye al fin con una risita y tirando de mi con delicadeza hacia la mesa "Sea como sea estoy satisfecha del resultado, y creo que tu también, ¿verdad?"
Tengo que fruncir yo el morrito ahora en gesto de insatisfacción.
"¿y todo este tratamiento de belleza es gratuito?...¿porqué será que me acuerdo de lo que decía mi abuela de que nadie da nada a cambio de nada?"
A estas alturas hemos llegado al escritorio y Ana me hace sentarme en el lado conveniente para ocupar ella el gran sillón de "Jefa", al parecer encantada con mi último comentario.
"Tu abuela era una mujer muy sensata, y puedo decirte que es cierto, esto no es una muestra de afecto hacia tu persona por mi parte" ...una leve mueca en la comisura de los labios revela que de hecho no siente el menor afecto por mi organismo y que hubiese preferido dejarme atado en los raíles de un tren de alta velocidad y sentarse en una tabureta junto a la vía a esperar el resultado, pero es una profesional y se contiene..."...hemos visto un interesante potencial en ti, no solo como feo-follable a quien todo guapo con fantasías retorcidas incluiría en sus delirios para hacerlo realidad, sino además como un sugerente promotor de...caos..."
"Caca-caca-cacaos" digo asintiendo con superficial serenidad porque no estoy entendiendo nada de lo que me están contando.
"El mundo de las páginas de contactos posee un inconmensurable potencial: todos esos seres humanos anhelando intercambios sexuales puntuales con anónimos buscando satisfacer instintos primarios, y luego los románticos sofisticados que esperan encontrar ahí un alivio a problemas personales de soledad, inadaptación social o incapacidad para relaciones normales de pareja...te sorprenderías el número de terrestres que caerían en algún punto de los que te acabo de mencionar."
¿Terrestres? me pregunto sin que Ana deje de hablar.
"...y si vamos un paso más allá e incorporamos a nuestro campo las redes sociales...ah, amigo mio, no creerías cuanta gente deja abierta una puerta en su vida a un enjambre de intereses humanos que zumban como un avispero reclamando cada uno lo que por derecho creen que es suyo y reclaman cada día con cada zumbido: necesidad de afecto, de comunicación, de popularidad o de reconocimiento o simplemente esa nueva enfermedad aún no catalogada y definida como ciberdependencia de estar al tanto de todo, en contacto con todo y al día de todo, de lo propio y de lo ajeno, cada minuto y cada segundo...los seres humanos antes gestionaban sus relaciones sociales por la via natural del contacto visual, proximidad física, comunicación verbal, gesticulación y si procedía por una aproximación o un alejamiento, pero ahora sus sentidos se ven desbordados por la inmensidad de frentes que atender, y la necesidad de saber, de decir y de contestar crece como un inmenso pulpo de tentáculos grisáceos que va abarcando poco a poco todo el planeta...las córneas ahora pasan más tiempo orientadas a las pantallas de un ordenador o un teléfono móvil que a los ojos de los semejantes, todo el mundo vuelve su mirada a la red y detrás de la red..."
Ana sonríe de una forma que me hace estremecer haciendo una pausa en su alegato antes de continuar.
"...y detrás de la red y detrás de cada pantalla, estoy yo...escuchando cada una de sus necesidades, de sus represiones, de sus miedos, de sus necesidades, de sus afectos, de sus ansias de escuchar o su deseo de ser escuchados...tras cada uno de ellos, desde el más fuerte al más débil, desde el más popular al más silencioso, detrás de cada uno de ellos estoy YO....¿como te quedas, muchacho?"
Tras una larga pausa en la que sin duda se espera que yo diga algo pero se evidencia que no tengo nada que decir, ella misma tamborilea con sus perfectas uñas en la mesa y me anima
"Ahora tendrás preguntas...al menos una..." me contempla con gesto interrogante y frunce la nariz en un gesto que podría resultar encantador de no ser ella quien es "...¿qué tal "cual es mi papel en todo esto"?"
"Cre-cre-cre-creo que sería una buena pregunta, sí..."
"Muy bien...para responderla solo tendrías que echar un breve vistazo a las últimas 36 horas y ver en qué han acabado todos los encuentros que de una manera u otra se han producido a partir de nuestra relación."
"¿En un desastre, está bien dicho?" aventuro y ella ríe encantada y se pone en pie comenzando a ir y venir alrededor de la mesa frotándose las manos y mirando al techo.
"¡SIIII, EXACTO!...han sido un desastre y cuanto más ha progresado nuestra relación, más evidente se ha hecho esa especie de...sinergismo...¿Sabes lo que quiere decir "sinergismo"?" meneo la cabeza negativamente y ella se aproxima a mi hasta pegar casi su nariz con la mía de manera que todo el espacio circundante parece cubierto por su mirada "...significa que JUNTOS tú y yo somos MÁS que cada uno por separado..."
Quedamos unos interminables segundos así, frente a frente y nariz con nariz, ella casi un poco jadeante hasta el punto en que no sé si va a terminar por besarme...
Entonces la puerta de la macrohabitación se abre bruscamente y uno de los esculturales tios de uniforme blanco dice sin aliento
"¡Lo siento!...señora, siento la interrupción...pero tenemos un problema en la recepción..."
Ana desvía la mirada hacia el guardia como si estuviese planeando hacerse una brocheta con sus huevos y sisea
"¿COMO de grave es el problema para que te atrevas a entrar aquí sin llamar ni esperar mi permiso?"
El tipo se pone tan pálido como su chaqueta y tras tragar una cantidad de saliva tan considerable que oímosel paso por su garganta desde donde estamos, contesta
"...bueno, señora, si conecta las cámaras del vestíbulo se podrá hacer una idea de la magnitud del problema."
Ana aún parece especular unos instantes con la idea de la brocheta, luego se despega de mi, avanza a paso enérgico hasta una de las paredes blancas y tocando en un lugar invisible para mi consigue que aparezca como por arte de magia una enorme pantalla que de momento no muestra nada más que un cuadrado oscuro.
"CONTROL, IMÁGENES DE ACCESOS, AHORA" ordena en voz alta y de pronto en la macropantalla aparecen desde cuatro imágenes desde distintos ángulos del vestíbulo del edificio.
Allí rodeadas de hombres vestidos de blanco veo a Superenfermera junto con Gafitas, la criada mexicana, la  rubia e incluso la hermana de JC, todas con traje de camuflaje, unas metralletas de dimensiones espectaculares y las mejillas tiznadas en plan misión de combate. En el centro, ataviado solo con el suspensorio, está JC temblando como un cachorro abandonado. En realidad no lleva "sólo" el suspensorio: además lleva una especie de chaleco lleno de cosas y cables que no sé porqué adivino de qué se tratan antes de que el guardia de Ana abra la boca.
"Dicen que el tío del medio lleva encima exploxivos suficientes como para volar todo el edificio, y que de hecho lo volarán si no escuchamos sus condiciones."
Ana esboza una sonrisita que adivino está cargada de ira y rabia contenida antes de responder
"Tonterías. ¿Van a inmolarse todas en la explosión para sacar de aquí a un tipo que no conocen de nada? Es un farol, y soy mucho mejor jugadora que ellas. CONTROL, CONEXIÓN DE AUDIO, AHORA."
La banda de locas parece escuchar algún sonido por la megafonía porque todas miran arriba y componen cara de interrogación.
"Bienvenidas" dice Ana con su voz serena y profesional de teleoperadora "No esperaba contar con el placer de su visita en tan recortado espacio de tiempo, supongo que la premura se debe a razones de peso, ¿verdad?."
Superenfermera parece sentirse aludida con las razones de peso y veo su rostro congestionarse por la cólera antes de gruñir
"TU Y EL CHICO; AQUÍ EN UN MINUTO O VOLAMOS EL PUTO CHIRINGUITO"
Ana sonríe segura de si misma y contesta
"No hay trato. Feliz paso a otra vida, señoras."
Esto hace que mis salvadoras se congreguen unos instantes como un equipo de rugby discutiendo la siguiente  jugada.
"Se lo dije, les dije que esa puta gringa no iba a amilanarse" oigo rugir a la mexicana. Propongo que nos carguemos a todos estos blanquitos y luego dejemos ahí a ese trozo de mierda para que explote, esto se venga abajo y la zorra se de cuenta de que hablábamos en serio."
"Pero entonces también nos lo cargaremos a él" dice dudosa Gafitas "¿no somos el bando de los buenos? Además usted es enfermera, no sé qué tal de acuerdo estará en un sacrificio de tantas vidas humanas...¿cuanta gente puede vivir aquí?"
A pesar de estar siseando como una culebra, podemos escuchar perfectamente a Superenfermera responder
"...esa puta me dejó en bragas y atada como una salchicha...he perdido hace un rato todos mis sentimientos humanitarios, cariño..."
No puedo jurarlo pero creo que Ana ha parpadeado un par de veces como si comenzase a estar ligeramente preocupada...

jueves, 27 de diciembre de 2012

Puesta a punto ( 29 )



Estamos en alguna parte de las afueras, en las inmediaciones de un polígono industrial, y ante mi se alza un edificio de cristal y aluminio que aparece de color azul por reflejar el cielo en la totalidad de su estructura.
"pero si esto es un puto rascacielos" murmuro asombrado por no haber reparado nunca en algo tan grande. Luego pienso en mis rutas repetidas de casa al trabajo y del trabajo a casa con la mirada puesta en el suelo y la cabeza llena de pensamientos negativos, y llego a la conclusión de que no me hubiera enterado de su existencia aunque lo hubiesen construido delante de mi portal.
Ana baja del coche por su lado y me sostiene la puerta para que baje tras de ella, luego echa a andar con su pasito menudo y rápido por un sendero de baldosas blancas flanqueado por sendas extensiones de un césped lujurioso que nos lleva directos a la fastuosa entrada. En un pedrusco de marmol blanco que emerge de la hierba están grabadas en color dorado las siglas de la organización: "L.F.T.F" y visto así parece hasta algo respetable. Aún no hemos llegado cuando ya sale a recibirnos una explosiva rubia con la melena suelta hasta media espalda y una vertiginosa anatomía enfundada en un mono blanco con las mismas letras LFTF reluciendo al lado izquierdo de su generosa pechera.
"¡Hola! Yo soy Marilyn, del departamento de bienvenida y acogida...encantada de conocerte" me dice estrechando con vigor una mano fláccida que le tiendo como un manojo de espárragos. Le lanza una miradita pícara a Ana y le pregunta "¿este es el chico problemático?"
Ana le devuelve la sonrisa, asiente brevemente y contesta
"Encárgate de que se sienta cómodo y luego le mandas a mi despacho."
"Será un placer" dice Marilyn riendo como si la hubiesen propuesto algo extremadamente placentero, después Ana desaparece en el interior de un enorme y muy vacío vestíbulo y ella se vuelve hacia mi.
"¿Qué prefieres hacer? ¿te gustaría darte una ducha y ponerte algo cómodo o quieres que te haga una breve visita por las instalaciones antes de estar con Ana?"
"Me gustaría saber qué hago aquí y qué es lo que quieren de mi" acierto a decir por fin aunque las recientes reflexiones sobre lo chungo de mi vida me tienen de bajona total. "No quiero decir que vaya a resistirme a nada, tu amiga ya se ha encargado de recordarme la mierda de vida que tengo y lo poco que puedo esperar si dejo las cosas como están, pero no sé, me gusta saber por donde ando..."
Marilyn compone la cara oportuna en cada momento ( sonrisilla en el "no voy a resistirme", mordisqueo compungido de labio inferior en la "mierda de vida" y mirada húmeda y cálida en el "saber por donde ando"), luego me agarra por el brazo y empezamos a andar hacia los ascensores mientras me dice en el mismo tono tranquilizador que yo utilizo cuando trato de meter a Mr.Jones en la bañera:
"Tranquilo...a veces los comienzos son duros, es cierto. Por eso creo que será mejor que dejemos la visita para después y ahora te relajes y te pongas cómodo, ¿de acuerdo?" entramos juntos en un ascensor y aprieta un botón anunciando" directos a la planta siete...allí Mario sabrá relajarte, cuando termine contigo conseguirá que veas la vida de otra forma, ya lo verás"
No me da ni tiempo a mostrar mis reservas sobre el tema, el ascensor parece no tardar más que un suspiro en subir de la planta baja a la séptima y allí llegamos a una atmósfera cálida y húmeda como de sauna, con muchas plantas tropicales en macetas por todas partes y un pasillo con suelo de madera y puertas a ambos lados. Salido de la nada encuentro de pronto a mi derecha a un tio impresionante de al menos un metro noventa, cuerpo perfecto, un cabello oscuro y ensortijado ligeramente húmedo, labios sensuales y toda esa carne apenas cubierta por unos pantaloncitos cortos de color blanco brillante. Marilyn cloquea de una manera que me hace pensar si no habrán tenido algo que ver estos dos en el pasado, me da un empujoncito al frente y dice
"Acaba de llegar con Ana. Necesita una puesta a punto de las tuyas, ya sabes" y le guiña un ojo de forma que me deja estupefacto. Marilyn lo nota y me da un cachetito en el trasero "Tranquilo, te va a encantar. Mario es un profesional."
El aludido me sonríe mostrando una dentadura blanca deslumbrante y se presenta
"Me llamo Mario. Vamos a prepararte un poco, ¿ok guapo?"
Llamarme guapo a la cara y no mover ni una ceja es un prodigio de falsedad que me hace recular hasta tropezar de  nuevo con Marilyn.
"Venga ya. De guapo nada. Hasta que no me diga nadie de qué va este rollo no voy a dejar que me metan mano, ni siquiera tu."
"Vaya-vaya, ya me habían advertido que eras un poco correoso, pero no pasa nada."responde el chulazo causando risitas en Marilyn "venga tío, no voy a lobotomizarte ni nada de eso, va a ser una ducha a presión, un masaje y a lo sumo una manicura y un corte de pelo.No temas por tu preciosa personalidad, cuando salgas de aquí va a ser exactamente igual que cuando entraste, no vamos a lavarte el cerebro ni nada por el estilo."
"Me da igual. Quiero saber de qué va la historia antes de dar un paso más."
"Venga hombre" exclama Marilyn impaciente "Vas a tener una sesión de spa gratuita, van a recortarte esos pelillos tan feos de las orejas y la nariz, y después te van a decir todo lo que quieras saber. Esta parte es un regalo de la casa, ¿porqué quieres desaprovecharla?"
La miro, luego miro al chulazo y le pregunto
"¿Es verdad? ¿luego me contarán todo lo que pasa aquí?"
"Y si no te lo cuentan, se las tendrán que ver conmigo" dice contrayendo un bíceps de manera encantadora y eso me termina por convencer.
"Vale...pero que sea rápido, quiero irme de aquí cuanto antes..."

Mario cumple escrupulosamente todo lo prometido: me quita el mono rosa sin demasiadas contemplaciones ignorando mis gestos pudorosos de virgen a punto de perder su estatus y, una vez me deja en bolas con mis carnes pendulonas temblando como toda una legión de flanes, anuncia:
"Primero, la ducha"
No soy un chico sucio, es más, en determinados momentos puedo disfrutar de un remojón, pero me resisto cuando el cachas me empuja con mis talones resbalando sobre un suelo de baldosa hasta el interior de un cubículo en el que tres paredes son de cristal y la otra está llena de agujeritos.
"No tienes que hacer nada" canturrea desde fuera "el sistema se encarga de todo".
Antes de poder abrir la boca para protestar de nuevo por varios agujeritos salen disparados contra mi unos escupitajos de líquido espeso y blanco que me dejan cual si acabasen de finalizar sobre mi tres machos con los calderines bien repletos.
"¿Qué mierda es est...?"
A continuación por todos los agujerillos salen chorros de agua a presión a una temperatura lo bastante alta como para hacerme dar gritos y ponerme rojo como un tomate en tanto la atmósfera dentro de mi celda se llena de un vapor con efluvios aromáticos.
"¡Me estoy achicharrando!" chillo, y apenas me llega la respuesta de Mario
"¡ha-ha-ha!¡tranquilo, solo es agua!"
Cuando aún no he terminado de acostumbrarme al líquido hirviente , todos los chorros menguan hasta desaparecer dejándome jadeando y envuelto en una neblina blanca.
"Vaya" oigo decir a Mario con un leve matiz de reproche en la voz "y yo que creía que estabas hecho todo un machote. Si has chillado con el agua caliente, ¿que vas a hacer cuando empiece el agua fría?"
Antes de darme tiempo a contestar una barbaridad todos los agujeritos se activan de nuevo pero ahora disparan chorros de agua helada y a tanta potencia que me dejan clavado contra la cristalera, incapaz de moverme mientras siento que paso del escaldado a la hipotermia en un par de segundos. Ahora no es posible blasfemar, el corazón se me detiene un instante en el pecho y muy a duras penas logro abrir mucho la boca y aspirar aire como buenamente puedo. Para colmo otro agujerito en el que no había reparado proyecta un chorro desde el suelo impactando contra mis pelotas, haciéndolas retirarse junto con mi pene a algún lugar ignoto del interior de mi organismo hasta no dejar ahí más que pelo y pellejillos vacios.
Cuando Mario abre la puerta, estoy semi inconsciente y machacao en el fondo del cubículo, tiritando y suplicando a la muerte que me lleve ya y termine este sufrimiento.
"Vamos hombre...tenías que verte, tienes un aspecto estupendo..:Ahora viene lo mejor: ¡el masajito!"
Me arrastra de un pie como si tirase de un saco silbando una cancioncilla y por fin -y sin aparente esfuerzo, lo cual demuestra lo fuerte que es Mario- me alza por los aires y caigo sobre una camilla, aún chorreante y tembloroso.
"La idea es dejarte relajado y darte un poco de tono muscular, ¿vale?" explica mi torturador mientras se frota las manos con un aceite de olor penetrante "al principio te va a parecer violento pero luego verás como vas a darme las gracias"
Los primeros diez minutos son una sesión de tortura con el Mario sentado a horcajadas sobre mi, vapuleándome y tirando de todos mis huesecillos hasta arrancar chasquidos de las articulaciones, es inutil revolverse porque ya he explicado que es mucho más fuerte que yo, y solo puedo dejarme machacar ahí con complejo de masa de pan esperando el momento a que me dejen cocerme en un horno. Llevo un rato ya sin dejar de lanzar aullidos lastimeros cuando Mario anuncia:
"Ahora viene la parte del gustito"
...empieza a masajear de forma densa pero suave mi espalda empezando por los hombros hasta llegar al trasero, luego salta a los pies y ahí continua, dedo a dedo, haciéndome entender porqué hay quien los considera una zona erógena...sigue por mis pantorrillas, oprimiendo, acariciando, asciende a mis muslos, acaricia su cara interior, le falta cada vez menos para llegar a mis nalgas que tiemblan como las de una jovencita, estoy muerto de ganas porque esas manazas me metan un buen viaje a los cachetes del trasero, tanto que cuando por fin posa las palmas sobre ellas y ejerce una leve presión con los pulgares para separarlas ligeramente, ya estoy empalmado como un burro así que elevo la grupa y gimo
"VAMOS POR FAVOR HAZLO-HAZLO-HAZLO FUERZAME-PENETRAME-PROFANAME..."
Mario detiene sus toqueteos, se acerca a la cabecera de la camilla donde estoy salivando copiosamente y sonríe
"Lo siento, querido, no se me permite el coqueteo con los clientes. Creo que es el momento adecuado para que pases a manos de nuestra estheticien...¿Roberta?...¿Estás lista?"
Aún no sé que hacer con el calentón que llevo encima y ya está ahí una chica de morenita de pelo corto, con unas grandes gafas y esplendorosa sonrisa que se agacha para verme la cara y se presenta
"¡Hola!...Soy Roberta...cuando sientas que estás preparado podemos empezar, ¿de acuerdo?"
La sugerencia de una cierta flexibilidad en su tono me hace levantar la cabeza y decir
"¿cuando esté preparado?¿podría ir entonces un momento a los lavabos?"
"¡Por supuesto! No tenemos ninguna prisa" responde mi estheticien e intercambia una sonrisa cómplice con Mario como si ya supiesen qué iba a ocurrir. Claro, mi intención es descargar la escopeta en el WC y limpiarme luego las pelotas con una de las toallas de Ana, pero algo en esas risitas cargadas de superioridad y conmiseración me hace apelar a mi orgullo y contenerme, aún sabiendo que tendré dolor de huevos el resto del día.
"Bien pensado, creo que puedo esperar a terminar con el numerito este " digo sentándome en la camilla con aire de suficiencia y agarrando una sábana con la que cubrirme. Le dedico una miradita condescendiente a Mario y añado "No ha estado mal, muchacho, pero deberías ir a aprender al spa que llevan los chinos de mi barrio, hay una tailandesa pequeñita que hace maravillas con las manos."
Por supuesto ni conozco ninguna tailandesa ni hay ningún spa chino cerca de mi casa, pero es un pequeño y perverso placer ver la mueca de desagrado que compone Mario.
"Vaya, hubiera jurado que te estaba gustando cuando ponías el culo en pompa hace un minuto" me responde en tono mucho más seco de lo que tiene acostumbrado.
Yo río como una joven de mundo.
"Baaah, no me importa hacer un poco de teatro para que el operario sienta que su trabajo está siendo debidamente valorado..." le doy un par de cachetitos en la mejilla que son como darselos a un muro de cemento y concluyo "...que lo has hecho muy bien, no te preocupes, le diré a la zorra de tu jefa que estuviste magnífico, puedes estar tranquilo, ¿ok?"
Creo que le oigo mascullar por lo bajini "perosiseráhijoputa" cuando me alejo del brazo de Roberta y eso me llena de satisfacción...

En la siguiente sala Roberta me pone una bata blanca parecida a la suya y me hace sentarme en una butaca que a continuación ella misma reclina para dejarme casi horizontal. Me escudriña el careto con una lupa, me hace enseñarle los dientes, introduce algo frio por mis orejas y por fin escarba en los pelos de mi cabeza con un cepillo.
"Ufff, hay mucho más trabajo aquí del que yo puedo hacer en una sola sesión" me dice con una sonrisa que resulta simpática "Sin embargo con un buen corte de pelo y una mascarilla limpiadora e hidratante creo que voy a dejarte la mar de bien, ¿qué me dices?"
"Que soy practicamente insolvente, asi que si todo eso es a cuenta de la casa, puedes empezar cuando quieras" respondo con aire profesional y ella rie encantada.
"¡Genial! Entonces manos a la obra..."
Mientras yo divago sobre lo incierto de mi destino, Roberta pasa la siguiente hora manipulando tijeras en torno a mi cabeza, recortando cejas y  los anunciados pelillos de nariz y orejas que tan astutamente había visualizado Marilyn, también aplicándome potingues, masajeándome las ojeras y dándome palmadas en la papada como si la tuviese dormida y hubiera que espabilarla.
Cuando por fin termina -un poco sudorosa, hay que decirlo- me contempla con un gesto cercano a la satisfacción y dice:
"Con el tiempo de que disponemos, creo que estás excelente"
Después coloca ante mi un espejo y...
...caray, sí que soy yo, y sigo siendo el mismo gordito poco atractivo de siempre, pero con ese adecuado corte de pelo, la piel de la cara con un color tan saludable, las patillas recortadas, las cejas domesticadas y en general el aire de frescor que emana de mi rostro pues...pues estoy impresionante...
"Caray Roberta, has hecho una labor...increíble"
Ella me dedica una sonrisa luminosa y pregunta en tono burlón
"¿Si? ¿He estado mejor que Mario?"
" Bueno él también ha estado bien pero me parece que se lo tiene un poco creído, le venía bien una lección de humildad" le digo en tono cómplice y consigo hacerla reir.
"A mi también me lo parece...ahora vamos, te pondremos ropa limpia y luego te acompañaré al despacho de  Ana"
Por un extraño momento, charlando y riendo con esa atractiva chica, he dejado de sentirme el psicópata social que acostumbro a ser y he contemplado el mundo con otros ojos...¿será verdad lo que promete Ana? ¿acabaré siendo una versión nueva y mejorada de mi mismo?...
...porque si esto es lo que puede conseguir en un par de horas con una ducha, un masaje y un corte de pelo, ¿qué no podrá hacer de mi disponiendo del tiempo suficiente?...

miércoles, 26 de diciembre de 2012

¿Una proposición indecente?( 28 )


Superenfermera se vuelve para echar un vistazo a Ana, aparentemente tan inofensiva como un mosquito con su vestidito blanco y sus bracitos delgados, y luego me dice:
"Quien lo iba a decir, cariño, cuando le vi en el hospital pensé que su vida social debía de ser tan interesante como la de mi periquito y sin embargo ya ve, me asombra como no dejan de salirle colgados por todos sitios."
"Hola. Soy Ana." dice la interfecta con su sonrisa de no haber roto un plato "La invito cordialmente a deponer las armas y abandonar la casa. Nadie intentará retenerla, todo lo que sucede aquí no la concierne en absoluto, y será bueno que así siga siendo."
Superenfermera gruñe de un modo que le hace temblar el labio superior, luego avanza hasta colocar su nariz a un centímetro escaso de la de Ana y ruge
"No la conozco, hijita, así que no venga a decirme qué cosa es asunto mío y qué cosa no lo es, ¿vale?..." luego arruga la nariz como si Ana no oliese muy bien y pregunta "¿se ha hecho algún análisis de sangre últimamente? Tiene cutis de anemia ferropénica, cielo"
JC ha logrado recolocarse el suspensorio ya que la situación causa el efecto de una contundente ducha fría sobre nuestros organismos, y se coloca detrás mío lo justo para sisearme
"¿esa flaca es otra amiga tuya?...la gorda tiene razón, tienes una vida muy chunga"
Entretanto Ana no tiene tiempo ni siquiera de molestarse en comentar el estado de sus niveles de hierro en sangre porque a su espalda aparecen dos tios con gafas de sol y un ajustado uniforme también blanco que sin preguntar colocan sendos pistolones en cada una de las orejas de Superenfermera.
Mi defensora aprieta los labios como conteniéndose de decir alguna barbaridad, luego tira el arma al suelo, levanta las manos y compone una sonrisa tirando a forzada.
"Como trataba de explicarle, nada de lo que sucede aquí la concierne en absoluto" vuelve a insistir Ana con esa voz suave e impersonal suya como de contestador automático "Ahora si no le molesta, visto que la sugerencia inicial no ha surtido efecto mis dos ayudantes van a inmovilizarla de manera eficiente pero sin que deje de sentirse cómoda en la postura en que la dejemos mientras aguarda que alguien lleguen a rescatarles. Como muestra de buena voluntad nosotros mismos enviaremos un mensaje anónimo a la policía avisando de una emergencia en este lugar, todas las víctimas inocentes serán liberadas y el propietario de la casa" y al decirlo extiende un dedo señalando a JeanClaude sin dirigirle ni siquiera la mirada "puesto a disposición de la justicia para que responda de todo de lo que ustedes pretendan acusarle. Somos gente justa. Aún así, él " y ahora me señala a mi " se viene con nosotros. No hay más condiciones, y tampoco se plantean alternativas. Esto va a hacerse así,, y no hay más que hablar."
Superenfermera tiembla de indignación pero los pistolones en las orejas la inducen a un prudente silencio. Entonces aparecen otros dos tipos de blanco que parecen clones de los anteriores y en menos de lo que se tarda en explicarlo atan a Superenfermera como a una morcilla y la dejan sentada en una silla. Algo en su mirada furiosa me dice que ha quedado mucho mejor atada de lo que lo hizo la rubia, pero tampoco puede expresar su estado de ánimo dado que también ahora la han tapado la boca con una ancha banda de cinta aislante. Ana la contempla un instante como estuviese viendo un cachorro de perro, la da un par de cachetes en un moflete que la hacen merecedora al instante de una muerte horrible a juzgar por la expresión de mi enfermera, y murmura
"Buena chica" después se levanta, contempla el resto de la escena con gesto desapasionado y señalando a JC ordena "Vosotros dos, dejadle inconsciente. Que parezca que ha abusado de todas las mujeres y luego ha quedado KO por una sobredosis de pastillas. Los otros, arrancadle la ropa a todas para dar credibilidad a la historia...empezando por ella." uno de los maromos parece romper su impasibilidad cuando se acerca a Superenfermera y esta lanza un gruñido sordo y amenazador, pero Ana permanece inflexible "vamos, no te estoy pidiendo que te la folles, solo que la dejes con el culo al aire...y tu, gordito, ¿vienes conmigo por las buenas o prefieres que te haga algo horrible para hacerte cambiar de opinión?"
No me hacen falta coacción, es mejor salir de ahí antes de ver el espectáculo de como le arrancan la braga a Superenfermera porque creo que todos los que estemos allí cuando eso ocurra estaremos condenados al exterminio si ella logra liberarse algún día, de manera que sigo a Ana sin mirar atrás ni meditar mucho lo que pueda pasar a continuación...

...ante el chalet de JeanClaude, en el mismo lugar donde la noche anterior dejamos el coche aparcado el Corneja y yo, hay un deportivo plateado con dos maromos más como conductor y copiloto, y otro que nos espera para abrirnos la puerta cuando llegamos hasta allí.
"Primero las damas" dice Ana en tono casi alegre y se cuela la primera, luego el matón me hace un gesto con un dedo y luego paso yo, quedando encajonado entre los dos sin posibilidades de fuga.
"Vamos a casa, chicos" dice Ana con voz suave y el cochazo arranza como un cohete sin hacer apenas ruido.
Casa...la palabra casa me hace pensar con nostalgia en mi vetusto piso lleno de imperfecciones, y hasta en el canalla de Mr. Jones del cual me alegro esté compartiendo piso y lecho con la gata de Gafitas. No han transcurrido ni 48 horas desde que ingresé en "los Feos también follan" echando pestes sobre mi vida cotidiana y ahora me veo echándola de menos. Quien diseñó a los humanos para estar permanentemente echando en falta todo lo que no tienen aunque sea algo que tenían el mismo día anterior, tenía muy mala idea.
Cuando el deportivo arranca en silencio como una nave espacial deslizándose sobre un colchón de aire, tengo que ponerme a gimotear y hipar porque me veo rumbo a lo irremediable.
"¿pero que hecho yoooo, donde me lleeevaaaa? porfavornomehagadañooooooo"
Ana se desliza un caramelo mentolado en la boca y aún contempla la carretera durante unos larguísimos segundos, como para darme tiempo a avergonzarme de mi actitud llorona, antes de responder:
"Como te dije, pertenezco al departamento de atención al cliente. Soy tu asesora personal." luego me mira un segundo de reojo y continua "No te creas que es porque me caigas especialmente bien, la asignación de asesores para cada abonado es un proceso estrictamente aleatorio, y yo me encontraría haciendo exactamente lo mismo si fueses otra persona. Con esto pretendo dejarte claro que no siento por ti ni la menor simpatía, de hecho me estás resultando...muy molesto, no me esperaba encontrar el numerito de las mujeres maniatadas en la casa y todo lo demás. Se han  generado situaciones de dudosa legalidad que en otras ocasiones hubieran conllevado tu eliminación inmediata de nuestra lista de abonados y dejarte a disposición de las autoridades competentes para que hiciesen contigo lo que tuviesen que hacer. Pero, has tenido suerte conmigo "y me dedica una sonrisita de chica tímida que no sé si espera despertar mi simpatía pero desde luego no lo consigue" Me gustan los retos, me gusta planteármelos y luego llevármelos por delante"
"Yo no soy ningún abonado. Ni siquiera me preguntó nadie si quería o no entrar en nómina para el club de los feos, de manera que para lo único que la necesito es para saber como-cojones-salgo-de-esta-mierda."
"Vamos, querido. Hasta hace menos de cuarenta y ocho horas era lo que se considera un paria de la sociedad, se refugiaba en el alcohol para olvidar sus frustraciones, estaba atrapado dentro de un trabajo que no le satisfacía y para colmo su vida sexual era un desastre. Si nosotros no hubiésemos aparecido habría seguido así durante otros veinte años hasta que algo en su organismo fallase por causa de los excesos y le encontrarían muerto como una cucaracha sin familia, sin amigos y sin nadie a quien le preocupase si enterraban su cadaver o si acababa tirado en una cuneta para alimento de perros callejeros. Creo que cualquier opción por mala que ahora le pueda parecer iba a ser mejor que eso. ¿O tiene otro punto de vista que darme para rebatir mi posición?...venga, no se puede quejar, mi actitud es dialogante" ahora rie como una mujer de mundo mirando brevemente el techo del vehículo "Expóngame en cuatro palabras porqué su vida iba a ser más prometedora sin la intervención de nuestra organización y ahora mismo le dejaré en la puerta de su casa y no volverá a saber de nosotros...¿qué me dice?..."
Abro la boca dos o tres veces invocando las palabras para que vengan a mis labios y poder demostrarle a esa zorra el millar de razones por las cuales no necesito que nadie me ponga la vida patas arriba para mejorarla...
...pero termino por no encontrar nada. Vuelvo la vista atrás a la noche ( ¡a anteanoche!, aunque parezca increíble que haya transcurrido tan poco tiempo ) en que con mucho alcohol de más entré en la página de los  Feos y...y puede que sea cierto, puede que haya sentido más en las últimas cuarenta y ocho horas que durante los veinte años anteriores de mi vida. De pronto, si las opciones son "los-feos-también-follan" o quedarme como estaba, me doy cuenta que me quedo con "los feos".
Para ser francos, Ana no aprovecha su victoria moral sobre mi para regodearse, continua con la mirada en el frente y si está esperando a que yo diga algo no da muestras de hacerlo. Tan solo cuando el coche empieza a disminuir la velocidad se vuelve a mi con sus enormes ojos oscuros rebosantes de felicidad y me dice:
"Hemos llegado...Bienvenido a nuestra sede central de Los Feos Tambien Follan..."

sábado, 22 de diciembre de 2012

¡ Mayday-mayday ! ( 27 )



Si hubiesen apostado conmigo cual iba a ser el espectáculo que íbamos a encontrar Superenfermera y yo una vez que hubiesemos atravesado el umbral de la casa de JeanClaude, creo que habría acertado de pleno: en el salón con vistas a la piscina y a la ciudad están atadas como morcillas Gafitas, la amable ancianita de la casa de al lado y su robusta asistenta mexicana ( no sé qué tipo de dardo tranquilizante emplearía para noquear a distancia a semejante jabata ), y a la que yo creía difunta hermana, la cual a pesar de mis temores parece en buen estado de salud. La única sin atar es la rubia pero se la ve tan jodida que no hace falta sujetarla porque no llegaría muy lejos a ningún sitio con la sola ayuda de sus propios pies.
En medio de ese escenario de dominación y humillación femenina, está JeanClaude ataviado nada más con un suspensorio que parece de ganchillo en su parte frontal y al límite de su capacidad al tratar de retener una polla que está un paso más allá del estado comúnmente conocido como "morcillona". Entre las manos, claro, sujeta un rifle de caza con mira telescópica que nos está apuntando a los morros.
Superenfermera lanza un bufido por las fosas nasales que imagino ha dejado escapar una nubecilla de humo pero no mueve un músculo cuando el colgado ese lanza una carcajada.
"Vaya, pero si has traído refuerzos. ¿Ese mastodonde va a dejarse atar sin protestar o voy a tener que anestesiarla como a la puta mejicana?"
Vistas las miradas que le dedican las dos aludidas, no me gustaría estar en el pellejo de JeanClaude si ese arma queda en algún momento lejos de su alcance.
La rubia se acerca temblorosa a Superenfermera y balbucea
"Señora, si no le importa voy a tener que atarla."
"Señorita, cielo, no estoy casada" gruñe mi enorme benefactora y luego dilatando mucho los ojos en una mueca terrible añade "Pero deberás esmerarte, durante mi temporada como enfermera en prácticas en Camboya me enseñaron todo tipo de técnicas de liberación para situaciones como esta."
La rubia se vuelve aterrada a JeanClaude pero este lanza una risotada
"La gorda se está tirando un farol, estúpida. Átala y hazla sentar con las otras. El feo y yo tenemos que resolver deudas pendientes y no estaría bien hacerlo delante de tantas señoras."
"¿Va-vas a dejarme aquí con todas ellas?" chilla su cómplice "¿y qué se supone que tengo que hacer si deciden rebelarse todas a la vez?"
JeanClaude pone los ojos en blanco con gesto de exasperación.
"Están atadas, y vas a estar al cargo de una pistola, ¿vale? Si alguna se mueve le pegas un tiro en una pierna o algo así y eso le quitará al resto las ganas de hacerse las listas."
La rubia se pone blanca pensando en la idea de darle un tiro a nadie, supongo, y comienza a enrollar una cuerda en torno a las muñecas de la enfermera como quien intenta atar un banderín al cuerno de un rinoceronte. Mi raptor se queda apuntando a las dos mujeres mientras la chica completa su labor y por fin le coloca una tira de un esparadrapo brillante en el morro a mi protectora. Al verla dilatar las pupilas creo que piensa como yo en la escabechina que eso va a hacer en su mostacho rubicundo cuando la liberen de la mordaza, luego hace un imperceptible gesto de asentimiento con la cabeza en plan "yo-controlo" y me marcho detrás de JeanClaude a un dormitorio situado en la parte trasera. También allí hay un enorme ventanal pero por él solo se divisa el exuberante arbolado que rodea la casa. En el centro de la habitación hay una enorme cama circular y alrededor poca cosa más: una mesita de diseño vanguardista, una alfombra peluda y lo que imagino son las puertas de unos armarios empotrados.
En el techo sobre el picadero hay un gran espejo y en una esquina una cámara de video sobre un trípode con la cual supongo este trastornado grabará sus aventuras.
"Vaya ¿y este es el dormitorio de tus padres?" digo en tono sarcástico para demostrar que no tengo miedo a nada "pues tu papá debía traerse aquí montones de fulanas, ¿eh?"
JC rie en tono ligero como si eso se tratase de una cita romántica y no tuviese secuestradas un montón de tías en la habitación de al lado.
"Nooo, el dormitorio de mis papis está al otro lado del salón, esta es mi habitación."
"¿y que les parece lo del espejo y la cámara de video? ¿no se preguntarán si no eres un poco raro?"
"Bueh, la cámara se quita y se pone, y el espejo es una mejora que he introducido mientras ellos están fuera. Me gusta verlo todo desde todos los planos...tu vas a ser la estrella de mi próxima producción, ¿qué te parece?...creo que será tu primer papel estelar y también el último, porque cuando acabe contigo solo vas a servir para que te enlaten y te sirvan como comida para gatos, pero mientras tanto ¡qué papelazo!, ¿eh?"
"Hum, lo siento pero no me mola el rollo sadomaso" digo arrugando la nariz como si no me estuviese dando por enterado de mi situación, pero JC se encarga de ponerme en situación al momento.
"¿Y a quien le importa lo que a ti "te mola" o "no te mola"?" dice con una risita, luego recompone el gesto serio y ordena "vamos. En pelotas y a la cama."
"No te preocupes" dice mi yo analítico con tranquilidad "todo está perfectamente calculado y seguramente en cuanto hagas el amago de meterte la polla de ese tío en la boca ocurrirá algún desastre, un meteorito impactará contra la Tierra, todo el mundo saldrá pitando y una vez más te quedarás sin follar."
"Oh, es cierto" me digo para tranquilizarme mientras JeanClaude se espatarra sobre la cama con los muslos muy abiertos y el arma al alcance de la mano, esperando sin duda que sea yo quien le quite el suspensorio."A buen seguro apenas me arrodille para echarle mano a ese impresionante trabuco ( que en esta situación de crisis no debería de impresionarme pero a pesar de todo me impresiona ), algo sucederá y me quedaré UNA VEZ MÁS sin comerme un colín como desde el mismo momento que comenzó toda esta historia. ¿Que tipo de castigo divino es este? ¿Habré muerto y estaré dando vueltas por uno de los círculos del infierno y no me he enterado todavía?
JeanClaude agita un poco la pelvis y vuelve a apuntarme con el arma
"Venga, pensé que ibas a hacerlo encantado, me estás defraudando. No es que no me dé morbo forzarte, pero no sé, pensé que yo te gustaba...¿no soy un tonto romántico?"
Tengo que echarle un vistazo a la cara para verle la mueca burlona y darme cuenta de que en realidad no lo está diciendo en serio. Yo en cambio empiezo a quitarme mi mono rosa de Mercachorbo con lentitud deliberada mientras le prevengo
"Yo que tu no lo haría. Si empiezas, va a pasar algo y se te va a volver a ir la cosa de las manos como ocurrió cuando estábamos en la furgoneta..."
JC me contempla con incredulidad y luego suelta una risotada despectiva, tirando de suspensorio muslo abajo y dejando al aire de nuevo esa maravilla.
"Venga, déjate de rollos y chúpame la polla".
Bien, si a causa de esta mamada se inicia el día del Juicio Final, que la Humanidad sepa que no lo hice voluntariamente sino amenazado con un arma.
Me despojo del todo de mi mono quedando en pelotas ante mi secuestrador, luego me pongo a cuatro patas y componiendo un gesto de gatita que hubiese conmovido al mismísimo Mr.Jones, maullo
"¿miau?¿miau?¿me dará un poco de lechecita, señor?"
JC se parte la caja de la risa como es natural, yo le ignoro y continuo avanzando, gateando y meneando el trasero con un palmo de lengua fuera pensando en que si tengo que fallecer aplastado porque un Boeing 747 impacta contra el chalet debido a la deriva de los acontecimientos que se suceden tras mis decisiones sexuales, pues será una buena muerte morir con ese pedazo de mango dentro de la boca.
Avanzo centímetro a centímetro, un poco encogido pensando en qué momento va a suceder la hecatombe pero a la vez con la boca hecha agua contemplando el pedazo de pepino que JC sujeta ahora en posición vertical apuntando al techo, y cuyo aroma a macho ya puedo olfatear desde donde estoy.
Avanzo más, otro poco más, me deslizo como una serpiente entre las musculosas piernas de JeanClaude recreándome en esos muslos velludos y le logro hacer gemir
"Que cabrón, qué cachondo me estás poniendo"
Alrededor el silencio sigue siendo absoluto, solo roto por el murmullo de Madonna canturreando ahora el "Material Girl", supongo que la rubia ha puesto algo de música para relajar a las prisioneras y de paso no oir el revuelo que pueden formar dos tíos en pleno acto de fornicio masculino.
No hay catástrofes naturales, ningún terremoto sacude la tierra cuando hundo la nariz en los huevos recubiertos de pelusilla de JeanClaude y me impregno de su olor.
Cielos, estoy como una moto.
El sentido común me aconseja meterme ese cachiporrón en la boca cuanto antes no sea que mis temores se hagan realidad, y sin más lo agarro entre mis temblorosos dedos ( oh, que firmeza, que calidez, que textura ) saco la puntita de mi lengua y con un escalofrío mezcla de deseo y de terror por lo que pueda estar por venir, doy una pasada por esa cabezota colorada, una rapidísima en plan toma de contacto.
Ooooh joder, sabe a melocotones en almíbar y a otra cosa que no logro descifrar. JeanClaude, que ha sufrido un poco imagino durante la espera, lanza un gritito nada masculino.
"Vamos-vamos-vamos, cómetela toda, tío"
Se trata de una orden superflua porque en este estado de calentón cósmico nada podría impedir que terminase de meterme ese trasto en la boca. Le separo los muslos con la palma de las manos para dejar todo el campo de batalla a la vista y quedo unos instantes preciosos indeciso sin saber por donde empezar cual si aquello fuese una mariscada y no supiese si tirar por el percebe o por el berberecho. Mi vista capta el berberecho y sin pensar me chupo la punta del dedo índice con quién-sabe-qué-perversas intenciones, luego lo acerco tembloroso, lo deslizo poco a poco por su entrepierna en dirección a sus nalgas, me lo vuelvo a chupar para captar el saborcillo de la zona y a continuación...

A continuacíón la puerta del dormitorio cae al suelo literalmente arrancada de sus bisagras y aparece Superenfermera sudorosa y sujetando el arma que hace un momento tenía la rubia entre sus manos.
"Cariño" me amonesta con voz crítica "de verdad le parece el momento adecuado para ponerse a hacer este tipo de cosas"
"yo-yo-yo...yo solo pensaba en el bien común" acierto a tartamudear rojo como un tomate tal cual si mi madre me hubiese pillado in fraganti en el retrete con un amiguito del instituto.
"Bueno ahora seré yo quien haga el papel de benefactora: póngase la ropa encima y vaya desatando a todas esas mujeres de ahí mientras yo me encargo de este tío."
Superenfermera luce apocalíptica con su moño desbaratado, el gorrito blanco medio caido, las medias arrugadas y el morro enrojecido tras el momento depilatorio que habrá sufrido al quitarse el esparadrapo. Parece de muy mal humor y lo único que el sentido común invita a hacer es exactamente lo que ella mande.
"Oh, menos mal que ha venido, si no llega a ser por usted..." digo mientras me calzo mi mono rosa haciéndole un poco de peloteo.
"Ya, querido, y si hubiese aparecido media hora más tarde hubiese sido muchísimo mejor, ha-ha-ha, lo estaba pasando de maravilla, ¿eh? ¿o se cree que eso se debe nada más a que se alegra mucho de verme?" se carcajea apuntando con el arma a mi todavía abultada entrepierna "pero creáme cachorro, ahora se siente mal y puede que un poco frustrado, pero cuando todo haya pasado me agradecerá que interrumpiese justo en este momento. Ahora pórtese bien y..."
No puedo moverme del sitio porque como en las viejas películas antiguas, cuando parece que todo ha terminado aparece alguien que ya habías borrado de tu memoria.
"Aunque en estos casos como se suele decir a veces "la tripulación es sacrificable", preferiríamos hacer esto con el menor número de perdidas posibles.¿podría deponer su arma sin el uso de la fuerza, querida?" dice una voz de sobra conocida para mi.

...es Ana...

martes, 18 de diciembre de 2012

Dos en la carretera ( 26 )



Superenfermera me arrastra fuera del hospital casi sin tener que mover yo los pies, inmovilizado bajo su brazo cual ratón campestre en pata de gavilán, y me planta frente a un Seiscientos color verde manzana con aspecto de haber pasado muchos padecimientos en su vida automovilística. Al parecer tengo una predestinación con los Seiscientos porque dudo que haya muchos más censados ademas del de esta fiera y el de mi amigo el Corneja.
"Vamos, conejito. Irá de copiloto indicándome el camino. ¿Le parece bien?"
No me explico todavía como hará ella para acomodar esa impresionante anatomía en el interior del cochecillo, pero el gesto de abrir la puerta y señalarme mi asiento no admite lugar a dudas ni tampoco mucha réplica además. Aún así hago un último intento desesperado para tratar de recobrar el control de mi persona.
"...es usted amabilísima, de verdad..." ella deja de sonreir y logra juntar sus dos pobladas cejas en una sola sin decir nada "...pero no hace falta que me lleve a ningún lado, en serio, creo que con tranquilidad podré llegar yo solo a..."
La puerta continúa abierta y la Superenfermera no da muestras de haber entendido una palabra.
"Vamos. No me gusta que la gente se haga de rogar, ni tampoco perder más tiempo de la cuenta en mis buenas acciones, así que MONTE, cariño, y acabemos cuanto antes con esto."
Asi que monto, claro, no me siento con fuerzas para emprender una huida a la carrera y tampoco capacitado para ofrecer una resistencia digna. Monto y luego asisto conteniendo la respiración al espectáculo que supone verla encajar su cuerpo en el asiento del conductor, es un proceso que carece de toda lógica posible pero el hecho es que unos segundos después está a mi lado, un tanto congestionada pero satisfecha sin duda por haber conseguido meterse ahí dentro una vez más.
"Creo que he cogido un poco de peso ultimamente. No se nota, ¿verdad?, pero yo SÍ lo noto cuando tengo que sentarme aquí dentro. Estoy pensando pillar una monovolumen, ¿sabe usted algo sobre esos vehículos?"
"Nada" digo en un suspiro porque no sé cuanto durará el oxígeno para los dos ahí dentro "¿puedo abrir una ventanilla?"
"¡POR SUPUESTO, CORAZÓN!" responde al instante con una carcajada, satisfecha porque quizás cree que ya me estoy sintiendo cómodo ahí dentro "Ahora a la parte alta, ¿no?...creo que me dijo algo sobre eso, pero después tuve que pelear con el paciente de la 2114 que ve una familia de cuervos que le persigue y me descoloqué totalmente...Dios, no sabe usted qué pertinaz puede ser la gente cuando se trata de alucinaciones, llegué a sujetarle por el cuello y zarandearlo para tratar de hacerle entrar en razón pero no hubo forma...¿sabe cariño?, tuve un tiempo en el que de verdad ME VOLCABA con mis pacientes, me apropiaba de sus problemas y los hacía míos para tratar de resolverlos, NO PODIA evitarlo, hasta que el asesor de Atención Al Trabajador del hospital me hizo ver que no debo empatizar tanto con la gente a mi cargo porque eso solo va a producirme dolores de cabeza...y dicho y hecho, ahora he logrado mantener las distancias...o casi siempre lo logro, pero hoy cuando le vi a usted tan desvalido y necesitado de ayuda  no he podido evitar que mi viejo Yo empático salga de nuevo a relucir..." me lanza una mirada de reojo y añade "¿se siente usted afortunado?"
Es una pregunta trampa, me vuelvo a mirarla embutida en su uniforme azul de enfermera, esos muslos ciclópeos embutidos en unas heroicas medias blancas que aguantan el tipo sin reventar y un mechón rubio escapado de su cofia que le da un ligero aire desquiciado. Sí, es una pregunta trampa y por eso regateo habilmente preguntando a mi vez:
"¿siempre va y viene con el uniforme del trabajo?...Yo estaría deseando quitármelo."
Ella parece un momento aturdida por el giro que toma la conversación y luego ríe atronadoramente:
"¡Ha-ha-ha!...no, chiquitín, solo cuando toca echarlo a lavar para traer otro limpio. En realidad suelo ser bastante coqueta y femenina, ¿sabe?"
Como para demostrarlo presiona con una uña laqueada de rosa chicle un cassette que asoma de un reproductor antediluviano y Doris Day empieza a canturrear que está enamorada de un chico maravilloso. Superenfermera hace una superinspiración que estremece toda la estructura del coche y dice soñadora
"Esto sí era música, ¿verdad?...pero bueno, dejemos de tontear o todo el hospital va a pensar que estoy saliendo con un chico nuevo" se ruboriza ligeramente y luego arranca de un modo poco apto para pacientes cardíacos "...vamos para la parte alta...cuando lleguemos me va indicando donde está la casa de sus amigos, ¿de acuerdo?"
Superenfermera lanza el pequeño Seiscientos como un misil entre el tráfico del mediodía, bramando tacos con las venas del cuello hinchadas cuando alguien le toca el claxon y a continuación dedicándome sonrisas beatíficas quizás pretendiendo hacerme olvidar el gesto de rottwweiller que se le pone cuando está enfadada. Cuando un jovencito tiene la mala fortuna de chillarle "mira-por-donde-vas-gorda" consigue de algún modo atravesar el seiscientos en su camino, bajar del coche y se las apaña para introducir las manazas por la ventanilla del chico y tirar de su pescuezo hasta sacarle medio cuerpo por la ventanilla
"¿QUE EDUCACIÓN OS HAN ENSEÑADO EN EL COLEGIO? ¿ESE ES EL RESPETO QUE TIENES AL PERSONAL SANITARIO ENCARGADO DE TU BIENESTAR Y EL DE TUS PADRES? ¿COMO CREES QUE DEBO COMPORTARME SI POR EJEMPLO MAÑANA INGRESAS EN MI HOSPITAL CON UN PAR DE COSTILLAS ROTAS Y TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO?¿CREES QUE PODRÉ SER PROFESIONAL Y OLVIDAR TU MALA EDUCACIÓN O QUIZÁS SERÉ UNA MALA PERSONA Y BUSCARÉ UNA FORMA DE VENGARME?"
"¡retiro lo de gorda!¡lo retiro!" dice el chico en tono ahogado, pero mi conductora ya trae de vuelta su generosa humanidad al Seiscientos en medio de un silencio poco usual dentro el maremagnum circulatorio, supongo que nadie quiere ser la siguiente víctima de Superenfermera.
"Que juventud" resopla cuando por fin logra acoplarse de nuevo tras el volante "¿cree usted que la especie humana desaparecerá dentro de un par de generaciones con esta pérdida de valores que estamos padeciendo?" al ver que yo no digo nada procurando no azuzar a la fiera, me da una palmada en un muslo y lanza otra risotada "¡tranquilo cariño, ahora no está usted para elucubrar sobre el futuro de la humanidad, lo que necesita es relajarse y descansar, y yo me encargaré de que esté usted en su casita en menos que canta un gallo!"
Tras semejante demostración de poderío femenino pienso que no diré nada aunque cambie de idea y decida llevarme hasta el desierto y abandonarme untado de miel sobre un nido de hormigas carnívoras. Por fortuna no tenemos que atravesar todo el centro de la ciudad y en diez minutos estamos enfilando la carretera estrecha que conduce a la parte alta, donde los ricos viven y se broncean por encima de la nube de polución  dejando que la plebe nos cocinemos en nuestro propio jugo colina abajo.
"Vaya, querido, creo que la última vez que subí aquí arriba fue con una ambulancia para recoger a un tipo que se había metido el tubo de la aspiradora por el culo, ¿PUEDE CREERLO?...oh,lo siento, seguro que he herido su sensibilidad, ¿verdad pequeñuelo?...pero es lo que ocurre cuando la gente tiene todo el dinero del mundo y nada útil en lo que emplear su tiempo: ¡EXPERIMENTAN!" tuve que darle un par de palmadas en un muslo porque me miraba directamente mientras hablaba y el Seiscientos estaba dispuesto a continuar ruta campo a través "...y creáme, lo de introducirse en el recto el bote de desodorante ya pasó a la historia, no saben qué inventar, están aburridos de todo y lo único que les hace sentir son las emociones nuevas...yo después de lo de la aspiradora dije que no volvería a subir aquí para atender in situ ninguna urgencia y han respetado mis deseos, no puedo quejarme, tengo unos jefes flexibles que acostumbran a atender mis peticiones apenas salen de esta boquita" ( "quien se atrevería a decir que no" pienso pero guardándome muy mucho de que se note lo que me pasa por la cabeza ) "¿será porque soy una profesional excelente y entregada como nadie a mi trabajo? ¡ME GUSTA PENSAR QUE SI!...¿usted qué cree, chiquitín?"
"Cre-cre-creo que es una profesional única en su género" digo sin faltar en un solo ápice a la verdad y Superenfermera se carcajea satisfecha.
"ESTA ES LA MEJOR PRUEBA" dice dirigiéndose a un invisible auditorio "¿QUIEN MEJOR PARA OPINAR QUE EL PROPIO PACIENTE QUE RECIBE EL SERVICIO?
Doris Day empieza a canturrear "Que será-sera" y coronamos la colina con mi conductora haciendole los coros con un vozarrón que envidiaría cualquier marinero vikingo. Imagino que JeanClaude y los demás se habrán metido ya en el refugio antinuclear acorazado de la casa si nos han oido llegar, y si no lo han hecho y nos están esperando tampoco me preocupo porque sin duda el resto del vecindario habrá avisado a los efectivos del ejército ante esa desgarradora demostración de poderío vocal. Afortunadamente Doris ( que no escucha a Superenfermera o de lo contrario hubiese metido la cabeza en el horno de gas ) termina con el "Que será", se arranca con algo más intimista y menos conocido y Superenfermera lanza un suspiro de desánimo porque de verdad estaba disfrutando.
Las puertas del camino de acceso a la casa de JC están abiertas y todo parece tranquilo y en silencio.
"Bueno cariño, me dijo al final de la carretera, ¿no es así?...entonces tiene que ser aquí...¿quiere que le acompañe dentro?"
"No es necesario" susurro estremecido todavía bajo los efectos de sus dotes musicales "Muchísimas gracias por su dedicación, mujeres como usted hacen recuperar la fe en...en el género humano..."
Superenfermera me contempla conmovida y tal como yo temía y pretendía evitar, se baja del coche, me abre la puerta del copiloto como si fuese un chofer inglés y anuncia orgullosa
"Venga, le acompaño hasta dentro, decidido. No me iré tranquila hasta dejarle tumbado y arropadito en su cama con la promesa hecha de no levantarse de ahí en las próximas doce horas, ¿de acuerdo?"
"Tiembla, JeanClaude" pienso porque sin duda si me hubiese propuesto encontrar un arma de choque efectiva para asaltar el chalet no habría encontrado nada tan idóneo ni terrorífico como Superenfermera.
Sonrío y enfilamos los dos juntos el camino de entrada...