jueves, 8 de noviembre de 2012

Mambo italiano -2- ( 16 )




La tasca de don Bernardo, que al parecer es pariente de la familia y también debió venir desde Italia con todos los demás llevado por quien sabe que estúpido impulso, es un antro que reúne todas las condiciones para ser clausurado de inmediato por el servicio de sanidad. A pesar de eso dentro no hay apenas sitio y otra señora gorda ( la mujer de don Bernardo y creo que la tía del Corneja ) nos prepara una mesa en la calle con unos aceptables manteles a cuadros; luego saca dos botellas de vino tinto sin etiqueta, dos tortillas de patatas, unos tomates troceados, unas aceitunas y termina por sentarse al lado de la mamma del Corneja para charlotear en italiano. La noche continua siendo mucho más calurosa de lo habitual en esta época del año y a pesar de la relativa marginalidad ambiental, me siento bien y tranquilo creo que por primera vez en todo ese largo día. Le echo una mirada de soslayo al teléfono móvil cuando nadie me mira y para mi alegría descubro que por fin la bendita batería terminó, solo veo una pantalla oscura que me da una tremenda paz espiritual. No tengo que temer que cualquier colgado pase por ahí, le pite el cacharro a la vez que a mi y me vea metido en un follón como el de esta tarde. No tengo más que estar allí sentado y contemplar a ese maravilloso macho mediterráneo que es el amigo Gaetano, mientras el Corneja se abstrae de la reunión, chupa aceitunas y mira a las estrellas.
"Bueno, amigo, y como va el trabajo en esa tienda" me dice el chulazo agarrándome el hombro con peligrosa efusividad "...es solo para hombres, ¿verdad, hermano?" le pregunta al Corneja que asiente confuso como si las palabras le llegasen de la dimensión desconocida "...¿per omosessuali, es correcto?"
La mamma se vuelve un instante para contemplar a su apolíneo hijo, luego menea ligeramente el ceño hacia la señora del bar con gesto de "no-te-vayas-del-pico-que-esta-todo-lo-casca" y Gaetano se rie suavemente, de un modo que me hace pensar en telas de raso suave resbalando sobre mi piel, para decir luego en voz más baja "...ya me entiendes, ¿si?"
"Es así" susurro casi atragantado con un trozo de tortilla "tendrías que pasarte por ahí, para un tío con tu planta hay montones de cosas, y de hecho hasta conseguirías un trabajo si echas la solicitud, con ese porte tuyo, uff..."
"¿Ché cosa vuoi dire "planta" y "porte"?" me pregunta con su sonrisa habitual no sé si haciéndose el tonto o porque de verdad no entiende todo lo que le digo.
"Corneja, explícale tú lo que quiero decir, hombre, que me pongo colorado" digo tras vaciar mi vaso de vino de un trago, lo que hace que Gaetano también vacie el suyo y los rellene los dos con una carcajada.
Creo que tras los breves instantes de calma estoy a punto de perder los papeles otra vez, y el Corneja no está haciendo nada por moderar la situación...
...¿qué es lo que viene ahora?

...todavía no ha llegado la medianoche cuando las mujeres se levantan y la mamma nos señala con un dedo y anuncia:
"Tutta la famiglia debe levantarse pronto, no os entretengais mucho aquí ni hagais mucho ruido al llegar, ¿capito?" luego se vuelve hacia mi con gesto de relativa consternación y añade "espero que se encuentre cómodo, no puedo hacer más por usted"
"Estaré estupendamente" digo sonriente porque el morapio ya está empezando a aligerarme la cabeza y contemplo el mundo con una insospechada alegría. 
Gaetano comparte mi buen humor, lanza una risotada y me da un par de palmadas en un muslo, dejando la mano ahí encima a continuación. Le miro, me mira, se sonríe, saca un telefono del bolsillo y hace un gesto de complicidad apuntándome con él.
"Eras tu...en cuanto me asome y te vi supe que eras tu" me susurra en la oreja con esa media lengua suya que me provoca escalofríos pre-orgásmicos sin haberme tocado todavía un solo pelo.
"no, por favor" gimoteo bajito "no me digas que tu también estás metido en lo de los feos...y yo que creí que te había seducido nada más con la ayuda de mis encantos..."
Luego me vuelvo a dar un codazo furioso al Corneja, que continúa navegando mentalmente por el hiperespacio y le digo
"¡pero no te da vergüenza!...¡tu hermano también tiene la porquería esa de los feos!...¿porqué te hiciste el loco cuando te hablé de ello esta mañana?" mi amigo pone cara de estar escuchando hablar en un idioma extranjero y tengo que meterle un poco de presión para ver si reacciona "si te quedas así de tranquilo esta noche vas a tenernos follando a Gaetano y a mi en el mismo colchón en donde tu tratas de conciliar el sueño...¿qué te parece eso?"
El Corneja me desconcierta empezando a lloriquear, lo cual hace resoplar a su apuesto hermano.
"Él es tan...sensibili..." agarra la media botella de vino que aún queda y se levanta ordenando "vamos, todo el mundo a casa. Es hora de meterse a la cama" y me guiña un ojo con un gesto que me inspira una erección instantánea.
Todavía rie y habla a gritos en italiano un rato con el dueño del bar y su esposa antes de despedirse y echar a andar con nosotros de vuelta a la casa. Me ha colocado una mano sobre el hombro mientras andamos, y con el otro brazo lleva al Corneja arrastrando como si en vez de a su hogar lo llevase frente al pelotón de ejecución.
"Ahora, silenzio...las chicas estarán dormidas y tienen muy mal humor si se las despierta" nos susurra cuando entramos a la casa en medio de una total oscuridad.
No veo ni jurar, solo percibo mucho calor y olor a comida, a salsa de tomate y a especias como supongo es preceptivo en la casa de una familia italiana. Creo que el Corneja pasa por delante de mi hacia donde creo que está la escalera para subir al piso de arriba, yo le sigo poniendo una mano en su espalda y al momento Gaetano se pega a mi espalda, logrando que algo duro y caliente que de momento esconde su pantalón se pegue a mi trasero.
"Que hospitalarios sois los italianos" susurro y eso le hace reir en voz baja un rato.
En la habitación las ventanas siguen abiertas de par en par y eso hace que pueda ver algo más gracias a la leve claridad que llega de las farolas y la luna de fuera. El Corneja desaparece me supongo que en dirección al servicio y Gaetano tras dedicarme una sonrisa pícara se despoja en un momento de los pantalones y la camisa, quedando frente a mi nada más que con los tradicionales calzoncillos blancos. El vello oscuro que se riza en su pecho y luego dibuja una línea en su abdomen más abajo de su ombligo, rumbo a regiones ignotas, me hace lanzar un ligero gañido de excitación.
El gran artefacto que de momento a duras penas logra contener la ropa interior, me causa un ligero mareo. ¿Tendré al final que agradecerle a "Los Feos También Follan" las interesantes mejoras que están introduciendo en mi vida sexual?
Seguimos así, uno frente al otro calibrándonos con la mirada y sospecho que tratando de adivinar lo que estamos pensando cuando el Corneja vuelve embutido en un entrañable pijama a rayas, se tumba en una orilla de la cama y vuelto de cara a la pared, trata de ignorar lo que está sucediendo a sus espaldas.
...no sé, tengo que preocuparme un microsegundo por los sentimientos de mi compañero de trabajo: ¿Será politicamente incorrecto que después de haberme dado asilo político en su casa yo agarre y me folle a su hermano, o deje que su hermano me folle a mi?
"Vamos, ¿no vas a quitarte la ropa?...¿o vas a dormir con el traje de tenista puesto?" susurra Gaetano.
El comentario me hace recobrar conciencia de mi propio organismo, porque tanto macho perfecto suspirando por mi me ha hecho creer erroneamente que soy el doble del mísmísimo George Clooney pero sin cerdo vietnamita como mascota, y pensar en desnudarme ante Gaetano dando rienda suelta a barriga, flacideces, polla pequeña y demás imperfecciones me provoca un acceso de pánico.
¿En qué estaba pensando? ¿Quien me he creido por un momento que soy?...
"Si me disculpais, ahora voy a ser yo quien ocupe el excusado" cacareo y me lanzo al trote en busca del  retrete, por darme un poco de tiempo y pensar si el siguiente plan será dejarme follar por Gaetano y bajo qué condiciones ( porque parece que una característica de la que no se informa a los propios "feos" es aquello de que van a "hacer de todo" ), o si me escurriré a la oscuridad exterior, regresaré a mi casa y pensaré qué hacer con mi vida en un futuro inmediato.
Cuando por fin doy con el servicio me encuentro con que allí están en camisón Annunziata y Concetta, las hermanas pequeñas, fumándose algo que por el olorcillo no puede ser otra cosa que un porro.
Al verme aparecer primero componen la pertinente cara de susto y luego se echan a reir.
"¿quieres probar?" me dice una de ellas y me pasa aquello para que le de una calada.
Me parece de mala educación no aceptar, pego una trompada y aquello me va directo al cerebro como si algo invisible me hubiese metido un puñetazo en el mismo centro de mis sesos.
"¡Joder!" exclamo dejándome caer junto a la bañera al lado de las chicas mientras ellas rien alborozadas"¿no teneis que ir al colegio mañana?...porque fumando esto no vais a estar para nada..."
"No hay colegio, es vierrrrnes" susurra una y vuelven a estallar en resoplidos y risitas que intentan silenciar supongo que para que su madre no aparezca a poner orden en el asunto. Luego, recuperando el aliento, me susurra "...tu trabajas tambien en esa tienda..."
"...la de omosessuali..." se carcajea la otra y tardan un poco en volver a estar operativas hasta que me añade al fin "¿tu también lo eres?"
"¿yo?" hago como que me sorprendo con las orejas coloradas "¿como se te ocurre eso?"
"mi hermano dice que todos los que trabajan allí lo son" apunta una muy seria
"¿qué hermano?...¿el Cor...?" tengo que detenerme en seco porque me doy cuenta de que me he metido por el morro en casa del Corneja y la verdad es que no sé como cojones se llama, así que termino por preguntar "...bueno, ¿él lo es?"
"Oh, no lo sabemos...él no habla mucho de nada, ya sabes" dice la que parece más mayor tras dar una larguísima calada y echar el humo por la nariz con gesto draconiano
"Pero Gaetano sí, ¿eh?...ese sí es omosesuale, ¿no?" las pincho, y vuelven a morirse de la risa.
"Gaetano nooo sabe qué quiere" dice al fin una de ellas "él tuvo una novia, una puttana spagnola, nadie era demasiado bueno para ella, ¿verdad Concetta?" la aludida está liando otro porro y asiente con severidad mientras sigue concentrada en la tarea "pero a ella le gustaba Gaetano, le gustaba...fare l'amore todo el tiempo con él y a cambio le compraba ropa cara, perfumes, tu sabes, ¿no?...él era un poco su puto...pero mi hermano, esa testa di cazzo no tuvo mejor idea que ¡meterse en la cama con el marido de la puttana!...¿imaginas?...ella se presentó aquí y ese dia fue ¡la guerra!..."
Yo, que tras la inhalación de marihuana he perdido un poco el norte, ya he dejado de sentir el culo frío y solo acierto a pedir que me pasen el porro esperando a que Annunziatta termine la historia, pero en ese momento, claro, irrumpe en el servicio Gaetano, aún resplandeciente en calzoncillos pero con cara de mala hostia.
"¿Que pasa? ¿Que haceis las dos aquí?¿Quereis que despierte a la mamma?
"¡Vai a fare darte nel culo, Gaetano!" bufa Annunziatta demostrando que conserva los conocimientos más profundos del italiano básico "stiamo parlando, che cosa ti succede?"
El bello Gaetano lanza un gruñido, luego se vuelve hacia mi, me tiende una mano y ordena
"Andiamo a letto!"
"Quiere decir que os vayais a la cama" traduce Concetta burlona "Cuando está muy cachondo se le olvidan el idioma y las convenciones sociales"
En el cuarto de baño se desencadena sin más ni más una bronca increíble, no tarda en llegar la mamma y toda la familia se lía a dar gritos allí a excepción claro está del Corneja, a quien encuentro tapado hasta arriba como si quisiese ausentarse física y espiritualmente de lo que le rodea.
"...eh...me voy a marchar, ¿vale?" le digo en voz baja tratando de parecer sensible y logro que saque un ojo de debajo de la colcha para mirarme interrogante "...te agradezco tu hospitalidad pero empiezo a sentirme el puto señor del caos, allá donde voy se desencadena una movida, así que creo que donde mejor voy a estar es en mi casa o sentado en el banco de algún parque esperando que se haga de día...
El Corneja menea la cabeza negativamente, no sé si pretendiendo decir que no me vaya o que lamenta que todo haya sucedido así, pero tampoco hace amago de levantarse cuando me pongo en pie y me largo de allí
Mientras cruzo el camino de entrada, algo de porcelana, al parecer el vaso de los cepillos de dientes, pasa a un centimetro de mi oreja izquierda y se estrella contra mis pies. Me vuelvo incrédulo y veo a Concetta con el rostro sofocado asomarse un momento y exclamar un "Scusi!" antes de meterse de nuevo en la refriega...
Por increíble que nos parezca la realidad, esta siempre llega un paso más allá para dejarnos con los ojos como platos...
La noche es plácida, las estrellas son mucho más visibles de lo normal y cuando empiezo a vagabundear tan solo los gatos callejeros se cruzan conmigo lanzando roncos maullidos...

La imagen de cabecera de hoy es de una artista llamada Lisa Prisk ( cuando existe posibilidad trato de no olvidar mencionar la fuente ).
La banda sonora para este mediterráneo capítulo, Connie Francis.
Los desvaríos, un servidor, jajaja...

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