martes, 30 de octubre de 2012

Quiet night of quiet stars( 13 )



...y cuando me despierto el cielo está de un azul violáceo, supongo que anocheciendo, y las cigarras han sido sustituidas por una legión de estridentes grillos. Lo que me hace recuperar la conciencia no son sus cantos, sin el suave run-run de un vehiculo que se acerca por el camino que lleva a la carretera.
Me quedo inmóvil con las orejas levantadas y el corazón latiendo apresurado. A fin de cuentas estoy en una zona del extrarradio, casi en pelotas, ya ha anochecido y si alguien decide abusar salvajemente de mi cuerpo para después cortarme el cuello y enterrarme bajo un montón de piedras, pasarán meses antes de que alguien de con mi pobre cadáver. Podría ser el hijoputa de la capucha pensando en devolverme el favor de la patada en los huevos, o Frankie dispuesto a endosarme un pepino por el culo del mismo calibre que el que le vi encajar al otro tipo...
...luego está la mínima posibilidad entre un millón, esa según la cual el Corneja ha perdido el miedo al mundo exterior, ha apagado su consola de videojuegos y se ha decidido a acudir al rescate de la única persona sobre la faz de la tierra que parece ser más o menos consciente de su presencia, es decir, YO.
Como si hubiese surtido efecto aquello de no mencionar el tigre cuando cruzas la selva si no quieres que aparezca, un segundo después veo aparecer el vetusto Seiscientos del Corneja avanzando con precaución entre los matorrales que flanquean el camino.
Nunca pensé que llegaría el día en que daría gracias a las divinas potencias por ver aparecer al Corneja en mi vida.
"¡Eeh!¡Chico!...¡estoy aquí!" grito poniéndome en pie y empezando a dar saltos."
Y efectivamente, el Seiscientos se detiene con dos pedorretas y del asiento del conductor se baja mi amigo con una camisa hawaiiana que parece seis tallas mayor que la suya, unos bermudas que ondean como velas al viento sobre sus escuálidas canillas bajo el aire nocturno y unas entrañables sandalias con calcetines blancos. El rostro que aparece cuando me pongo en calzoncillos delante del coche es la viva imagen del terror.
"¡tranquilo, tranquilo!...cojones, el que debería estar tranquilizándome eres tu a mi, no yo a ti, he sido yo el que he sido perseguido, secuestrado, maniatado, desnudado y a poco sexualmente humillado, tú eres el heroe, coño...¿me has traido algo de ropa? ¿se te ocurrió esa pequeña idea?"
Me entrega un uniforme de tenista con la misma cara con la que me entregaría la cabeza de su madre.
"¿Tenis?...bueno, está bien, no pasa nada, el caso es no ir de copiloto en calzoncillos, ¿verdad?" luego tengo un instante de debilidad, me pongo a lloriquear y abrazo el flacucho cuerpo de mi colega gimoteando "¡oooh, ha sido una puta pesadilla, de verdad! no sabes cuanto me alegro de ver una cara amiga..."
El Corneja acierta a darme un par de palmaditas amistosas en la espalda, y yo por fin tomo aire, respiro hondo y me pongo los pantalones blancos y el polo, me están un poco justos pero al menos ya no estoy desnudo frente al mundo. Después me siento al volante, algo que desconcierta al Corneja pero si le parece mal no termina de decir nada porque se pone de copiloto , y tampoco protesta cuando paro su cassette recopilatorio de The Platters y dejo la radio en una emisora que echa un especial de Jennifer Lopez.
"No te parece mal, ¿verdad?...es que lo otro me daba bajona, tío, uff, y no me quiero hundir justo ahora, ¿entiendes?"
Después logro arrancar un pequeño rugido al Seiscientos, hacemos un trompo frente a la estación abandonada y enfilamos el camino hacia la carretera a toda velocidad, con mi amigo agarrandose al salpicadero como si tuviese yo la intención de dar un frenazo para hacerle salir volando por el parabrisas.
"Tranquilo, todo va bien..."murmuro, pero me detengo en la salida del camino, me lo pienso un momento y en vez de tirar hacia abajo, hacia la ciudad, tuerzo hacia arriba, hacia la casa de JeanClaude. El Corneja empieza a hacer un ruido en plan "pepepepepepe" supongo que atascado en mitad de un "pero" y me siento en la obligación de sosegarle una vez mas
"...yaa, yaa, este no es el camino a casa, pero quiero nada más tranquilizarme sabiendo que esa chica no está muerta, ¿vale?"...el Corneja empieza a hiperventilar y parece que sus ojos en forma de huevo van a salir disparados, lo cual me hace dar un frenazo para agarrarle por los brazos y tratar de que me escuche "no me montes un numerito, joder, que llevo un día muy duro. No te he contado lo de la tía porque todavía no me ha dado tiempo, pero luego te prometo que te pongo al día de todo, ¿okey?..."
Luego piso el acelerador suavecito y trato de que esa tartana no emita muchas pedorretas mientras aparcamos frente a la choza de JeanClaude, no exactamente frente a la puerta sino unos metros más atrás, para dejar el coche en la oscuridad.
"Ahora voy a echar un vistazo, va a ser un minuto con lo cual no es necesario que me dejes aquí tirado para ir a comprar tu medicamento para el asma, antes de que puedas empezar a preocuparte ya voy a estar aquí, ¿entendido?...Tenme un poco de paciencia, chico, ya que has venido por lo menos hazme el favor completo, coño."
No soy tonto, como ya he repetido muchas veces, y no voy a cometer el error de los protagonistas de todas las películas de suspense que les lleva a meterse ahí donde nadie en su sano juicio se metería. Nada más quiero echar un vistazo entre las ramas del seto y ver...vale, quizás haya un poco de curiosidad morbosa y sienta una especie de horrible fascinación en ver su cadaver junto a la piscina, los seres humanos somos así y se han hecho estudios sobre esto... lo cierto es que me queda hasta fin de mes de contrato en Mercachorbo y es bastante probable que JeanClaude y yo nos crucemos en algún momento, debo tener claro si es un asesino en serie o no para saber a qué atenerme, este argumento creo que cualquiera lo entendería, ¿o no?
Por fin tras mucho rodear, y en una parte en que tengo un peligroso barranco tras de mi a solo un paso de distancia, encuentro un gran hueco en la muralla vegetal que rodea la casa. Desde ahí contemplo la piscina y uno de los grandes ventanales que dan sobre la misma, y no sé si para mi decepción o no, ahí no hay ni rastro de chica asesinada, ni siquiera rastros de sangre o muestras de haberse producido algún altercado violento...
...pero cualquier sentimiento que pueda haberme producido esto se esfuma al ver pasar por el ventanal ni más ni menos que ¡a la rubia que encontre vomitando en el servicio, la misma a la que su novio se la estaba pegando con un tío! Tiene las vidrieras en parte abiertas y puedo oir desde donde estoy a Madonna canturreando "Dress you up in my love" mientras ella hace como que baila por ahí con la mirada perdida. En un momento dado parece oir algo porque se saca la exigua camisetita blanca que lleva encima quedandose con dos fenomenales tetazas al aire  que hasta yo mismo encuentro espectaculares, sin duda pretendiendo impactar a quien sea que está a punto de entrar.
...quien entra, por supuesto, es Jean Claude con una camiseta de tirantes negra y unos espectaculares vaqueros recortados casi a la altura de la ingle. Un espectáculo soberbio que me hace lamentar haber perdido la oportunidad de hace unas horas y que además me hace preguntarme si la rubia no estará suscrita a algo en plan "las-rubias-jodidas-de-la-cabeza-también-follan.com" y le pitaría el móvil a la vez que JeanClaude mientras la estaban noqueando en los urinarios femeninos. Porque si no, ¿qué razón hay para que ELLA esté AHÍ donde debería estar yo?
El estupor por esta cuestión se desvanece cuando veo que JC trae algo agarrado por el pescuezo y ese algo es el Corneja con su rostro de un feo color amoratado.
"¡Mira lo que he encontrado fisgando en la puerta!" le oigo gritar aún por encima de la música de Madonna mientras la rubia se tapa los pechos con las manos y pone cara de confusión "¡Y creo que su amiguito está por ahí fuera!"
Jean Claude termina de abrir del todo el ventanal y sale a la plácida noche llena de grillos arrastrando a mi compañero de fatigas aún agarrado de la nuez.
"¡Vamos hijoputa! ¡sal de una vez o termino de golpe con los problemas respiratorios de tu socio!"
Me pregunto si no es un poco estúpido y suicida salir ahí a intentar pelearme con JC para salvar a mi colega o si no será mejor irme de puntillas, llegar hasta la carretera, correr cuesta abajo hasta la ciudad, localizar una comisaría y contarles toda la historia para que suban a rescatar al Corneja antes de que sea demasiado tarde...
Como no, el ectoplasma de abuelita se materializa un segundo ante mi y exclama escandalizada
"¡HIJOPUTA!...¿NO TE PARECE QUE PARA CUANDO LLEGUES AHÍ ABAJO SIN DUDA YA VA A SER DEMASIADO TARDE?"
...maldita vieja...¿y qué quiere que haga, que vaya hasta ahí, le haga una llave judoka a JeanClaude y me lleve al Corneja en brazos como si fuese la princesa prometida?...
JeanClaude está sujetando el pescuezo del Corneja con uno de sus robustos antebrazos y debe estar apretando porque mi amigo emite un chillido de ratón atrapado en ratonera...
...¡tengo que moverme!...

viernes, 26 de octubre de 2012

Mártir ( 12 )



La vieja escalera cruje bajo el peso de la espléndida anatomía de Frankie cuando baja a ese oscuro lugar mientras yo lloriqueo
"¡menos mal que has llegado, quería hacerme un piercing en los huevos así a lo vivo! ¿te imaginas?"
"que hijoputa, ya me estaba pisando las ideas" dice Frankie con fingida indignación, luego sonríe de modo reluciente en la oscuridad y añade "es brooooma...que hacemos,¿le doy una manada de hostias?..."
"que tal si me desatas primero por mi propia tranquilidad y esas cosas" apunto timidamente pero Frankie está mirando al tendido y sigue como si no me hubiese oido
"...o te doy la primera docena a ti por estrellarme la furgoneta ?¡PUTO INUTIL!"
Tanto charloteo acaba por espabilar del todo al encapuchado que ahora solo cubre su desgraciada anatomía con un tanga de color negro, y al ver a Frankie también recula y empieza a lloriquear
"¡no me pegue, no me pegue! haré lo que usted quiera, se lo prometo pero no me pegue"
Eso detiene a Frankie que se  le queda mirando con el ceño fruncido
"¿Lo que yo quiera?" pregunta y veo que su mirada se desvía a la polla-calabacín que aquel degenerado había amenazado con meterme en la boca para mantenerme en silencio. El degenerado también capta la dirección que toma la mirada de Frankie porque su cara cambia de color y traga saliva sonoramente
"...bueno, lo-que-quiera, lo-que-quiera, usted comprenderá que siempre dentro de un orden, jeje"
"Oh, si, entiendo lo del orden: primero te voy a meter ese gigantesco chisme por el culo y te voy a follar un rato con él, y cuando me canse te meto mi polla y termino por correrme, ahí dentro o sobre tu cara. Justo por ese orden, ¿qué te parece?"
Mi ex-secuestrador lanza un gritito animal antes de que Frankie se ponga en marcha para cumplir el orden del día...

...cuando termina tiene el trasero en tal estado que si alguien le metiese una linterna encendida entre los dientes, creo que yo vería el resplandor desde donde estoy colocado. Mi salvador se sube la bragueta con un resoplido de satisfacción, luego me mira como si de pronto recordase que sigo ahí y suspira
"vaya, tio, la verdad es que ahora que me he corrido me ha entrado un poco de bajona, ¿te importa que lo dejemos para otro día?...ya sabes como es esto, cuando vas con el calentón todo te parece bien pero ahora que ya he descargado me veo sucio y toda la hostia, fíjate...."
"valevale, pero desátame antes de irte hombre, que cuando ese se recupete va a estar de mala leche y la va a pagar conmigo..."
Aunque parezca increíble se lo piensa un momento, luego para mi alivio empieza a forcejear con mis ligaduras y ya empiezo a notar como se alivia la presión sobre mis muñecas cuando empieza a sonar la musiquilla de un teléfono, Frankie se echa la mano al bolsillo olvidándose de mi y empieza a dar voces
"..¿QUIEN ES?...¿QUIEN?...PERO JODER PARA QUÉ ME LLAMAS AL TRABAJO.....¿QUÉ?¿QUÉ LA NIÑA TIENE FIEBRE?...¿PERO NO VES QUE ESTOY EN MEDIO DE UNA TRANSACCIÓN IMPORTANTE?....NO, PERDONA, REPARTIDOR NO, ENCARGADO DE LOGÍSTICA, REPARTIDORA LO SERÁ TU PUTA MADRE...NOOO, YO NO ME ACUERDO DE TU MADRE SI TU NO TE ACUERDAS ANTES DE LA MIA..." se vuelve como recordando una vez más que yo estoy ahí, sonríe y me dice "...perdona,es una llamada personal, si me disculpas" y echa a andar escaleras arriba vociferando otra vez "...¿QUE CON QUIEN HABLO?¿QUE CON QUIEN HABLO?...¡ME ESTAS JODIENDO LA TRANSACCIÓN DEL SIGLO CON LA PUTA DE LA NIÑA Y LA MADRE QUE LA PARIÓ...SIIII, SIIII, MI HIJA, PORQUE LO DICES TU, ¿NO?"
...la voz de Frankie suena cada vez más y más lejana, de pronto he comprendido que NO VA A VOLVER...
Por fortuna antes de que le sonase el teléfono me ha aflojado lo bastante las ligaduras como para poder sacar una mano con un poco de forcejeo, luego la otra es un juego de niños y puedo desatarme los pies a la velocidad del rayo. Queda el enojoso detalle de que estoy en calzoncillos y mi ropa está hecha jirones por aquí y por allá, pero estoy libre y no voy a quedarme ahí abajo ni un minuto más. Solamente me detengo al ver al degenerado ahí espatarrado, lo justo para darle una patada en los huevos con todas mis ganas y decirle
"Toma piercing, so asqueroso"
Acierto a recuperar mi teléfono de entre los jirones de mis pantalones y salgo corriendo escaleras arriba al todavía cegador e inclemente sol de la tarde...

...allí arriba las cigarras siguen chirriando como locas, calculo que pueden ser las cinco o las seis, y desde donde estoy solo veo árboles alrededor y un claro de hierba amarillenta pajiza en el que está enclavada la guarida de ese malhechor, que desde fuera parece nada más una inofensiva caseta de obra.
No tengo ni idea de donde estoy, pero todavía se aprecia un surco por donde el infame encapuchado ha arrastrado mis huesos, no tengo más que desandarlo para volver a la furgoneta y de ahí a la carretera que baja a la ciudad.
Además tengo el móvil, solo me queda una raya de batería pero me dará para hacer una llamada de emergencia al único ser en la ciudad de quien no tengo conciencia que me deteste por nada en concreto.
Es el Corneja, como no.
Cuando descuelga al cabo de media docena de interminables pitidos mientras de fondo un tío canta "tennngo-tengolacamisa negrrraaa", solo escucho un hipido que sin duda quiere decir "¿alo?"
"Corneja, tenemos un problema, tienes que ponerte las pilas, cogerte el coche y venir a rescatarme...no, no me pidas que te explique ahora, estoy sin batería macho y desde que he salido del curro mi vida ha sido una puta pesadilla pero cuando te lo cuente todo vas a flipar, ahora tienes que venir cagando leches, tienes que subir a la parte alta de la ciudad donde están todas las casonas de lujo y buscar una estación de tren abandonada que tendrá una furgoneta empotrada en una máquina de cocacolas...¿estás apuntándolo todo?...Corneja por favor estoy sin ropa como un abandonado de la vida, no me dejs así, ¿vale?"
Me decanto por colgar sin esperar respuesta porque si le doy tiempo a explicarse y justificar el porqué no puede venir a por mi puedo darme por jodido...


Junto a la máquina de cocacolas.
Parece que Frankie logró arrancarla y la sacó de allí, de manera que solo queda el artefacto un poco ladeado y la luz de "moneda atascada" parpadeando.
Alrededor solo hay unas chumberas y la minúscula construcción que en su pasado fue una parada de algún tren de cercanías, poco más que una caseta con dos puertas y una ventana que ahora están cubiertas con tablones de madera. Inspira un cierto sentimiento de desolación pero a la vez es lo único que proyecta algo de sombra en medio del calor de la tarde.
Me siento sobre el suelo arenoso y apoyo la espalda desnuda sobre el muro. El frescor de la piedra me hace dar un respingo, luego me encuentro casi cómodo, dejo caer también la cabeza sobre la pared, cierro los ojos...

martes, 23 de octubre de 2012

Heavy in your arms ( 11 )



Sentimientos de horrible desasosiego terminan por arrancarme del mundo de los sueños, y cuando abro el ojo descubro que alguien me está arrastrando tirando de mis pies por en medio del campo. Es la sensación de estar despellejándome el cuero cabelludo por detrás y mi cabeza golpeando con los cantos rodados lo que me termina por despertar con el cegador sol en los ojos. La paulatina vuelta a la consciencia me revela que tengo atados los pies, las manos y además llevo una mordaza que me impide emitir nada más que sonidos guturales....¿qué esta pasando aquí?
...algo en mi actitud debe indicar a mi raptor que he despertado porque se detiene, primero veo solo su espalda y su cabeza envueltas en una sudadera negra, estoy convencido de que es JeanClaude que me ha pillado y va a convertirme en comida para perros con ayuda de su cuchillo...pero no, cuando se da la vuelta veo un rostro contrahecho, los ojos como dos huevos duros incrustados en la cara blancuzca, una nariz torcida hacia un lado y una boca con unos pocos dientes que haría de oro a un especialista en ortodoncia.
Si pudiese gritar, los alaridos se oirían desde la otra punta de la ciudad,pero gracias a la mordaza solo puedo emitir unos patéticos gañidos. Esto pone de buen humor a ese ser, que se agacha sobre mi rostro, babea un poco encima y pregunta con una voz que suena como un tenedor restregado contra un cristal
"¡Así que tu eres uno de los feos!...¡pues yo te veo bastante mono, jijiji!...¿y es verdad que haceis de todo?"
La pregunta.
En este caso como ya te has podido suponer, niego con la cabeza frenéticamente, lo cual hace reir a mi terrorífico secuestrador.
"¡ha-ha-ha!...ya verás como sí, tonto, no te va a quedar más remedio...ya falta poco para mi madriguera, ahí te desataré porque por mucho que grites nadie te va a oir gritar, ¿qué te parece?...es que me gusta que griten..."
Me canso de revolverme y gimotear mientras sigo siendo arrastrado sin demasiados miramientos por en medio de lo que parece un solar abandonado lleno de hierbajos y cascotes, hasta que escucho abrir una puerta. A continuación bajo dieciocho escalones golpeando con la nuca en cada uno de ellos de suerte que al llegar a la oscuridad y frescor de abajo, casi he perdido de nuevo el sentido. De ese modo apenas me doy cuenta de que el hijoputa de la capucha me está cortando la ropa con ayuda de unas tijeras sin preocuparse demasiado de si me pincha un poco de vez en cuando o no. Cuando mis ojos se acostumbran a la oscuridad, estoy tendido en medio de un lugar en penumbra, aún atado y amordazado pero vestido nada más con mis calzoncillos de corte clásico.
El hijoputa se inclina sobre mi para hacerme ver que está a mi espalda, aunque solo veo su poco agraciada jeta creo que ya está en bolas preparado para organizarme un show, sospecho.
"¡ahora voy a quitarte la mordaza para que puedas gritar, qué te parece!" anuncia con cara de loco. Después se acuclilla tras mi cabeza y me quita lo que sea que tenía metido en la boca..."pero si muerdes no solo no me va a importar que no grites, sino que además te meteré esta entre los dientes para que no hagas demasiado ruido, ¿qué te parece?"
"Esta" es una polla de caucho negro tan larga como mi brazo y del grosor de uno de esos calabacines de final de temporada. La pregunta es: si no me la mete en la boca, ¿donde piensa emplearla? ¿será mejor morder, o soportar que...
...mi esfinter anal se contrae cual cachorro rodeado por jauría de lobos, y aunque me hace falta un arreglo dental urgente, prefiero obedecer de momento especulando con la posibilidad de que alguien acuda a rescatarme...por ejemplo Frankie...
Entretanto hijoputa parece satisfecho con mi sumisión y hace chistes mientras sigue enredando con artefactos metálicos que me ponen los pelos de punta
"¡Vaya, que gran satisfacción me inspira la web, no llevo ni veinticuatro horas suscrito y ya me llega el primer feo dispuesto a todo!" dice el muy hijoputa tarareando
"No habrás mandado una foto tuya en plan de guapo" me atrevo a decir pensando que nada va a empeorar mi estado de cosas.
"¡HA_HA!" se carcajea sarcástico el tio "te acabas de ganar que unte de chili picante la polla gigante. Sabes, puedo aguantar HORAS sin correrme, nada más disfrutando del placer que me provoca hacerte cosas. De por sí ya estoy muy motivado, pero si además tu me encabronas, el placer me va a venir por triplicado..."
Según parece cuando algo parece que no puede empeorar, todavía puede ir un poco más allá...
"...pero ya que lo dices, no mandé una foto mía, no, ha-ha-ha, les metí a esos jilipollas de la web una foto de Bruce Willis cuando aún tenía suficiente pelo y me colocaron en el bando de los guapos...así que imagina mi sorpresa cuando oigo una hostia de un coche en la vieja estación de ferrocarril, me acerco y pi-pi, el móvil pensando que algo me puede interesar, un feo a menos de 30 m al que puedo hacer lo que yo quiera...cojones, he venido empalmado todo el camino a pesar de andar tirando de tu gorda anatomía, solo se me ha bajado un poco cuando hemos entrado aquí pero ha sido cosa de la diferencia de temperatura, nada más..."
"Ya" le suelto "Apuesto a que no se te levanta nunca y por eso tienes que montar estos numeritos. Apuesto a que pesar de todo cuando terminas con todo esto, a duras penas tienes la picha medio flácida.Que triste, tío, no me extraña que te escondas en una madriguera de conejos"
Vale no pienso demasiado en lo que digo mientras lo digo, pero la cara del tío se le vuelve más loca todavía, agarra unas tijeritas de esas de quitar las grapas a los folios y me chilla
"¡¡¡¡VAAAAYAAAAA!!!¡¡¡ALGUIEN QUIERE QUE LE HAGAN UN PIRSING EN LOS HUEVOS!!!"
No puedo hacer gran cosa más que encoger y estirar las rodillas, aún así cuando el hijoputa este se agacha sobre mi entrepierna con las tijeritas proyecto mis pies contra su cara con toda la fuerza que me da el pánico al dolor y la desesperación y
BONG
el loco cae de espaldas y queda en estado de semiinconsciencia.
Empiezo a reptar como una lombriz de tierra en dirección a la escalera, aún a sabiendas que nunca podré subir ni un palmo atado en plan longaniza, aún así me empeño y grito "¡socorro, socorro!"...
Entonces se abre una puerta ahí arriba, veo una fornida silueta recortada contra la luz del sol en lo alto y una voz bien conocida dice
"tranquilo, pequeño. Estas a salvo."
Oh...
Frankie...

El título del capítulo de hoy y la imagen del día son propiedad de Florence&The Machine, estupendísimo grupo que casi siempre es banda sonora durante la redacción de estas líneas. 
Florence, gracias por la inspiración...

sábado, 20 de octubre de 2012

Bajando en rampa ( 10 )

.
..cuando llegamos a la furgoneta de nuevo estoy sudando ya como un pollo y además tengo una rarísima sensación porque mi vida se ha salido del carril en no-sé-qué momento exactamente del día, pero no creo que hayan pasado dos horas desde que salí de MercaChorbo y ahora no reconozco ni tan siquiera la ciudad en la que me encuentro.
Una vez delante de su trasto Frankie parece olvidar el furor sexual, vuelve a cacharrear dentro del motor un rato más mientras yo miro a un lado y a otro esperando ver a JeanClaude empuñando una motosierra, y por fin dice mostrándome el hermoso rostro sudoroso y un poco tiznado de negro
" vamos a hacer una cosa, lo ponemos en punto muerto, echamos cuesta abajo y como el freno funciona de puta madre vamos dejándonos caer hasta llegar al pie de la colina. Yo no vivo muy lejos, ahí veremos como nos lo montamos, ¿vale?...además tu no estás aquí para dar clases de mecánica, jejejejeje"
Yo intento componer el gesto de zorrita mimosa pero sigo demasiado preocupado por JC en particular y por el desquiciado rumbo de los acontecimientos en general, y sospecho que lo que Frankie ve en mi rostro no le provoca demasiado porque resopla, se coloca tras la furgoneta y ordena
"venga, empuja. O tu loco del cuchillo nos pillará y nos hará lonchitas"
...apenas empezamos se hace evidente en primer lugar que tengo poquísima chicha y mi presencia en el empujon es prescindible; segundo, que es necesario una persona dentro del vehículo para pisar pedales y menear el volante.
"Vamos. Monta y controla un poquito."
...sin duda Frankie ignora que me saqué el carnet a los 18 en un furor hormonal adolescente pero que no he vuelto a agarrar los mandos de un coche en los 30 años que siguieron a ese suceso.
En esta ocasión no es la abuela, sino el ectoplasma de mi querida mamá quien susurra dulcemente "esto es como el montar en bicicleta, no se olvida nunca", pero mamá siempre ha sido menos prudente y racional que abuelita. Debería haber recordado esa lección y no haberme dejado cegar por los ojos del cariño cuando me monto y enseño por la ventanilla un pulgar hacia arriba como diciendo "empuja cuanto quieras"...
...Dios, es como un toro este hombre, del primer empellón me da la impresión de que hemos metido el turbo por el efecto arrancada, y luego le oigo gritar
"VAMOS HACIA LA PRIMERA CUESTA...PREPÁRATE PARA PISAR EL FRENO, ¿VALE?"
El freno.
¿Era el de la derecha o era el de la izquierda?
Antes de poder expresar mis inquietantes dudas a Frankie me veo enfilado hacia una larga avenida cuesta abajo flanqueada por más robustas palmeras y las vallas de elegantes chalets unifamiliares.
El momento de puro terror me deja sin capacidad de articular palabra y cuando Frankie dice detrás mío algo como "¡controlando!¡ve controlando!" me suena como un mensaje alienígena llegado de allende el espacio.
La furgo alcanza el pico de la colina, bascula un poco antes de poner las ruedas delanteras sobre la calzada y luego empieza a descender como descienden los vagones en la montaña rusa, primero despacito y luego cada vez más rápido, más rápido, más...
Frankie grita algo detrás mío corriendo a toda hostia tras el vehículo, pero la inercia y la fuerza de la gravedad que se están ejerciendo sobre el vehículo se traducen en aceleración positiva, y me veo bajando a toda hostia con el mundo transformado en una fantasía verde y azul a ambos lados.
"...cielos...¿voy a morir?" pregunto al universo envuelto en una especie de bruma plateada que me nubla el sentido...
El ectoplasma de abuelita se materializa felizmente a mi lado y sin perder un ápice de dulzura en su bello rostro, me ladra en al oreja
"JILIPOLLAS PISA EL FRENO Y AGARRA EL VOLANTE"
...los siguientes microsegundos son una debacle, piso los pedales sin orden ni concierto con respuesta nula por parte del vehículo ( algo me dice que los frenos de Frankie no son tan de puta madre como él dice ) tomo una curva, otra larga avenida verde y llena de muros, grito, muevo el freno de mano pero a efectos del vehículo es como si me acariciase distraidamente la entrepierna, vuelvo a girar y de pronto ya no es una calle asfaltada, es un camino polvoriento que tiene hasta chumberas a los lados, y al fondo lo que parece una minúscula estación de servicio abandonada...doy gracias a Abuelita cuando impacto contra la máquina de las cocacolas sin que nadie allí cerca pueda decir una palabra al respecto.
Aún así me he dado con el morro contra el volante y me está sangrando la nariz, de manera que salgo de la furgo, que todavía ronronea pero en un tono agónico y me dejo caer al suelo, con la cara vuelta hacia el cielo que de puro azul es casi blanco y el sol cegador abrasándome la piel. Al mover de manera inconsciente una mano rozo una de las latas de cocacola que han salido rodando tras mi sabotaje, y la encuentro deliciosamente fría al tacto...
"...fría...eso es que el chisme estaba funcionando, ¿no?...¿habrá alguien cerca para socorrerme?...¿o me encontrará Frankie primero?..."
Una lagartija pasa correteando por el suelo y se detiene un momento a echarme un vistazo como queriendo decirme que ella era la única respuesta que iba a encontrar a mi petición de auxilio.
Luego se va, yo cierro los ojos en principio solo para coger fuerzas y ponerme en pie, pero resulta que me quedo dormido...

lunes, 15 de octubre de 2012

Frankie ( 9 )



Los siguientes momentos transcurren a tal velocidad que se tarda mucho más en contarlos que en experimentarlos: Jean Claude se acerca a mi con los brazos en jarras emitiendo pequeños gruñidos, yo agarro la botella de Martini sin pensar mucho en lo que hago, ¡zum! la lanzo y casi puedo verla dar vueltas por el aire a cámara lenta hasta impactar contra la frente de JC con un sonoro "BONG". Mi casi amante se para en seco echando la cabeza para atrás y poniendo los ojos en blanco, luego cae sobre sus rodillas y finalmente rueda por el suelo, cubriéndose los ojos y emitiendo pequeños gemidos.
"Ahora CORRE;MARICON! me aulla mi abuela en la oreja y sin perder un momento salgo perdiendo el culo por la puerta tras la que vi desaparecer a la chica, saliendo al radiante mediodía que tenemos ahí fuera.
Sin mirar a ningún sitio corro por el camino de entrada, no me pareció tan largo al entrar en coche pero ahora gracias a mi estupenda forma física resoplo y jadeo en dirección a ese portón metálico que parece no llegar nunca hasta a mi...
"¡hijoputa te vas a enterar!" oigo gritar a JC a mi espalda, pienso en su cuerpo de atleta a la carrera alcanzándome en 0'0 segundos y gracias a eso alcanzo velocidad de crucero y traspongo el umbral de la finca pidiendo socorro como un loco. Nada más se escuchan cigarras entre las palmeras apurando esos últimos coletazos del verano y muy, muy a lo lejos el murmullo de la ciudad.
Cuando en plena carrera me suena el móvil  RECUERDO que tengo móvil, que puedo llamar a la policía y pedir auxilio porque un loco armado con un cuchillo me está persiguiendo...sin detenerme lo saco, activo la pantalla y...

"Un mensaje de tu web "losfeostambienfollan.com":
Guapos cerca que te pueden interesar:
Frankie, Transportista
Distancia máxima: 10 m.
¡Mucha suerte, un saludo!"

"¿Diez metr...?" me da tiempo a preguntarme alucinado antes de tomar la curva y casi darme de bruces con el culazo de un tio agachado mirando el motor de una vieja camioneta.
"¡Socorro!" chillo, y al levantarse veo un cabello rubio pajizo muy corto, un rostro varonil mal afeitado con ojos verdes que lanzan chispitas al recibir el sol directo, una camisa de cuadros abotonada justo hasta encima del ombligo y unos pantalones vaqueros llenos de manchas de grasa. Lleva las mangas recogidas casi hasta las axilas supongo que para lucir musculatura y una piel agradablemente bronceada.
Me contempla extrañado guiñando los ojos justo cuando su móvil le lanza una alerta. Mete medio cuerpo por la ventanilla para cogerlo dejando al aire unos hermosos abdominales y le oigo lanzar una carcajada desde el interior del vehículo.
"¡Por fin!...Creí que no me iba a cruzar con uno como tu en la vida..."
"e-e-e-escuche, luego podemos tratar esto con calma pero ahora mismo hay un tío ahí detrás con un cuchillo que me viene persiguiendo y..."
Frankie frunce el ceño extrañado, se vuelve a mirar, me vuelvo yo también y ahí detrás todo es silencio y el chirrido de las cigarras creando atmósfera veraniega.
"Parece que no viene nadie, ¿no?"
"Igual se ha escondido al ver que me he encontrado con alguien...joder, te lo juro, ese tío estaba loquísimo..."
Frankie apoya ese culo de libro Guinnes en el capó de su vehículo y cruza los brazos sobre el pecho con una sonrisa deslumbrante.
"Así que es de esta forma como funciona esto, ¿no?" dice al fin casi riendo "Vaya, pues está de puta madre, casi me lo he creído, jaja..."
"Te juro que no es un numerito que te estoy montando, ese tío no sé si ha herido o incluso matado a su hermana, y seguro que venía detrás, lo he..."
Frankie se levanta, me pone una mano en el culo atrayéndome hacia él y sin preguntar mete su lengua en mi boca a la vez que restriega su pelvis contra la mía.
"vaya, es mucho mejor de lo que prometen los anuncios" dice relamiéndose como un gato cuando termina de besarme pero sin soltarme "¿qué te apetece hacer?...me han dicho que haceis de todo, ¿verdad?"
Muy a mi pesar estoy algo empalmado pero el estrés de la situación recién vivida puede más y logro apartarle de un empujón.
"¿Que "qué me apetece"? pues quiero volver contigo a esa casa para ver si la chica se encuentra bien, y si no es así, llamar a la policía...¿quién os anda contando esa mierda que hacemos de todo?"
Frankie se rasca la nuca con una sonrisa y por fin retrocede un paso, mostrando una erección en su entrepierna que YA me estoy arrepintiendo de desaprovechar, pero él es consecuente con mi sensatez y responde:
"Muy bien. Vamos a esa casa para que te quedes tranquilo. Pero solo si me prometes que después haremos lo que yo diga..."
Escucho el ectoplasma abuelístico chasquear la lengua a mi espalda, aún así asiento, aliviado.
"...eso sí" completa Frankie "...tendremos que ir andando porque la furgoneta ha petao aquí en medio y si no llamo a nadie no veo forma de arrancarla."
La idea me inquieta. Si JC está bien armado y nos pilla por sorpresa, podría verme en breve con Frankie fiambre a mi lado y yo encadenado a una palmera para sufrir la más horrenda de las muertes.
"Espera...no sé, si no tienes vehículo quizás sería mejor bajar a la ciudad y llamar a la policía, me da miedo..."
Frankie pone los ojos en blanco, me agarra de un brazo y tira de mi exasperado
"Venga, se me puede vacilar hasta cierto punto. Vamos allí, te ríes de mi un rato y luego mando yo, ¿OK?"
Tampoco me da muchas opciones porque empieza a tirar de mi, es mucho más fuerte que yo y consigue que trote tras suyo mientras desanda el breve trecho de mi huida hasta volver al portón metálico encastrado en ese muro de vegetación.
"¿Es aquí?" pregunta y asiento temeroso. Entonces me suelta, lo sacude un poco para asegurarse de que está cerrado y por fin, exhibiendo un gesto de "soy-un-capullo-pero-verás-que-te-hago-caso", aprieta el botón de lo que se supone es una especie de portero automático.
Nos responde una voz femenina grabada:
"Bienvenido. En este momento no hay nadie en casa, vuelve en otro momento o deja tu mensaje. ¡¡¡Gracias!!!"
Luego se escucha un pitido y Frankie componiendo gesto de tio bromista vocifera
"¡CABRÓN, SABEMOS QUE MATASTE A LA CHICA Y LA TIENES AHÍ GUARDADA!¡SAL DE AHÍ Y DA LA CARA!"
Yo me meto todas las uñas en la boca a la vez para mordisquearlas presa del terror mientras Frankie silba una cancioncilla. Por fin se encoge de hombros y me suelta:
"¿Ves?...aquí no hay ni Dios. ¿Seguro que era aquí o me estás metiendo una vacilada de espanto?"
Con el sol sobre la cabeza, las chicharras sin callar un segundo encantadas por el calor y el azul deslumbrante entre las palmeras estoy dudando de mi mismo y empiezo a preguntarme si lo he soñado todo o de verdad ha ocurrido así como me parece recordarlo.
"Quizás me equivoco de casa"...
"No hay más casas entre el sitio donde me ha dejado tirado la furgoneta y aquí. De hecho después de esta no hay más." contesta Frankie paciente a pesar de todo.
"Vale, pues es aquí. Ahora no me dirás que te sorprende que el psicópata no abra la puerta...¿si tu te hubieses cargado a tu hermana hace veinte minutos con un cuchillo de partir limones, abrirías la puerta al primero que llama o te harías el sordo?"
Frankie compone un encantador puchero, vuelve a pegar su bragueta a la mía y dice haciendo morritos
"¡Está bien, te creo!...vamos a una cabina, dejamos una llamada anónima a la poli y luego vamos a mi casa, no te parece bien?...estoy con el rabo a tope, tío..."
Estoy empezando a acostumbrarme a esto de que tíos increíbles se me peguen a la pierna diciéndome guarrerías, de hecho creo que podría vivir siempre así, pero todavía estoy asustado por lo que ha pasado con JC y solo quiero irme de ahí a toda velocidad.
Así que asiento, le agarro el paquete, le chupo el labio inferior y eso parece causarle un indescriptible placer porque pone cara de vikingo en el Valhalla y echamos a correr de vuelta a la furgoneta cogidos de la mano como dos adolescentes enamorados...

miércoles, 10 de octubre de 2012

Wonderful world ( 8 )



Bar enfrente de MercaChorbo.

El sitio este había sido toda la vida un garito de los de siempre donde viejetes septuagenarios se tomaban sus vinitos y echaban la partida de cartas por la tarde. Luego MercaChorbo aterrizó enfrente, plantando su edficio reluciente y brillante como una nave espacial, y de pronto el local empezó a llenarse de tipos bronceados, maquillados, excesivamente bien vestidos y peligrosamente amanerados, y los viejecitos terminaron por ser expulsados de sus dominios ( o huyeron sin necesidad de que nadie los empujase ).
También Manolo, el dueño, acabó tirando la toalla dejando el negocio en manos de su hijo David (pronunciese Deivid) un cachas que trabaja de entrenador de futbol en los pocos ratos libres que le deja el asunto de la hostelería y de quien nadie sabe si "entiende" o no "entiende", pero que alegra la vista al personal con su sonrisa resplandeciente, las camisas a punto de reventar a la altura del biceps y unos vaqueros ajustados que a mi personalmente me vuelven loco. El Deivid puso una carta de tés e infusiones, un equipillo de música, cuatro plantas tropicales en las esquinas y ha conseguido que el mariconerío cliente de MercaChorbo prefiera tomarse el café y el pincho en su local antes que en la cafetería mega-fashion que los grandes almacenes tienen en su interior.
Aunque yo miro a Deivid con amor, percibo en su mirada que él solo ve en mi al propietario de una cartera que vaciar, y por eso procuro mantenerme en mi sitio y no hacer mucho el ganso cuando me siento en la barra. Pero esta mañana, tras conseguir -de forma deshonrosa, vale- una prórroga a mi escuchimizado contrato y haberme visto un rato en medio de una orgía con cinco tíos de los que solo se ven en las películas,  me siento como si en mi vida hubiesen enchufado una banda sonora de música de los años 50 en la que el mundo es de color de rosa y todo lo que está pendiente de solucionarse, seguro que va a salir bien. Es ese inmoderado optimismo el que me hace pedir una cerveza grande y preguntar
- ¿Que haces al salir, guapo?
El Deivid, aunque sin perder la sonrisa profesional, me contempla como si un animalillo negro y peludo acabase de asomar sus múltiples patitas por una de mis fosas nasales.
- ¡Yo nunca salgo, amigo! -exclama en su tono de tío perfecto y se da media vuelta para seguir metiendo copas al lavaplatos-.
Cáscaras.
He ahí como un mínimo gesto de desprecio puede arruinar un excelente estado anímico.
De repente veo a mi abuela en la barra sorbiendo una manzanilla y diciendo "te dije que te ibas a sentir como una sucia perra, ¿cuando me harás caso pequeño?", luego echo un vistazo a las mesas donde montones de mariquitas hablan en voz alta, rien compulsivamente y se espían unos a otros buscando qué criticar o a quien tirar los tejos si la ocasión se presenta. Les veo y me siento de nuevo fuera de lugar, yo, un tipo gordo a punto de llegar a la cincuentena y con mi enorme cerveza delante como un cartel que habla por mi anunciando "PORQUÉ MI BARRIGA ES COMO ES".
De pronto estoy al borde de la depresión cuando hace un instante me he sentado aquí con mi moral por las nubes, y todo por culpa del jodido Deivid que ahora me muestra su culazo en pompa mientras busca algo que yo no alcanzo a distinguir por debajo del mostrador. No, no puedo permitir que esas cosas mínimas me derrumben, tengo que reinventarme y sobre todo tengo que encontrar una manera de ocupar la tarde, porque desde ese momento hasta que se pone el sol, me suelo hundir en mis horas más críticas si no estoy haciendo nada...
...¡y claro que tengo una manera!...¿se habrá echado JeanClaude para atrás?
Según el reloj, la salida de personal ha comenzado hace cinco minutos, si no estoy allí en el cambio de turno no sabré nunca si él me esperó o si por el contrario se fue sin decir nada...
-¡Eh, chico! -digo después de vaciar mi cerveza de un larguísimo trago-.
- Perdona -dice el Deivid con una sonrisa de disculpa- ya te he dicho que...
- ¡Que me cobres, coño!...que he quedado con un tío y se me ha echado la hora encima...
Aunque suene a cliente insoportable he sentido que tengo que tirársela a Deivid para que pierda un poco ese concepto de si mismo como algo imprescindible para nuestra buena vida sexual, esperando que componga un gesto de arrepentimiento y disculpa a la vez por su arrogancia, pero en su lugar mantiene la sonrisa y me dice:
- Estupendo. Pues paga y disfruta.
Que impertinente. ¿Debería sopesar la posibilidad de no volver más aquí?
No hay tiempo, así que dejo las monedas en la barra y salgo zumbando de allí a la búsqueda de...de...

...en la puerta de personal hay un deportivo blanco como salido de una película, y en el interior está JC con gafas de sol y gesto un poco tenso...cuando me ve aparecer, debo decir que se relaja y me dedica una sonrisa mientras se baja del cochazo.
- ¡Vaya!...Creí que me habías dejado plantado...
- Es tu día de suerte - responde la concubina que hay en mi, y eso le hace reir-.
- ¡Ya lo creo!...venga, monta...¿quieres que baje la capota o estás bien así?
Por supuesto, le ordeno que baje la capota, porque justo en ese momento salen Charly y el Corneja y quiero decirles adios con la manita antes de que JC me arrastre a un abismo de lujuria dentro de ese pedazo de carro. Tengo la satisfacción de verles con los ojos como platos un segundo antes de que el vehículo arranque con un rugido y empecemos a recorrer calles de la ciudad como un relámpago.
- ¡Vaya, sí que da de sí el sueldo de vigilante de MercaChorbo! -tengo que decirle una vez nos hemos alejado de allí- Menudo coche...
JeanClaude sonrie con un gesto de disculpa y aclara
- En realidad es un regalo de papá. Él y mamá están pasando un año sabático en Florida y se les ocurrió que sería buena idea que entretanto buscásemos trabajo una temporada para aprender a valorar el dinero...
- ¿Y lo has conseguido?
- ...¡desde luego! -dice riendo- se me ponen los pelos de punta pensando la cantidad de horas que tendría que echar nada más para pagar la gasolina de este trasto, ha-ha-ha...
Y yo le devuelvo la sonrisa como el joven de mundo que soy mientras mis dientes de tiburón se afilan y me pregunto si habré tenido tanta suerte de no solo pillar cacho con un bollazo como JeanClaude, sino que además el bollazo esté forrado de pasta...
JC pone en marcha el reproductor de CD's y empiezan a sonar apropiadamente los Beach Boys como banda sonora perfecta para este instante en que nos deslizamos por una avenida de palmeras en una parte de la ciudad que yo no conocía hasta hoy. El mundo aparece cegadoramente perfecto, JC se vuelve un momento, sonríe tras sus gafas de sol de las de a 200 € cada patilla y me aprieta un muslo como si yo fuese la compañía perfecta...

...¿donde está el gato encerrado que aún no se ha arrancado a dar maullidos?...

Aún conducimos un rato, siempre ascendiendo, hasta detenernos ante un gran portón metálico aparentemente colocado en medio de una maraña de exuberante vegetación. Sin tocar ningún botón el portón se nos abre, JC me sonríe de nuevo en plan "¿ves qué obvio?" y por medio de una carretera empedrada llegamos al pie de una moderna mansión de paredes blancas y enormes ventanales desde los cuales sin duda se divisa a los pies toda la ciudad. A un lado hay una piscina de un azul resplandeciente en la que, en medio de un gran neumático, flota una morenita de pelo corto meneando la cabeza al ritmo de la música que un enorme cacharro deja sonar desde el borde del agua.
Por alguna razón el espectáculo de aguas espejeantes y joven belleza al sol no relaja a JC sino todo lo contrario, porque se baja del deportivo sin decir ni media y se va para allá gritando
- ¿Se puede saber qué coño haces aquí?
La chica no hace ademán de moverse de su posición de absorber la máxima radiación solar, pero la oigo decir en tono fatigado
- Vamos, no seas capullo...papá dijo que la piscina era compartida...ve a follarte tu culito de turno y déjame tranquila...
Oir que se refieren a mi como "culito de turno" no me llena precisamente de satisfacción, así que me bajo del coche dando un portazo y voy a cantarle las cuarenta a la morenita. Por suerte o por desgracia JeanClaude me detiene poniendo una de sus manazas sobre mi pecho y susurra:
- Me jode pero tiene razón. La piscina es a medias.
-¿A medias de que? -barboto indignado- ¡me ha llamado culito de turno!
Por la cara que pone Jean Claude entiendo que entre sus expectativas para conmigo no incluía el contarme su vida ni tan siquiera darme conversación, pero aún así responde
- Mis papis antes de irse me dejaron esta casa a mi y ella, Raquel, escogió el loft del centro, con la condición de que los mantuviésemos habitables hasta su regreso... en teoría no deberíamos interferir en los planes del otro, pero es verdad, la piscina era compartida...¿es que querías darte un baño?
Meneo la cabeza confundido y eso le hace reir.
-  Menos mal, jaja...no te preocupes, dentro hay bañera y hasta un jacuzzi si te apetece que nos pongamos a remojo a la vez, ¿qué me dices? -luego aprieta su pelvis contra la mía acorralándome contra la pared y me jadea en una oreja- ...¿qué te parece los dos en pelotas en un baño de burbujas?...
Un pequeño calambre doloroso entre mis nalgas me recuerda el trato vejatorio al que me ha sometido mi querido jefe de personal, y de pronto me alarma que JC pretenda meterme por ahí ni tan siquiera el bigote de una gamba como suele decirse...pero claro, una vez allí, ¿quien explica nada?...
Tal y como intutí desde el coche nada más cruzar la puerta accedemos a un inmenso salón agradablemente revuelto y presidido por un ventanal que ocupa toda una pared. Allí abajo se ve la ciudad en donde las hormigas como yo nacemos, crecemos y morimos sin tener ni idea que desde arriba y con esa perspectiva, no somos nada más que microbios que no valen apenas nada.
- Que flipe -digo llegando hasta allí sorteando cojines, alfombras de pinta carísima y una tele de plasma más grande que mi cuarto de baño- ¿y de verdad aquí llegas a darte cuenta de lo que cuesta ganar dinero?
JC se quita la camiseta dejando a la vista un torso que cancela todas mis pretensiones de analizar el conflicto de clases: uno de esos fuertes con músculos definidos pero no exagerados y un encantador vello oscuro que tras dibujar círculos en torno a sus tetillas terminan concretándose en una línea que desciende y se pierde bajo su ombligo, más allá de la cintura del pantalón. El contraste entre el pelo negro y el tono lechoso casi azulado de su piel me parece tan erótico que siento un leve vahido. ¿De verdad voy a follarme yo a ese pedazo de tío?
JC, no sé si inconsciente de su belleza, camina hacia el mueble-bar haciendo oscilar su culo perfecto mientras responde a mi ya olvidada pregunta.
- Vale, lo suyo sería agarrar mi sueldo, alquilar una habitación en un piso compartido y experimentar lo que es vivir contando el dinero que tienes disponible...pero vaya, bastante hago echando horas en ese garito y peleando con todos los colgados que se acercan por allí, ¿no te parece? -se vuelve a mirarme y dejo de contemplar el borde del elástico del calzoncillo que asoma por encima de sus vaqueros para asentir procurando no babear demasiado-...como lección ya está bien, luego ¡qué sé yo! Papá tiene tanta pasta y cuentas repartidas por el mundo que es imposible que nos arruinemos a no ser que una gran ola barra toda vida sobre la superficie del planeta o algo así. Y si viene la ola, qué más da que tengamos la pasta todavía o no, ¿verdad?
- ...glup...-acierto a decir-.
- Es un buen argumento, jaja...¿entonces preparo un par de vermuts y nos los tomamos en el jacuzzi?...
- ...genial...
JeanClaude sonríe y empieza a trastear con vasos y cubiteras, luego se detiene un momento como si acabara de recordar algo, suelta lo que tiene entre manos y se baja los pantalones dejando a la vista un potente trasero que parece a duras penas retenido por el algodón blanco del calzoncillo.
- Venga, amigo -dice continuando con sus quehaceres- Pantalones fuera.
Yo estoy a punto de echarme a llorar, de agarrarme a uno de sus muslos peludos y empezar a gimotear que soy suyo mientras hundo mi nariz en el hueco entre sus nalgas, listo para todas las dolorosas vejaciones que tenga previstas para mi. Pero por suerte para mi dignidad como ser humano, la puerta se abre de un empellón y entra la morenita enfundada en un minúsculo bikini blanco con una sonrisa mientras se sacude el pelo corto dejando caer pequeñas gotas brillantes por todas partes. Hasta yo, desde mi pertinaz mariconerío, puedo darme cuenta de que está muy buena.
- ¿Interrumpo algo? ¿Vais a prepararos una copa, chicos? ¿Y porqué no me pones a mi otra, hermanito?
Yo persevero en mi cara de chucho callejero recogido del extrarradio que por fin ha encontrado alguien que le quiera y eso le hace sonreir.
- Yo soy Raquel, encantada de conocerte...vaya, eres una refrescante  novedad, ya estaba aburrida de tios depilados con el culo estrecho y los abdominales marcados...seguro que eres especial...¿porqué te iba a traer mi hermano aquí si no? Él no mete su polla perfeccionista en cualquier sitio, ¿sabes?...
JC pega una hostia al mostrador donde anda cacharreando que hace saltar todas las botellas además de a la chica y a mi.
- ¿Quieres callarte de una puta vez?...¿Quieres dejar de ser ASÍ?
La chica, aunque se ha acojonado un poco, se hace la dura y responde:
- Defíneme "así"
Jean Claude se da la vuelta apretando en un puño el cuchillo con el que ha estado cortando limones hasta hace un segundo y grita:
- ¡ASÍ! ¡Como una zorra malcriada que se piensa que puede decir lo que quiera delante de quien le de la gana como si alguien le hubiese dado permido para hacerlo!
El cuchillo no ha contribuido a tranquilizarla pero esa chica no se calla ni debajo el agua, así que escudándose un poco detrás de mi hace como que se rie y contesta:
- ....ooooh, vaya, creo que alguien se siente violento porque ha sido sorprendido practicando vicios inconfesables -me aprieta la barriga en un gesto más bien poco correcto y cacarea luego- ¡oooooh,y este sí que es inconfesable de verdad?...¿que piensas hacer con él?...hermano,hermano, ¿hasta donde vas a dejarte arrastrar por tus impulsos?
Jean Claude pega un salto sobre dos piernas que le coloca en cuclillas sobre el mostrador y ese número de atleta olímpico nos hace dar un gritito a la chica y a mi, sobre todo porque no ha tenido que soltar el cuchillo ni un instante.
- ...RAQUEL ME ESTÁS PONIENDO DE MUY MALA HOSTIA, NO SIGAS POR AHÍ...
La susodicha trota en dirección al ventanal que da acceso a la piscina y ya desde allí chilla:
-¡Maricón! ¡Mala persona! ¡Gentuza! ¿Hasta DONDE vas a caer, DEGENERADO?
Luego desaparece echando a correr, y JC sale como un rayo detrás de ella, dejándome los dos solo y temblando como una hoja en medio del inmenso salón.
Mientras me pregunto qué debo hacer y cual es el siguiente paso a dar, escucho gritos en un punto alejado de donde me encuentro, primero inteligibles ( "NO PORFAVORPORFAVORPORFAVOR" ) y luego transformándose en chillidos que me hielan la sangre en las venas.

He aquí el gato encerrado.

El puto JeanClaude está como una olla de grillos y aquí estoy yo en el culo del mundo a su merced.
Por suerte el fantasma de abuelita me sacude una patada ectoplasmática en los huevos y me ordena:
"VAMOS CAPULLO SAL DE AQUÍ CAGANDO LECHES"
y reacciono, pego un salto, corro hacia la puerta por donde he entrado lanzando pequeños gemiditos de puro pánico, la abro...

...y está ahí JeanClaude, vestido nada más con ese calzoncillo blanco con tela como de ganchillo que deja vislumbrar un poco sus atributos, y el cuchillo en la mano derecha goteando un líquido oscuro.
-...¿Te conozco? -pregunta con un brillo desquiciado en esos ojos que antes me habían enamorado-.

Entonces comprendo que estamos jodidos...

sábado, 6 de octubre de 2012

El muro de las lamentaciones ( 7 )



Estoy agazapado en el comedor de los empleados esperando a que aparezca el Corneja. Es la hora del almuerzo y hay el revuelto habitual de mariquitas con cuerpos perfectos, peinados impecables y sonrisas maléficas, no me cuesta pasar inadvertido porque el resto de la plantilla tiende a ignorar el saco de miserias que es mi organismo físico, de manera que cuando aparece el Corneja arrastrando los pies con cara de agonía, no podría decir si alguien ha reparado en mi presencia sentado en una silla del rincón.
Cuando me ve ( al primer instante, pues entre igual e igual nos reconocemos al momento ) compone una casi divertida cara de horror exagerado y corre a la otra punta del comedor con su bocadillo bajo el brazo. Tengo que correr para alcanzarle y sentarme en su mesa de tal manera que no le quede escapatoria entre mi organismo y la pared.
"...vamos, no seas así joder" le digo indignado porque esperaba solidaridad y no esto "¿no te has enterado de lo que ha pasado? ¿no sabes que me han despedido?"
El Corneja sujeta el bocata contra el pecho como si encerrase la salvación de su alma inmortal y asiente lentamente.
"¿Y? ¿No has hecho nada? ¿no has intentado romper una lanza por mi?...coño, que somos compañeros..."
Mi "compañero" desenvuelve con gesto trágico su bocadillo de chopped y empieza a darle pequeños mordisquitos mirando algo que debe estar revoloteando por el techo. Esa actitud me saca de mis casillas, pero con el Corneja es recomendable no perder la paciencia porque el efecto que se consigue es justo el contrario al deseado, de modo que trato de tranquilizarle con conversación intrascendente.
"...ha sido todo la puta página esa de los feos, ¿te acuerdas de lo que te conté?" el Corneja deja de masticar un momento y pienso que debo tomar eso como un sí "...pues el asunto ha ido a más...primero cuando estaba en el servicio de las chicas, me ha sonado el móvil ¡y era uno de seguridad!...¿sabes ese tio enorme que se parece al que reparte tortas en las películas de acción?"...ahora el Corneja sí que asiente con los ojos como platos "...pues hemos quedado a la salida, ¿te imaginas?...¡Jollywood total, chico!" mi colega asiente con una cara de niño-descubriendo-el-mundo-con-ojos-nuevos que no sé como tomar, pero ya estoy lanzado y sigo "...y todavía no había sacado la fregona de su sitio cuando en el baño de los tíos, zas, otra vez, cinco tíos de un equipo de natación que no te los crees si los ves, impresionantes, y justo cuando nos estábamos chupando las pollas..."
El Corneja emite un sonido extraño y empieza a ponerse morado, con los ojos que parece que van a salir rodando por la mesa. Por fortuna no me da tiempo a llamar al servicio médico porque da una gran bocanada de aire y se cubre los ojos como si todo esto le estuviese superando, cuando soy YO el que se va a la puta calle.
"...¡pero tienes que creerme, yo no he tenido nada que ver voluntariamente en todo esto, estoy-estoy-estoy...¡desbordado!" y me arranco en un llanto fingido que no engaña a nadie más que al Corneja, que me palmea la espalda y hasta parece que va a decirme algo, de repente vuelve a poner esa cara como de tener yo un tío con un hacha a mi espalda dispuesto a afeitarme la cabeza, me vuelvo...
...y es el jefe de personal, aquel que me hizo meterle un dedo en el culo para conseguir este trabajo de mierda....el mismo al que pienso meterle la mano entera si con eso continuo aquí una temporada...
"hombre hombre, jeje, a quien tenemos aquí...tomando el almuerzo, ¿eh?" dice en tono campechano "cuando termines el descanso te subes por mi despacho...ya sabes que tenemos que hablar, ¿verdad?"

...así que media hora después, veo a través de la ventana el sol de otoño inundando de luz dorada las calles, una bandada de palomas cruzando el cielo y, no sé, me siento de puta madre, me siento de subidón, porque el destino me da una nueva esperanza, una nueva posibilidad. Y soy capaz de estar tres cuartos de hora a cuatro patas comiéndole la polla al jefe de personal hasta que se corra aparatosamente sobre mi cara si quiere y me diga que le es imposible prescindir de mis servicios. Claro que una pequeñísima parte de mi, esa que se dedica a sembrar inquietud y desconfianza en nuestros corazones, sopesa la posibilidad de que nada más se trate de darme la carta de despido y ponerme en la puta calle, pero con esa mentalidad, ¿donde iría a parar el mundo?
...con ese rollo positivo entro al despacho y me encuentro al tío allí, en mangas de camisa ( buena señal, se ha quitado la americana ) y con una sonrisa que solo puedo definir como concupiscente en sus labios.
"..yyyy que bueno, has llegado a tiempo, no tenemos que perder tiempo en absoluto...ya sabes que Charly me ha hecho llegar una valoración EXTREMADAMENTE negativa de tu trabajo en MercaChorbo, y en concreto estos últimos días parece que tu pasividad y escasa disposición para la faena se han reducido al mínimo..." entonces se agacha y saca de debajo de su escritorio un sobre blanco con gesto apesadumbrado "...me temo que vamos a tener que prescindir de tus servicios..."
¿Qué hacer? ¿Romper a llorar y suplicar que no me haga esto, o poner cara de golfa?
Soy un superviviente por lo cual me decanto por la versión golfa, me siento en la mesa, le pongo un dedo en la barbilla y susurro esperando sonar lujurioso:
"...venga...te aseguro que puedo hacerte un servicio que no vas a encontrar en ningún sitio...¿de verdad vas a perder esta opción de disponibilidad plena por parte de un trabajador?"
Por fin se enciende la lucecita lujuriosa que esperaba ver y acariciándome el muslo murmura
"...¿estás seguro?...puedo ser muy malo contigo..."
El ectoplasma de mi abuela vuelve a materializarse para decir con voz fantasmal "te lo tengo dicho, hay ciertas preguntas a las que hasta una puta como tu tiene que decir que no", pero la espanto como un mosquito y digo divertido
"¡okey! ¿por donde empezamos?"

...

...el despacho del jefe de personal tiene varios cerrojos para no ser interrumpido.
Un tiempo indefinido después seguimos allí. Los Beach Boys berrean a todo volumen "Don't worry baby" mientras yo cuelgo en pelotas de unos ganchos del techo, con una gran polla negra de caucho metida entre los dientes, pinzas en los pezones y otra polla TERRIBLEMENTE MAYOR metida en el culo. El jefe de personal está también desnudo ante mi, dándome latigazos en el rabo con una pequeña fusta que escuece horrores y, atención, empalmado como un burro, mientras canturrea
"No te preocupes, cielo, después de esto voy a meterte la mía y vas a dar gracias al cielo por tenerme dentro"
La verdad es que cuando me saca el trabuco negro y entra él, dejo escapar un suspiro de alivio...

...

..."bueno, es de agradecer el empeño que un trabajador como tu pone para conservar su puesto de trabajo, me ha conmovido tu excelente disposición" dice el tío cuando termina de hacer pis sobre mi cabeza. "Me va a costar un disgusto con Charly porque él te quería en la calle hoy mismo, peeeero te voy a poner el finiquito a fin de mes, ¿qué te parece?"
Tengo la boca adormecida tras todo ese rato con el chisme de caucho entre las fauces pero aún así logro articular
"...¿fin de mes?...¿después de este tute?"
"Estamos a 12 todavía. Te doy casi tres semanas de empleo y sueldo antes de echarte para que vayas buscando otra cosa. ¿No te parece suficiente?"
Esa sesión sadomaso-hardcore hubiera merecido al menos un contrato de seis meses, me parece, pero decir que "no" supone haberme chupado todas estas vejaciones para luego irme a la calle a las dos de la tarde tal como Charly deseaba, así que tengo que decir que sí con cierto gesto de disgusto. Y hago como que me levanto pero antes de que le de tiempo a reaccionar ahí medio sentado en el suelo como está, le abrazo la cabeza con los muslos y gruño
" No se me ocurre otra forma de demostrarle mi agradecimiento ahora mismo"
Y por devolverle el favor hago real la figura linguística de mearle al jefe en el ojo, con generosidad y procurando que no mueva mucho la cabeza para apuntar bien.
Cuando me voy de la oficina le dejo tirado en el suelo en un charco amarillo con cara de estar en pleno viaje alucinógeno, farfullando
"...que maquina...este tio es una maquina..."
...de manera que mi dignidad personal, harto pisoteada, levanta un poco la cabeza y puedo hasta sonreir cuando salgo de allí...

miércoles, 3 de octubre de 2012

Swimming ( 6 )



Dados los momentos de tensión que se respiran en el lavabo de señoras entre la rubia desfasada y mi acercamiento telefónico-sexual con J.C., me paso con mis bártulos al lavabo de caballeros, totalmente ido ante la perspectiva de tener para mi en exclusiva a un potro como él por muchas cerdadas que conlleve...de hecho si empiezo a fantasear sobre qué cosas sucias me puede pedir, me pongo como una moto. Tanto es así que sopeso si será conveniente un desahogo manual en el flamante retrete o si no deberé guardar la provisión de mis cantimploras íntegras para Jean Claude cuando sin más ni más...
"Pip-pip"
Si hubiese podido levantar las orejas como las liebres lo habría hecho, pero en su lugar contemplo espantado el bolsillo donde guardo el teléfono móvil, lo saco con la delicadeza que uno emplearía en la manipulación de artefactos explosivos y luego contemplo la pantalla con estupefacción.

"Un mensaje de tu web "losfeostambienfollan.com":
Guapos cerca que te pueden interesar: 
Manu, Jesus, Borji, Carlos y Yon, equipo de natación "Chapuzón Rainbow"
Distancia máxima: 25 m.
¡Mucha suerte, un saludo!"

No me ha dado tiempo a devolver mi mandíbula descolgada a su lugar cuando escucho una algarabía de pitidos telefónicos en el pasillo de entrada, se abre la puerta y...de tanto que reculo quedo sentado en un lavabo con los pies colgando. Porque ahí están cinco tios con camisetas ajustadas y unos pantaloncitos ridiculos de puro cortos que solo resultan socialmente correctos en zonas como MercaChorbo, todos con cuerpazo de nadador, piernas depiladas ( por desgracia ), sonrisas radiantes y gesto de curiosidad.
En la espalda de cada camiseta figura el dibujo de un arcoiris y el esperado letrero de "Club Natacion Chapuzon Rainbow".
"Te ha sonado el móvil, a que si" dice Uno con gesto pícaro
"Claro que le ha sonado a él, aqui no hay nadie más" dice Dos "eres de los-feos-tambien-follan, ¿no?"
Yo niego en el fondo más bien espantado mientras otros dos rien y sacuden las manos con gesto de "ay-que-gorda-la-estamos-liando"
"Que fuerrrrte, que fueerrrrte, pero si estamos en el vater y este tio es el que limpia, seguro"
"¿y si viene alguien?" dice un prudente y asustadizo Cinco
"Pues si viene alguien va a encontrar a este tio comiéndome la polla" dice Uno, el más farruco, y sin consultar mi posición intelectual al respecto, se saca una tranca en estado morcillón pero que poco a poco parece despertar, se tira del pellejillo para atrás y añade en voz ronca "¿o no te apetece comertela?"
El resto cierran sus boquitas y empiezan a masajearse las entrepiernas, rodeándome poco a poco en un círculo de carne joven prieta y fragancias exclusivas de las de a 80 euros el frasco.
Yo, aunque debería sobreponerme, demostrar dignidad y decirles que porque no se comen las pollas entre ellos y dejan de molestar a un honesto trabajador, babeo cual chucho famélico a la vista de pollo asado y bajando de un saltito de mi asiento me arrodillo para comerle ese peazo de cacharro a numero Uno...
...pronto tengo un montón de pililas de todos los tamaños rodeándome la cabeza haciéndome sentir como Hansel o Gretel en la casita de chocolate de la bruja, sin saber si comerse un rodapie o una baldosa. Primero una, luego otra, luego una mas me da en la oreja reclamando mi atención, es una locura, y entretanto los chicos se están besando y metiendo mano entre ellos hasta que uno ( no sé si Tres o Cinco, no distingo ) dice algo de estar perdiendo la cabeza y que alguien le coma el culo ahora mismo, entonces ya me doy cuenta de que la situación se ha salido de madre y si por casualidad alguien como mi jefecillo nos encuentra, va a...
La puerta se abre despacio y es justo él, Charly, con una expresión indescifrable al verme en medio de esa pequeña orgía improvisada en los lavabos.
"Debo decir que superas con mucho cualquier expectativa que me pueda haber creado a propósito de tu persona" suelta en un tono glacial que ocasiona síndrome de impotencia general en toda la concurrencia "¿Puedes salir un momento, si no te importa?"
Sigo a Charly al pasillo de fuera intentando adecentar mi aspecto un poco y no parecer que acabo de salir de una orgía como de hecho estoy saliendo. En mis fantasías más oscuras y secretas Charly se saca el rabo en este mismo instante y me dice "si querías esto, ¿porque no te sinceraste con tu inmediato superior?", pero apenas salimos de los lavabos y damos dos pasos, él se da la vuelta dejando así de lucir para mi el impresionante espectáculo de su culazo enfundado en el mono de trabajo de MercaChorbo, y con esos ojos frios como los fiordos noruegos me dice en voz  baja
"...no quiero montarte un espectáculo delante de tus amigos, por eso hemos venido fuera. ¿Habeis quedado aquí o ha sido un espectáculo improvisado?"
Despego los labios para hacer como que doy una explicación más corta y plausible que el rollo de "los-feos-tambien-follan" pero él levanta una mano y sonríe un poco
"No te molestes, no quiero escucharlo. Solo quería decirte que a partir de las 14:00 de hoy estás despedido....ah,¿preguntas por qué?...bueno, hace menos de una hora te he mandado aquí pensando que te esforzarías en compensar la conducta errática que demuestras estos últimos meses haciendo un trabajo respetable. Y cuando te he visto hace un momento ahí dentro... vaya, no he podido evitarlo, creo que me tomas por jilipollas y consideras que tu misión aquí es metérmela doblada y no dar palo al agua" su sonrisa se hace casi beatífica al añadir "...bien pues una de mis tareas como encargado es sacarte de tu error. No soy jilipollas, no estás aquí cobrando un sueldo para torearme y tocarte los huevos. Has tenido un primer aviso, también un segundo. El tercero para mi significa que llega la hora de tomar decisiones drásticas. Ahora puedes seguir si quieres con tus amigos, yo voy a terminar de mover papeles en Personal para que tengas tu finiquito preparado a la hora de salir. Que tengas un buen día:"

...¿me está queriendo decir que estoy despedido?...